jueves, 29 de enero de 2009

A un olmo seco

Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo,
algunas hojas verdes le han salido.
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas de alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hacia la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.

Antonio Machado
(Campos de Castilla, 1912)

miércoles, 28 de enero de 2009

Nocturno

Los que auscultasteis el corazón de la noche,
los que por el insomnio tenaz habéis oído
el cerrar de una puerta, el resonar de un coche
lejano, un eco vago, un ligero ruido...

En los instantes del silencio misterioso,
cuando surgen de su prisión los olvidados,
en la hora de los muertos, en la hora del reposo,
sabréis leer estos versos de amargor impregnados...

Como en un vaso vierto en ellos mis dolores
de lejanos recuerdos y desgracias funestas,
y las tristes nostalgias de mi alma, ebria de flores,
y el duelo de mi corazón, triste de fiestas.

Y el pesar de no ser lo que yo hubiera sido,
y la pérdida del reino que estaba para mí,
el pensar que un instante pude no haber nacido,
¡y el sueño que es mi vida desde que yo nací!

Todo esto viene en medio del silencio profundo
en que la noche envuelve la terrena ilusión,
y siento como un eco del corazón del mundo
que penetra y conmueve mi propio corazón.

Rubén Darío
(Cantos de vida y esperanza, 1905)

lunes, 26 de enero de 2009

El rey de Thule

Goethe, Nerval y versión en castellano de Un poema cada día


Der König in Thule

Es war ein König in Thule,
Gar treu bis an das Grab,
Dem sterbend seine Buhle
Einen goldnen Becher gab.

Es ging ihm nichts darüber,
Er leert' ihn jeden Schmaus;
Die Augen gingen ihm über,
So oft er trank daraus.

Und als er kam zu sterben,
Zählt' er seine Städt' im Reich,
Gönnt' alles seinem Erben,
Den Becher nicht zugleich.

Er saß beim Königsmahle,
Die Ritter um ihn her,
Auf hohem Vätersaale,
Dort auf dem Schloß am Meer.

Dort stand der alte Zecher,
Trank letzte Lebensglut,
Und warf den heil'gen Becher
Hinunter in die Flut.

Er sah ihn stürzen, trinken
Und sinken tief ins Meer.
Die Augen täten ihm sinken
Trank nie einen Tropfen mehr.


Johann Wolfgang Goethe (1774)

Puedes oír este poema en alemán aquí.



Le roi de Thulé

Il était un roi de Thulé
À qui son amante fidèle
Légua, comme souvenir d'elle,
Une coupe d'or ciselé.

C'était un trésor plein de charmes
Où son amour se conservait:
À chaque fois qu'il y buvait
Ses yeux se remplissaient de larmes.

Voyant ses derniers jours venir,
Il divisa son héritage,
Mais il excepta du partage
La coupe, son cher souvenir.

Il fit à la table royale
Asseoir les barons dans sa tour ;
Debout et rangée alentour,
Brillait sa noblésse loyale.

Sous le balcon grondait la mer.
Le vieux roi se lève en silence,
Il boit, –frissonne, et sa main lance
La coupe d'or au flot amer!

Il la vit tourner dans l'eau noire,
La vague en s'ouvrant fit un pli,
Le roi pencha son front pâli...
Jamais on ne le vit plus boire.


Gérard de Nerval
Odelettes (1853)



El rey de Thule

Érase un rey de Thule,
a quien su amante fiel
legó, como recuerdo,
una copa de oro cincelado.

Era un tesoro lleno de encantos,
donde se conservaba su amor:
cada vez que bebía en ella
sus ojos de lágrimas se llenaban.

Al ver acercarse sus últimos días,
dividió su heredad,
pero exceptuó del reparto
la copa, su recuerdo preciado.

En su torre a los barones
hizo sentar a la mesa real;
de pie y alrededor colocada,
brillaba su nobleza leal.

Bajo el balcón el mar bramaba.
El viejo rey se levanta en silencio,
bebe, –tiembla, y su mano lanza
la copa de oro al oleaje amargo.

La vio girar en el agua negra,
la ola, al abrirse, hizo un pliegue,
el rey inclinó su pálida frente...
Nunca más se le vio beber.

jueves, 22 de enero de 2009

Yo fui

Yo fui.

Columna ardiente, luna de primavera.
Mar dorado, ojos grandes.

Busqué lo que pensaba;
Pensé, como al amanecer en sueño lánguido,
Lo que pinta el deseo en días adolescentes.
Canté, subí,
Fui luz un día
Arrastrado en la llama.

Como un golpe de viento
Que deshace la sombra,
Caí en lo negro,
En el mundo insaciable.

He sido.


Luis Cernuda
(Donde habite el olvido, 1932-1933)

El portal Cernuda.org ofrece una recomendable versión animada de este poema, que combina el texto con imágenes de la vida del poeta.

miércoles, 21 de enero de 2009

O Captain! my Captain!

O Captain! my Captain! our fearful trip is done,
The ship has weathered every rack, the prize we sought is won,
The port is near, the bells I hear, the people all exulting,
While follow eyes the steady keel, the vessel grim and daring;
But O heart! heart! heart!
O the bleeding drops of red,
Where on the deck my Captain lies,
Fallen cold and dead.

O Captain! my Captain! rise up and hear the bells;
Rise up--for you the flag is flung--for you the bugle trills,
For you bouquets and ribboned wreaths--for you the shores a-crowding,
For you they call, the swaying mass, their eager faces turning;
Here Captain! dear father!
This arm beneath your head!
It is some dream that on the deck
You've fallen cold and dead.

My Captain does not answer, his lips are pale and still,
My father does not feel my arm, he has no pulse nor will.
The ship is anchored safe and sound, its voyage closed and done,
From fearful trip the victor ship comes in with object won;
Exult O shores, and ring O bells!
But I, with mournful tread,
Walk the deck my Captain lies,
Fallen cold and dead.

Walt Whitman
(Leaves of Grass, 1865)


Versión en castellano de Un poema cada día

¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, nuestro espantoso viaje ha terminado,
la nave ha salvado todos los escollos,
hemos ganado el premio que anhelábamos,
el puerto está cerca, oigo las campanas, el pueblo entero regocijado,
mientras sus ojos siguen firme la quilla, la audaz y soberbia nave.
Mas, ¡oh corazón!, ¡corazón!, ¡corazón!
¡oh rojas gotas que caen,
allí donde mi capitán yace, frío y muerto!

¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, levántate y escucha las campanas,
levántate, por ti se ha izado la bandera, por ti vibra el clarín,
para ti ramilletes y guirnaldas con cintas,
para ti multitudes en las playas,
por ti clama la muchedumbre, a ti se vuelven los rostros ansiosos:
¡Ven, capitán! ¡Querido padre!
¡Que mi brazo pase por debajo de tu cabeza!
Debe ser un sueño que yazcas sobre el puente,
derribado, frío y muerto.

Mi capitán no contesta, sus labios están pálidos y no se mueven,
mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad,
la nave, sana y salva, ha anclado, su viaje ha concluido,
de vuelta de su espantoso viaje, la victoriosa nave entra en el puerto.
¡Oh playas, alegraos! ¡Sonad campanas!
Mas yo, con tristes pasos,
recorro el puente donde mi capitán yace,
frío y muerto.

martes, 20 de enero de 2009

Anuncios

Se traspasa afectividad
por cese de negocio.

Pecho reformado, mucha luz, calefacción central,
autoestima.
Negociable. Vacío...

Busco amor de segunda mano, todo terreno. No
importan kilómetros psíquicos. Sufro bien y al
contado.

Belén Reyes
(Ponerle un bozal al corazón, 2002)

lunes, 19 de enero de 2009

Mulata

Ya yo me enteré, mulata,
mulata, ya sé que dise
que yo tengo la narise
como nudo de cobbata.

Y fíjate bien que tú
no ere tan adelantá,
poqque tu boca e bien grande,
y tu pasa, colorá.

Tanto tren con tu cueppo,
tanto tren;
tanto tren con tu boca,
tanto tren;
tanto tren con tu sojo,
tanto tren.

Si tú supiera, mulata,
la veddá,
¡que yo con mi negra tengo,
y no te quiero pa na!


Nicolás Guillén
(Motivos de son, 1930)

viernes, 16 de enero de 2009

Tres morillas

Tres morillas me enamoran
en Jaén:
Axa y Fátima y Marién.

Tres morillas tan garridas
iban a coger olivas,
y hallábanlas cogidas
en Jaén:
Axa y Fátima y Marién.

Y hallábanlas cogidas
y tornaban desmaídas
y las colores perdidas
en Jaén:
Axa y Fátima y Marién.

Tres moricas tan lozanas,
iban a coger manzanas
y cogidas las hallaban
en Jaén:
Axa y Fátima y Marién.

Anónimo
(Siglo XV)

jueves, 15 de enero de 2009

The Tiger

Tiger, tiger, burning bright
In the forests of the night,
What immortal hand or eye
Could frame thy fearful symmetry?

In what distant deeps or skies
Burnt the fire of thine eyes?
On what wings dare he aspire?
What the hand dare seize the fire?

And what shoulder and what art
Could twist the sinews of thy heart?
And when thy heart began to beat,
What dread hand and what dread feet?

What the hammer? What the chain?
In what furnace was thy brain?
What the anvil? What dread grasp
Dare its deadly terrors clasp?

When the stars threw down their spears,
And water'd heaven with their tears,
Did He smile His work to see?
Did He who made the lamb make thee?

Tiger, tiger, burning bright
In the forests of the night,
What immortal hand or eye
Dare frame thy fearful symmetry?

William Blake
(Songs of Experience, 1794)




Este vídeo, que ha recibido numerosos premios en todo el mundo, fue realizado por el director brasileño Guilherme Marcondes en 2006. Inspirado en el poema de William Blake, muestra el aterrador paseo nocturno de un gigantesco tigre en medio de la ciudad de Sao Paulo.

miércoles, 14 de enero de 2009

Rima LXXV

¿Será verdad que cuando toca el sueño
con sus dedos de rosa nuestros ojos,
de la cárcel que habita huye el espíritu
en vuelo presuroso?

¿Será verdad que, huésped de las nieblas,
de la brisa nocturna al tenue soplo,
alado sube a la región vacía
a encontrarse con otros?

¿Y allí desnudo de la humana forma,
allí los lazos terrenales rotos,
breves horas habita de la idea
el mundo silencioso?

¿Y ríe y llora y aborrece y ama
y guarda un rastro del dolor y el gozo,
semejante al que deja cuando cruza
el cielo un meteoro?

Yo no sé si ese mundo de visiones
vive fuera o va dentro de nosotros:
lo que sé es que conozco a muchas gentes
a quienes no conozco.

Gustavo Adolfo Bécquer
(Rimas, 1871)

martes, 13 de enero de 2009

Le relais

En voyage, on s'arrête, on descend de voiture ;
Puis entre deux maisons on passe à l'aventure,
Des chevaux, de la route et des fouets étourdi,
L'oeil fatigué de voir et le corps engourdi.

Et voici tout à coup, silencieuse et verte,
Une vallée humide et de lilas couverte,
Un ruisseau qui murmure entre les peupliers, –
Et la route et le bruit sont bien vite oubliés !

On se couche dans l'herbe et l'on s'écoute vivre,
De l'odeur du foin vert à loisir on s'enivre,
Et sans penser à rien on regarde les cieux...
Hélas ! une voix crie: « En voiture, messieurs ! »

Gérard de Nerval
(Petits châteaux de Bohème, 1853)


Versión en castellano de Un poema cada día

La parada

De viaje, nos paramos, bajamos del carruaje,
Luego, entre dos casas, pasamos a la aventura,
De los caballos, el camino, los látigos aturdidos,
Con el ojo fatigado de ver y el cuerpo entumecido.

Y he aquí de pronto, silencioso y verde,
Un valle húmedo y de lilas cubierto,
Un arroyo que murmura entre los álamos,
–¡Y el camino y el ruido son al instante olvidados!

Nos tumbamos en la hierba y escuchamos vivir,
Nos embriagamos sin prisas del olor del verde heno,
Y, sin pensar en nada, miramos al cielo...
¡Ay!, una voz grita: "¡Al carruaje, caballeros!"

lunes, 12 de enero de 2009

Margarita

¿Recuerdas que querías ser una Margarita
Gautier? Fijo en mi mente tu extraño rostro está,
cuando cenamos juntos, en la primera cita,
en una noche alegre que nunca volverá.

Tus labios escarlatas de púrpura maldita
sorbían el champaña del fino baccarat;
tus dedos deshojaban la blanca margarita:
"Sí..., no..., sí..., no...", ¡y sabías que te adoraba ya!

Después, ¡oh flor de Histeria!, llorabas y reías;
tus besos y tus lágrimas tuve en mi boca yo;
tus risas, tus fragancias, tus quejas eran mías.

Y en una tarde triste de los más dulces días,
la Muerte, la celosa, por ver si me querías,
¡como a una margarita de amor, te deshojó!

Rubén Darío
(Prosas profanas, 1896)

viernes, 9 de enero de 2009

Canto a Andalucía

Cádiz, salada claridad. Granada,
agua oculta que llora.
Romana y mora, Córdoba callada.
Málaga, cantaora.
Almería, dorada.
Plateado, Jaén. Huelva, la orilla
de las tres carabelas.
Y Sevilla.

Manuel Machado
(Phoenix, 1936)
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...