lunes, 31 de octubre de 2016

Giralda

      Vista de la catedral de Sevilla, Anónimo (1884)

Giralda en prisma puro de Sevilla,
nivelada del plomo y de la estrella,
molde en engaste azul, torre sin mella,
palma de arquitectura sin semilla.

Si su espejo la brisa enfrente brilla,
no te contemples –ay, Narcisa– en ella,
que no se mude esa tu piel doncella,
toda naranja al sol que se te humilla.

Al contraluz de luna limonera,
tu arista es el bisel, hoja barbera
que su más bella vertical depura.

Resbala el tacto su caricia vana.
Yo mudéjar te quiero y no cristiana.
Volumen nada más: base y altura.


Gerardo Diego
(Alondra de verdad, 1941)

jueves, 27 de octubre de 2016

Galope


Rafael Alberti y Paco Ibáñez en el recital de poesía y canciones celebrado en el Teatro Alcalá de Madrid en 1991

    Las tierras, las tierras, las tierras de España,
las grandes, las solas, desiertas llanuras.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
al sol y a la luna. 

    ¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!

    A corazón suenan, resuenan, resuenan
las tierras de España, en las herraduras.
Galopa, jinete del pueblo,
caballo cuatralbo,
caballo de espuma.

    ¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!

    Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie;
que es nadie la muerte si va en tu montura.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
que la tierra es tuya.

    ¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!


Rafael Alberti
(Capital de la gloria,  1936)

martes, 25 de octubre de 2016

Las doce en el reloj

                               Pradera con álamos, Claude Monet (1875)

Dije: ¡Todo ya pleno!
Un álamo vibró.
Las hojas plateadas
Sonaron con amor.
Los verdes eran grises,
El amor era sol.
Entonces, mediodía,
Un pájaro sumió
Su cantar en el viento
Con tal adoración
Que se sintió cantada
Bajo el viento la flor
Crecida entre las mieses,
Más altas. Era yo,
Centro en aquel instante
De tanto alrededor,
Quien lo veía todo
Completo para un dios.
Dije: Todo, completo.
¡Las doce en el reloj!


Jorge Guillén
(Cántico, 1928)

sábado, 22 de octubre de 2016

Río y mar

A veces me siento grande como el mar,
a veces un corto tiempo del río que va.
Soy un horizonte que te da las tormentas
y a veces soy un sauce que pide al viento dejar de llorar.
Río y mar, tal para cual.

A veces soy un milagro que empieza,
a veces una esperanza que pasó.
Soy una puerta del alba que se cierra
y a veces soy un caminante que te ruega por entrar.
Río y mar, tal para cual.

A veces soy el altar de la luna,
a veces arena pobre con sombras.
Soy un fantasma salvaje que no vuelve
y a veces soy un pájaro que por vos quiere regresar.
Río y mar, tal para cual.

León Gieco 
(Mensajes del alma, EMI, 1992)


León Gieco, el llamado "Bob Dylan de Argentina", creó esta canción (con música de Luis Gurevich) que han interpretado numerosos artistas. El joven Cristóbal Repetto ha incluido esta versión en su disco Tiempo y silencio (2014), grabado en medio de los trinos de los pájaros de la Pampa.

viernes, 21 de octubre de 2016

Remordimiento en traje de noche

                 Parada de taxis, Clarice Beckett (1931)

Un hombre gris avanza por la calle de niebla;
No lo sospecha nadie. Es un cuerpo vacío;
Vacío como pampa, como mar, como viento,
Desiertos tan amargos bajo un cielo implacable.

Es el tiempo pasado, y sus alas ahora
Entre la sombra encuentran una pálida fuerza;
Es el remordimiento, que de noche, dudando,
En secreto aproxima su sombra descuidada.

No estrechéis esa mano. La yedra altivamente
Ascenderá cubriendo los troncos del invierno.
Invisible en la calma el hombre gris camina.
¿No sentís a los muertos? Mas la tierra está sorda.


Luis Cernuda
(Un río, un amor, 1929)

martes, 18 de octubre de 2016

Muerte de Antoñito el Camborio

                    El castillo de Alcalá de Guadaíra, David Roberts (1833)

    Voces de muerte sonaron
cerca del Guadalquivir.
Voces antiguas que cercan
voz de clavel varonil.
Les clavó sobre las botas
mordiscos de jabalí.
En la lucha daba saltos
jabonados de delfín.
Bañó con sangre enemiga
su corbata carmesí,
pero eran cuatro puñales
y tuvo que sucumbir.
Cuando las estrellas clavan
rejones al agua gris,
cuando los erales sueñan
verónicas de alhelí,
voces de muerte sonaron
cerca del Guadalquivir.


                      * 


    Antonio Torres Heredia,
Camborio de dura crin,
moreno de verde luna,
voz de clavel varonil:
¿Quién te ha quitado la vida
cerca del Guadalquivir?
Mis cuatro primos Heredias
hijos de Benamejí.
Lo que en otros no envidiaban,
ya lo envidiaban en mí.
Zapatos color corinto,
medallones de marfil,
y este cutis amasado
con aceituna y jazmín.
¡Ay Antoñito el Camborio
digno de una Emperatriz!
Acuérdate de la Virgen
porque te vas a morir.
¡Ay Federico García,
llama a la Guardia Civil!
Ya mi talle se ha quebrado
como caña de maíz.

                         *

    Tres golpes de sangre tuvo
y se murió de perfil.
Viva moneda que nunca
se volverá a repetir.
Un ángel marchoso pone
su cabeza en un cojín.
Otros de rubor cansado,
encendieron un candil.
Y cuando los cuatro primos
llegan a Benamejí,
voces de muerte cesaron
cerca del Guadalquivir.


Federico García Lorca
(Romancero gitano, 1928)

viernes, 14 de octubre de 2016

Oda a Espanya

 
                                Vista de Capri, Albert Arnz (1832-1914)

Escolta, Espanya, la veu d'un fill
que et parla en llengua no castellana:
parlo en la llengua que m'ha donat
la terra aspra;
en 'questa llengua pocs t'han parlat;
en l'altra, massa.

T'han parlat massa dels saguntins
i dels que per la pàtria moren:
les teves glòries i els teus records,
records i glòries només de morts:
has viscut trista.

Jo vull parlar-te molt altrament.
Per què vessar la sang inútil?
Dins de les venes vida és la sang,
vida pels d'ara i pels que vindran;
vessada, és morta.

Massa pensaves en ton honor
i massa poc en el teu viure:
tràgica duies a mort els fills,
te satisfeies d'honres mortals,
i eren tes festes els funerals,
oh trista Espanya!

Jo he vist els barcos marxar replens
dels fills que duies a que morissin:
somrients marxaven cap a l'atzar;
i tu cantaves vora del mar
com una folla.

On són els barcos? On són els fills?
Pregunta-ho al Ponent i a l'ona brava:
tot ho perderes, no tens ningú.
Espanya, Espanya, retorna en tu,
arrenca el plor de mare!

Salva't, oh! salva't de tant de mal;
que el plo' et torni feconda, alegre i viva;
pensa en la vida que tens entorn:
aixeca el front,
somriu als set colors que hi ha en els núvols.

On ets, Espanya? No et veig enlloc.
No sents la meva veu atronadora?
No entens aquesta llengua que et parla entre perills?
Has desaprès d'entendre an els teus fills?
Adéu, Espanya!


Joan Maragall
(Obras completas, 1929)

Versión al castellano de Un poema cada día

Escucha, España, la voz de un hijo
que te habla en lengua no castellana:
hablo en la lengua que me ha dado
la tierra áspera;
en esta lengua pocos te han hablado;
en la otra, demasiado.

Te han hablado demasiado de los saguntinos
y de los que por la patria mueren:
tus glorias y tus recuerdos,
recuerdos y glorias solo de muertos:
has vivido triste.

Yo quiero hablarte de otra manera.
¿Por qué verter sangre inútil?
Dentro de las venas, vida es la sangre,
vida para los de ahora y para los que vendrán;
vertida, está muerta.

Demasiado pensabas en tu honor
y demasiado poco en tu vivir:
trágica, llevabas a la muerte a tus hijos,
te satisfacías con honras mortales,
y eran tus fiestas los funerales,
¡oh, triste España!

Yo he visto los barcos marchar repletos
de hijos que llevabas a que muriesen:
sonrientes marchaban hacia el azar;
y tú cantabas al borde del mar
como una loca.

¿Dónde están los barcos? ¿Dónde están tus hijos?
Pregúntaselo al Poniente y a la ola brava:
todo lo perdiste, no tienes a nadie.
España, España, vuelve en ti,
¡rompe con llanto de madre!

¡Sálvate, oh, sálvate de tanto mal;
que el llanto te vuelva fecunda, alegre y viva;
piensa en la vida que tienes en torno:
levanta la frente,
sonríe a los siete colores que hay en las nubes.

¿Dónde estás, España? No te veo en parte alguna.
¿No sientes mi voz atronadora?
¿No entiendes esta lengua que te habla entre peligros?
¿Te has olvidado de entender a tus hijos?
¡Adiós, España! 

miércoles, 12 de octubre de 2016

Drop a star

           El puerto al atardecer. Saint-Tropez, Paul Signac (1892)

¿Dónde está la estrella de los Nacimientos?
La tierra, encabritada, se ha parado en el viento.
Y no ven los ojos de los marineros.
Aquel pez –¡seguidle!–
se lleva, danzando,
la estrella polar.
 

El mundo es una slot-machine,
con una ranura en la frente del cielo,
sobre la cabecera del mar.
(Se ha parado la máquina,
se ha acabado la cuerda.)
El mundo es algo que funciona
como el piano mecánico de un bar.
(Se ha acabado la cuerda,
se ha parado la máquina...)
                                                    Marinero,
tú tienes una estrella en el bolsillo...
        ¡Drop a star!
Enciende con tu mano la nueva música del mundo,
la canción marinera de mañana,
el himno venidero de los hombres...
        ¡Drop a star!
Echa a andar otra vez este barco varado, marinero.
Tú tienes una estrella en el bolsillo....
una estrella nueva de paladio, de fósforo y de imán.


León Felipe
(Drop a star, 1935)

lunes, 10 de octubre de 2016

Bailaré con Jacinta la pelirroja

 Interpretación de jazz en Harlem I, Winold Reiss (h.1915-1920)

    Eso es, bailaré con ella
el ritmo roto y negro
del jazz. Europa por América.
Pero hemos de bailar si se mueve la noria,
y cuando los mirlos se suban al chopo de la vecina.
 

    Porque —esto es verdad—
cada rito exige su capilla.
¿No, Jacinta?
Oh, Jacinta, pelirroja, peli-peli-roja
pel-pel-peli-pelirrojiza.
Qué bonitos, qué bonitos, oh, qué bonitos
son, sí, son, tus dos, dos, dos, bajo las tiras
de dulce encaje hueso de Malinas.
Oh, Jacinta,
bien, bien mayor, bien supremo.
Ya tenemos el mirlo arriba,
y la noria del borriquillo, gira.


José Moreno Villa
(Jacinta la pelirroja, 1929)

sábado, 8 de octubre de 2016

Madrigal aéreo


                             Fairey IIID "Santa Cruz", Igor de Loyola (2011)

Panorama vibracionista
                         galería de máquinas
                                            Dinamos.
Una corona de hélices
                magnifica la testa de
    FÉMINA PORVENIRISTA
Hacia qué hemisferio nordestas tu brújula cardiaca?
Un circuito de ardentías
                se polariza en tus ojos iónicos.
Sobre las nubes velivolantes
                      tu móvil cuerpo se diversifica
                      en transmutadoras perspectivas.
El cable sinusoide de tus brazos
           Se desenrolla sobre tus senos cúbicos
Un motor se espeja en tu iris meditativo
Tu luminosa psiquis intelectiva
deviene una mariposa aviónica
que se eleva sobre los opacos gineceos
y en tu obsesión geométrica
       evocas voluptuosamente
                 la carnal perpendicular
                     bisectriz de tu divino triángulo.
Oh la vibración de tus diástoles
                  que transfundes al lucífero afín
                  en una ósmosis erótica!
Tálamos en las antenas
                  Andróginos mecánicos
Oh Fémina porvernirista!
En mi espasmo augural
                  te he poseído arrullándote
al ritmo de las hélices sidéreas.


Guillermo de Torre
(Poema publicado en la revista Grecia en 1919)

miércoles, 5 de octubre de 2016

Vuelve hacia atrás la vista, caminante

                     Bosque en otoño, Walter Moras (1856-1925)

    Vuelve hacia atrás la vista, caminante,
verás lo que te queda de camino;
desde el oriente de tu cuna el sino
ilumina tu marcha hacia adelante.

    Es del pasado el porvenir semblante;
como se irá la vida así se vino;
cabe volver las riendas del destino
como se vuelve del revés un guante.

    Lleva tu espalda reflejado el frente;
sube la niebla por el río arriba
y se resuelve encima de la fuente;

    la lanzadera en su vaivén se aviva;
desnacerás un día de repente;
nunca sabrás dónde el misterio estriba.


Miguel de Unamuno
(De Fuerteventura a París, 1925)
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...