decírsela debo,
que me quita el jambre,
que me quita el sueño.
¡Una cosa grande!
¡Madre, es un secreto!
¡Venga usté a l'alcoba!
¡Venga p'allá drento!
que no l'oiga padre,
que no l'oiga agüelo.
Pues verá usté, madre...,
casi no m'atrevo
a decirla todo,
y es que endemás miedo
de que usté me riña
mucho yo le tengo.
¡No se ponga seria!
¡No m'arrugue el ceño!
Mire pa otro lao...
Que me da usté miedo...
Ahora lo digo,
ahora alcomienzo.
Ayer para el campo
se vino el Usebio,
s'acercó pa mí,
y dijo, contento...
Lo de siempre, madre:
¡Que si yo le quiero!
Le dije... que sí,
que ley yo le tengo;
s'acercó él altonces
más p'hacia mi cuerpo,
juntó la su cara
casi con mi pelo...
¡No se ponga seria!
¡No m'arrugue el ceño!
Q'altonces no sigo
este mi secreto.
¡Mire pa otro lao!
Pus iba diciendo
Q'ajuntóse a mí
el mocico Usebio...
¡Y altonces! ¡Altonces!
¡Ay, madre! ¡Qué miedo!
Me dio en la cara
así como un beso.
¡No me riña, madre!
Q'ha sío el primero.
¡No me riña, madre!
Que más ya no vuelvo
a dejar besarme
del mocico Usebio.
–No te riño, hijica;
no me tengas miedo.
¡Cuánto que me gusta!
¡Cuánto que m'alegro!
¡Q'a mi m'hayas dicho
eso del Usebio!
¡Pa estar con mil ojos!
¡Pa velar por ti
y pa estar yo siendo
la tu sombra siempre
que siga a tu cuerpo!
¡Cuánto que me gusta!
¡Cuánto que m'alegro
q'a mí m'hayas dicho
ese atrevimiento...!
Ya estoy mu tranquila:
No vendrá otro beso,
que tendrá tu madre
mil ojos para ello.
Porque tú no sabes
y has de tú saberlo,
q'es mucho dañino
ese primer beso.
Josefina Bolinaga
(Alma rural, 1925)
,_by_Egisto_Ferroni.jpg)


