jueves, 23 de diciembre de 2010

No es nada de tu cuerpo

No es nada de tu cuerpo,
ni tu piel, ni tus ojos, ni tu vientre,
ni ese lugar secreto que los dos conocemos,
fosa de nuestra muerte, final de nuestro entierro.
No es tu boca —tu boca
que es igual que tu sexo—,
ni la reunión exacta de tus pechos,
ni tu espalda dulcísima y suave,
ni tu ombligo, en que bebo.
Ni son tus muslos duros como el día,
ni tus rodillas de marfil al fuego,
ni tus pies diminutos y sangrantes,
ni tu olor, ni tu pelo.
No es tu mirada —¿qué es una mirada?—
triste luz descarriada, paz sin dueño,
ni el álbum de tu oído, ni tus voces,
ni las ojeras que te deja el sueño.
Ni es tu lengua de víbora tampoco,
flecha de avispas en el aire ciego,
ni la humedad caliente de tu asfixia
que sostiene tu beso.
No es nada de tu cuerpo,
ni una brizna, ni un pétalo,
ni una gota, ni un gramo, ni un momento:

Es sólo este lugar donde estuviste,
estos mis brazos tercos.

Jaime Sabines
(Recuento de poemas, 1950-1993)

martes, 21 de diciembre de 2010

Debe existir un modo, una forma...

Debe existir un modo, una forma
de recoger lo perdido,
de apropiarse de todo aquello
que devino externo, separado.
Pero, cómo superar lo que uno es,
la bruma que uno es,
la vaguedad que a uno lo habita.
Cómo, me pregunto,
tornar sólido lo que el día licúa
mientras paso, como tantos otros,
de la luz a la sombra
y de la sombra a la luz
mientras los pájaros anidan
en techos que la lluvia y el viento,
inexorables, desgastan.
A la voz acude una gota que cae,
un párrafo difuso,
un humo que oscurece el vidrio,
un sabor neutro, sin espesor, en la boca.
Debe existir, en tierras lejanas y altas,
otra manera de calzarse,
de abrir la puerta,
de correr la cortina para ver el cielo,
de dormir, soñar y despertar.

Carlos Barbarito
(Pergamino, Argentina, 1955)

Publicado en Un poema cada día por cortesía del autor.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Commision

Go, my songs, to the lonely and the unsatisfied,
Go also to the nerve-wracked, go to the enslaved-by-convention,
Bear to them my contempt for their oppressors.
Go as a great wave of cool water,
Bear my contempt of oppressors.

Speak against unconscious oppression,
Speak against the tyranny of the unimaginative,
Speak against bonds.
Go to the bourgeoise who is dying of her ennuis,
Go to the women in suburbs.
Go to the hideously wedded,
Go to them whose failure is concealed,
Go to the unluckily mated,
Go to the bought wife,
Go to the woman entailed.

Go to those who have delicate lust,
Go to those whose delicate desires are thwarted,
Go like a blight upon the dullness of the world;
Go with your edge against this,
Strengthen the subtle cords,
Bring confidence upon the algae and the tentacles of the soul.

Go in a friendly manner,
Go with an open speech.
Be eager to find new evils and new good,
Be against all forms of oppression.
Go to those who are thickened with middle age,
To those who have lost their interest.

Go to the adolescent who are smothered in family–
Oh how hideous it is
To see three generations of one house gathered together!
It is like an old tree with shoots,
And with some branches rotted and falling.

Go out and defy opinion,
Go against this vegetable bondage of the blood.
Be against all sorts of mortmain.


Versión en castellano de Un poema cada día



MANDATO

Id, canciones mías, a los solitarios y a los insatisfechos,
id también a los atormentados, a los esclavos de convencionalismos,
llevadles mi desprecio por sus opresores.
Id como una gran ola de agua fría,
llevad mi desprecio por los opresores.

Hablad en contra de la opresión inconsciente,
hablad en contra de la tiranía de los que no tienen imaginación,
hablad en contra de las cadenas.
Id a la burguesa que se muere de hastío,
id a las mujeres de las zonas residenciales.
Id a los odiosamente casados,
id a aquellos que ocultan su fracaso,
id a los desafortunadamente emparejados,
id a la esposa comprada,
id a la mujer impuesta.

Id a aquellos que tienen delicada lascivia,
id a aquellos cuyos delicados deseos están frustrados,
id como una plaga contra la estupidez del mundo;
id con vuestro filo contra esto,
fortaleced las sutiles cuerdas,
traed confianza a las algas y tentáculos del alma.

Id de forma amistosa,
id con un discurso abierto.
Ansiad hallar nuevos males y un nuevo bien,
estad en contra de todas las formas de opresión.
Id a aquellos endurecidos por la mediana edad,
a aquellos que han perdido el interés.

Id a los adolescentes asfixiados en la familia
¡oh, qué horribles es
ver tres generaciones reunidas en una casa!
Es como un árbol viejo con retoños
y con ramas podridas que se caen.

Salid y desafiad la opinión,
id contra esta vegetal esclavitud de la sangre.
Id contra todas las clases de manos muertas.

Ezra Pound
(Poetry, abril, 1913)

domingo, 12 de diciembre de 2010

Romance del Conde Olinos

Madrugaba el Conde Olinos,
mañanitas de San Juan,
a dar agua a su caballo
a las orillas del mar.
Mientras el caballo bebe,
se oye un hermoso cantar;
las aves que iban volando
se paraban a escuchar.
Desde las torres más altas
la Reina le oyó cantar.
–Mira, hija, cómo canta
la sirenita del mar.
–No es la sirenita, madre,
que ésta tiene otro cantar;
es la voz del Conde Olinos
que por mí penando está.
–Si es la voz del Conde Olinos
yo le mandaré matar;
que para casar contigo
le falta sangre real.
–No le mande matar, madre,
no le mande usted matar;
que si mata al Conde Olinos
a mí la muerte me da.
Guardias mandaba la Reina
al Conde Olinos buscar,
que le maten a lanzadas
y echen su cuerpo a la mar.
La infantina, con gran pena,
no cesaba de llorar.
Él murió a la media noche
y ella, a los gallos cantar.

Anónimo
(Siglo XV)

jueves, 9 de diciembre de 2010

Romance del enamorado y la muerte

Un sueño soñaba anoche,
soñito del alma mía,
soñaba con mis amores
que en mis brazos los tenía.
Vi entrar señora tan blanca
muy más que la nieve fría.
–¿Por dónde has entrado, amor?
¿Cómo has entrado, mi vida?
Las puertas están cerradas,
ventanas y celosías.
–No soy el amor, amante:
la Muerte que Dios te envía.
–¡Ay, Muerte tan rigurosa,
déjame vivir un día!
Un día no puede ser,
una hora tienes de vida.
Muy de prisa se calzaba,
más deprisa se vestía;
ya se va para la calle,
en donde su amor vivía.
–Ábreme la puerta, Blanca,
ábreme la puerta, niña.
–¿Cómo te podré yo abrir
si la ocasión no es venida?
Mi padre no fue al palacio
mi madre no está dormida.
–Si no me abres esta noche,
ya no me abrirás, querida;
la Muerte me está buscando,
junto a ti, vida sería.
–Vete bajo la ventana
donde labraba y cosía,
te echaré cordón de seda
para que subas arriba,
y si el cordón no alcanzare
mis trenzas añadiría.
La fina seda se rompe;
la Muerte que allí venía:
–Vamos, el enamorado,
que la hora ya está cumplida.

Anónimo
(Siglo XV)

lunes, 6 de diciembre de 2010

No me gusta la poesía

No me gusta la poesía. Creo que sólo me gustó de niña, cuando era un juego más. Pero no ahora que es lo inevitable.Ya no puede gustarme, porque me quita el sueño y ensombrece mis ojos y mis horas. Porque aparece sin que yo la busque. Ya no puede gustarme, porque la he visto en lugares terribles: la he visto en las afueras de las grandes ciudades y la he visto en la guerra y en el vértigo, en la tierra arrasada, en los barcos hundidos y en los niños enfermos, en las columnas de humo de las fábricas, en este cielo sucio y sin estrellas. Y la he visto en mi cuerpo cuando tiembla de frío.

María M. Bautista
(1990)

Publicado originalmente en La ceguera de Piero (5 de diciembre de 2010).

jueves, 2 de diciembre de 2010

Yo me amaba una señora

Yo me amaba una señora
que en el mundo no hay su par.
Las facciones que ella tiene
yo vos las quiero contar:
tal tenía la su cara
como rosa en el rosal:
las cejas puestas con arco,
color de fino contray;
los sus ojos tenía garzos,
parecen de un gavilán;
la nariz afiladica
como hecha de metal;
los labios de la su boca
como un fino coral;
los dientes tiene muy blancos,
menudos como la sal;
parece la su garganta
cuello de garza real;
los pechos los tenía tales
que es maravilla mirar...
y contemplando su cuerpo
el día viera asomar.

Anónimo
(Siglo XV)

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Coplas por la muerte de su padre (fragmento)

                        I

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.

                     II

Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido
y acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por pasado.
Non se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar
lo que espera
más que duró lo que vio,
pues que todo ha de pasar
por tal manera.

                     III

Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
allegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.

Jorge Manrique
(h. 1440-1479)

martes, 30 de noviembre de 2010

Serranilla VI

Moza tan hermosa
no vi en la frontera,
como una vaquera
de la Finojosa.

Haciendo la vía
del Calatraveño
a Santa María,
vencido del sueño,
por tierra fragosa
perdí la carrera,
do vi la vaquera
de la Finojosa.

En un verde prado
de rosas y flores,
guardando ganado
con otros pastores,
la vi tan graciosa,
que apenas creyera
que fuese vaquera
de la Finojosa.

No creo las rosas
de la primavera
sean tan hermosas
ni de tal manera;
hablando sin glosa,
si antes supiera
de aquella vaquera
de la Finojosa.

No tanto mirara
su mucha beldad,
porque me dejara
en mi libertad.
Mas dije:"Donosa
(por saber quién era),
¿aquella vaquera
de la Finojosa?..."

Bien como riendo,
dijo: "Bien vengades,
que ya bien entiendo
lo que demandades:
no es deseosa
de amar, ni lo espera,
aquesa vaquera
de la Finojosa".

Marqués de Santillana
(1398-1458)

*Do: Donde
Aquesa: Esa

lunes, 29 de noviembre de 2010

Sin vos y sin Dios y mí

Yo soy quien libre me vi,
yo quien pudiera olvidaros,
yo soy el que por amaros
estoy desque os conoscí
sin Dios y sin vos y mí.

Sin Dios, porque en vos adoro,
sin vos, pues no me queréis;
pues sin mí ya está de coro
que vos sois quien me tenéis.

Así que triste nací,
pues que pudiera olvidaros;
yo soy el que por amaros
estoy, desque os conoscí,
sin Dios y sin vos y mí.

Jorge Manrique
(h. 1440-1479)

domingo, 28 de noviembre de 2010

Escribir un poema

...........Escribir una poesía
...................es coger
.................un puñado
de arena mojada de olas y agua
......echártelo en el bolsillo
.................y confiar
........en que podrás llevar
.............para siempre
..........la auténtica playa
......dentro de tu chaqueta.

Javier Puebla
(El gigante y el enano, 2010)

jueves, 25 de noviembre de 2010

La maltratada

Tengo Sed. Me has quitado las praderas del norte,
regadas por arroyos de respeto y cariño.
Tengo frío. Te has ido con el sur de mi alcoba,
dejándome las huellas de tu hielo en mi cuerpo.
No sé qué hacer. La vida me parece una tumba
donde me has enterrado viva, una oscuridad
irrespirable, un túnel sin salida, una muerte
prolongada, el vacío, la ausencia, el desamparo.
Me siento tan vencida por tu odio, tan débil,
tan aterrorizada y tan inexistente,
que no puedo llorar, ni llamar por teléfono
a mis padres (que acaso me dirían: “Aguanta,
que por algo naciste mujer”), ni hacerle señas
a la vecina desde la ventana. Me quedo
acurrucada en un rincón del dormitorio,
esperando que vuelvas y sigas arrasando
con gestos de desprecio, con golpes y con gritos
aquel campo de amor que cultivamos juntos.

Luis Alberto de Cuenca
(El reino blanco, 2010)

martes, 23 de noviembre de 2010

Égloga III (fragmento)

    Filódoce, que así de aquellas era
llamada la mayor, con diestra mano
tenía figurada la ribera
de Estrimón, de una parte el verde llano
y de otra el monte de aspereza fiera,
pisado tarde o nunca de pie humano,
donde el amor movió con tanta gracia
la dolorosa lengua del de Tracia.

    Estaba figurada la hermosa
Eurídice, en el blanco pie mordida
de la pequeña sierpe ponzoñosa,
entre la hierba y flores escondida;
descolorida estaba como rosa
que ha sido fuera de sazón cogida,
y el ánima, los ojos ya volviendo,
de la hermosa carne despidiendo.

    Figurado se vía extensamente
el osado marido que bajaba
al triste reino de la oscura gente,
y la mujer perdida recobraba;
y cómo después de esto, él impaciente
por mirarla de nuevo, la tornaba
a perder otra vez, y del tirano
se queja al monte solitario en vano.

Garcilaso de la Vega
(h. 1501-1536)

lunes, 22 de noviembre de 2010

Oda XI

Tu ne quaeseris, scire nefas, quem mihi, quem tibi
finem di dederint, Leuconoe, nec Babylonios
temptaris numeros. Ut melius, quidquid erit, pati!
Seu plures hiemes seu tribuit Iuppiter ultimam,
quae nunc oppositis debilitat pumicibus mare
Tyrrhenum, sapias, vina liques et spatio brevi
spem longam reseces. Dum loquimur, fugerit invida
aetas: carpe diem, quam minimum credula postero.

Horacio
(65 a. C.-8 a. C.)


Versión en castellano de Un poema cada día

No indagues, Leuconoe, no es lícito saberlo,
qué plazo a ti y a mí nos habrán dado los dioses,
ni consultes los números de Babilonia.
¡Cuánto mejor es aceptar cualquier cosa que suceda!
Sean muchos los inviernos que Júpiter te ha concedido,
sea éste el último, que al mar Tirreno debilita ahora
en los peligrosos escollos, sé sabia, filtra el vino
y no tengas esperanza larga en el breve espacio
de la vida. Mientras hablamos, habrá huido envidioso
el tiempo: goza este día, nada fiable es el mañana.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

La plaza y los naranjos encendidos

...La plaza y los naranjos encendidos
con sus frutas redondas y risueñas.
...Tumulto de pequeños colegiales
que, al salir en desorden de la escuela,
llenan el aire de la plaza en sombra
con la algazara de sus voces nuevas.
...¡Alegría infantil en los rincones
de las ciudades muertas!...
...¡Y algo nuestro de ayer, que todavía
vemos vagar por estas calles viejas!

Antonio Machado
(Soledades, galerías y otros poemas, 1907)

martes, 16 de noviembre de 2010

Quisiera estar solo en el sur

Quizá mis lentos ojos no verán más el sur
De ligeros paisajes dormidos en el aire,
Con cuerpos a la sombra de ramas como flores
O huyendo en un galope de caballos furiosos.

El sur es un desierto que llora mientras canta,
Y esa voz no se extingue como pájaro muerto;
Hacia el mar encamina sus deseos amargos
Abriendo un eco débil que vive lentamente.

En el sur tan distante quiero estar confundido.
La lluvia allí no es más que una rosa entreabierta;
Su niebla misma ríe, risa blanca en el viento.
Su oscuridad, su luz son bellezas iguales.

Luis Cernuda
(Un río, un amor, 1929)

jueves, 11 de noviembre de 2010

Fonemoramas

Si canto soy un cantueso
Si leo soy un león
Si emano soy una mano
Si amo soy un amasijo
Si lucho soy un serrucho
Si como soy como soy
Si río soy un río de risa
Si duermo enfermo de dormir
Si fumo me fumo hasta el humo
Si hablo me escucha el diablo
Si miento invento una verdad
Si me hundo me Carlos Edmundo

Carlos Edmundo de Ory
(Metanoia, 1978)

viernes, 5 de noviembre de 2010

Amor más poderoso que la vida

La misma calidad que el sol en tu país,
saliendo entre las nubes:
alegre y delicado matiz en unas hojas,
fulgor de un cristal, modulación
del apagado brillo de la lluvia.

La misma calidad que tu ciudad,
tu ciudad de cristal innumerable
idéntica y distinta, cambiada por el tiempo:
calles que desconozco y plaza antigua
de pájaros poblada,
la plaza en que una noche nos besamos.

La misma calidad que tu expresión,
al cabo de los años,
esta noche al mirarme:
la misma calidad que tu expresión
y la expresión herida de tus labios.

Amor que tiene calidad de vida,
amor sin exigencias de futuro,
presente del pasado,
amor más poderoso que la vida:
perdido y encontrado.
Encontrado, perdido...

Jaime Gil de Biedma
(Poemas póstumos, 1968)

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Campo

....La tarde está muriendo
como un hogar humilde que se apaga.
....Allá, sobre los montes,
quedan algunas brasas.
....Y ese árbol roto en el camino blanco
hace llorar de lástima.
....¡Dos ramas en el tronco herido, y una
hoja marchita y negra en cada rama!
....¿Lloras?... Entre los álamos de oro,
lejos, la sombra del amor te aguarda.

Antonio Machado
(Soledades, galerías y otros poemas, 1907)

viernes, 29 de octubre de 2010

Morena me llaman

Morena me llaman,
yo blanca nací:
de pasear galana
mi color perdí.
Morena me llama
el hijo del rey,
si otra vez me llama
yo me voy con él.
–Dime a mí, galana,
si quieres venir.
–Los velos tengo fuertes,
no puedo venir.
Morena me llaman,
yo blanca nací:
el sol del verano
a mí me hizo así.

Anónimo
(Siglo XV)

jueves, 28 de octubre de 2010

Mucho pica el sol

Mucho pica el sol:
más pica el amor.

Mucho pica el sol
con flechas de fuego;
más pica el amor,
que hiere más recio.

Mucho pica el sol:
más pica el amor.

Anónimo
(Siglo XV)

miércoles, 27 de octubre de 2010

Con qué la lavaré

¿Con qué la lavaré,
la flor de la mi cara?

¿Con qué la lavaré,
que vivo mal penada?

Lávanse las casadas
con agua de limones.
Lávome yo, cuitada,
con penas y dolores.

¿Con qué la lavaré,
la flor de la mi cara?

¿Con qué la lavaré,
que vivo mal penada?

Lávanse las galanas
con agua de limones.
Lávome yo, cuitada,
con ansias y pasiones.

Anónimo
(Siglo XV)


martes, 26 de octubre de 2010

Abaja los ojos, casada

Abaja los ojos, casada;
no mates a quien te miraba.

Casada, pechos hermosos,
abaja tus ojos graciosos:
no mates a quien te miraba.

Abaja los ojos, casada;
no mates a quien te miraba.

Anónimo
(Siglo XV)

lunes, 25 de octubre de 2010

Perdida traigo la color

Perdida traigo la color:
todos dicen que lo he de amor.

Viniendo de la romería
encontré a mi buen amor;
pidiérame tres besicos:
luego perdí la color.
Dicen a mí que lo he de amor.

Perdida traigo la color:
todos me dicen que lo he de amor.

Anónimo
(Siglo XV)

viernes, 22 de octubre de 2010

Dentro en el vergel

Dentro en el vergel
moriré.
Dentro en el rosal
matarme han.

Yo me iba, madre,
las rosas coger;
hallé mis amores
dentro en el vergel.

Dentro en el vergel
moriré.
Dentro en el rosal
matarme han.

Anónimo
(Siglo XV)

miércoles, 20 de octubre de 2010

Ai flores, ai flores do verde pinho

Ai flores, ai flores do verde pinho,
se sabedes novas do meu amigo?
Ai, Deus, e u é?

Ai flores, ai flores do verde ramo,
se sabedes novas do meu amado?
Ai, Deus, e u é?

Se sabedes novas do meu amigo,
aquel que mentiu do que pôs comigo?
Ai, Deus, e u é?

Se sabedes novas do meu amado,
aquel que mentiu do que a mi á jurado?
Ai, Deus, e u é?

Vós me preguntades polo voss' amigo,
e eu ben vos digo que é sã' e vivo.
Ai, Deus, e u é?

Vós me preguntades polo voss' amado,
e eu ben vos digo que é viv' e são.
Ai, Deus, e u é?

E eu ben vos digo que é sã' e vivo
e seerá vosc' ant' o prazo saido.
Ai, Deus, e u é?

E eu ben vos digo que é viv' e são
e seerá vosc' ant' o prazo passado.
Ai, Deus, e u é?

Rey Don Denís
(1261-1325)

Versión en castellano de Un poema cada día


–Ay flores, ay flores del verde pino,
¿sabéis nuevas de mi amigo?
Ay, Dios, ¿dónde está?

Ay flores, ay flores del verde ramo,
¿sabéis nuevas de mi amado?
Ay, Dios, ¿dónde está?

¿Sabéis nuevas de mi amigo,
aquel que mintió en lo que acordó conmigo?
Ay, Dios, ¿dónde está?

¿Sabéis nuevas de mi amado,
aquél que mintió en lo que me ha jurado?
Ay, Dios, ¿dónde está?

–Vos me preguntáis por vuestro amigo,
y yo bien os digo que está sano y vivo.
Ay, Dios, ¿dónde está?

Vos me preguntáis por vuestro amado,
y yo bien os digo que está vivo y sano.

Ay, Dios, ¿dónde está?

Y yo bien os digo que está sano y vivo
y estará con vos antes del plazo salido.

Ay, Dios, ¿dónde está?

Y yo  bien os digo que está vivo y sano
y estará con vos antes del plazo pasado.

Ay, Dios, ¿dónde está?

martes, 19 de octubre de 2010

Para que yo me llame Ángel González

Para que yo me llame Ángel González,
para que mi ser pese sobre el suelo,
fue necesario un ancho espacio
y un largo tiempo:
hombres de todo mar y toda tierra,
fértiles vientres de mujer, y cuerpos
y más cuerpos, fundiéndose incesantes
en otro cuerpo nuevo.
Solsticios y equinoccios alumbraron
con su cambiante luz, su vario cielo,
el viaje milenario de mi carne
trepando por los siglos y los huesos.
De su pasaje lento y doloroso
de su huida hasta el fin, sobreviviendo
naufragios, aferrándose
al último suspiro de los muertos,
yo no soy más que el resultado, el fruto,
lo que queda, podrido, entre los restos;
esto que veis aquí,
tan sólo esto:
un escombro tenaz, que se resiste
a su ruina, que lucha contra el viento,
que avanza por caminos que no llevan
a ningún sitio. El éxito
de todos los fracasos. La enloquecida
fuerza del desaliento...

Ángel González
(Áspero mundo, 1956)

viernes, 15 de octubre de 2010

Tempus non fugit

Reloj de arena.
Me subo a tu cintura
y el tiempo cesa.

Luis Alberto de Cuenca
(El reino blanco, 2010)

martes, 12 de octubre de 2010

Según la melodía Jingliuyi

No mires con tanta importancia
a los bienes y a la riqueza,
mas sí a cada hora y minuto
de tu adolescencia.
La flor hay que cogerla a tiempo,
antes de que se mustie.
Si no, sólo te quedas
con la rama desnuda y seca.

Du Qiulian (poetisa)
(siglo IX)

[Traducción al castellano de Guojian Chen]

sábado, 9 de octubre de 2010

Añorando, bajo la luna, a mi lejana amada

Sobre el piélago se eleva
la luna con resplandor.
La contemplamos tú y yo
desde dos extremos del país.
Melancólico, lamento
que la noche sea larga,
y te añoro apasionado.
Apago el candil:
me encanta la luz de la luna.
Me cubro con la capa y salgo.
La siento mojada con el rocío.
Me aflige no poder recoger
un puñado de luz y ofrecértelo.
Regreso y me tiendo en el lecho.
Ojalá te vea en el sueño.

Zhang Jiuling
(678-740)

[Traducción al castellano de Guojian Chen]

viernes, 8 de octubre de 2010

Cuitas

La luna ilumina el alto pabellón.
Sus brillantes luces están deambulando.
Arriba, una mujer nostálgica
suspira y lamenta con gran tristeza.
Es la esposa del viajero,
que se marchó hace diez años.
¡Qué ausencia tan larga!
¡Qué soledad tan sufrida!
Él es el polvo del camino,
y ella, el barro hundido en el estanque.
¿Cómo se podrán reunir?
Desesperada, exclama:
-"Quiero ser una suave brisa
para lanzarme a sus brazos.
Pero si me rechazara,
¿qué sería de mí?"

Cao Zhi
(192-232)

[Traducción al castellano de Guojian Chen]

miércoles, 6 de octubre de 2010

Egun hura

Esango didazu ez dela egia baina batzuetan ematen du
mundua geratu egiten dela. Bira egiteari utzi eta,
gurekiko behingoz abegitsu eta gaztigu eginez bezala,
une hori luzatzen digu betiko.

Esango didazu gehiegikeria dela nirea,
eta esaten ditudanak ez direla hain muntako,
hain berebiziko, beste gertaera batzuen aldean.

Baina uztaileko arratsalde hartan,
oraindik gazte, oraindik herabe,
etxekoak zelai hartan futbolean ikustean,
neska koskor ala nagusi izan,
orduan konturatu nintzen,
gutxi barru gutariko batzuk,
eta baita lekua bera ere,
desagertu egingo zirela.

Ez zen egun hartan ezer berezitik gertatu
baina une hura,
esnezko erle eta argizarizko zelaien eguna,
bakarra izango da beti niretzat.

Kirmen Uribe
(Bitartean heldu eskutik, 2001)


Versión en castellano


Aquel día

Me dirás que no es cierto, pero de vez en cuando parece
que el mundo se detiene. Que ha dejado de girar y,
por una vez amable con nosotros y como avisándonos,
nos prolonga ese preciso momento, por siempre.

Me dirás que soy un exagerado,
que las cosas de las que te hablo no son tan importantes,
tan definitivas, comparadas con otras que pasaron.

Pero cuando aquella tarde de julio,
siendo aún joven, aún tímido,
vi a todos los de casa jugando al fútbol en aquel prado,
lo mismo la niña más pequeña que los más ancianos,
en aquel momento comprendí
que pronto algunos de nosotros,
y aquel lugar,
habrían desaparecido.

Aquel día no sucedió nada especial,
pero aquel momento,
aquel día de abejas de leche y prados de cera,
para mí será único siempre.

Kirmen Uribe
(Mientras tanto cógeme la mano, ed. bilingüe, 2003)

[Traducción al castellano de Kirmen Uribe, Gerardo Markuleta y Ana Arregi]

domingo, 3 de octubre de 2010

Viajes

Hay viajes que comienzan en tus ojos
y te recorren toda hasta los pies.
Son viajes minuciosos, con escalas
interminables, lentas, encendidas
como espadas de luz. Son viajes íntimos
rumbo al conocimiento de los límites,
rumbo a otra dimensión. Tengo la carne
cansada de esos viajes, y el espíritu
consumido de tanta plenitud.
Pero hay también, junto a esos viajes, otros,
más ligeros, más frívolos, menores
desde una perspectiva gnoseológica:
viajes que comunican con espacios
de pura diversión, que no transmiten
más que mensajes huecos desde torres
vacías, y que ayudan a olvidarte
por un tiempo, que nunca es excesivo,
para después poderte amar mejor.

Luis Alberto de Cuenca
(El reino blanco, 2010)

miércoles, 29 de septiembre de 2010

El lobito bueno

Érase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos.

Y había también
un príncipe malo,
una bruja hermosa
y un pirata honrado.

Todas estas cosas
había una vez.
Cuando yo soñaba
un mundo al revés.

José Agustín Goytisolo
(Palabras para Julia y otras canciones, 1979)

sábado, 25 de septiembre de 2010

Ha venido a esa hora

No vive en este barrio.
No conoce las tiendas.
No conoce a las gentes
que se afanan en ellas.
No sabe a lo que vino.
No compra aquí la prensa.
Recuerda las esquinas
que los perros recuerdan.

Ventanas encendidas
le agrandan la tristeza.
Corazón traseúnte,
junto a las casas nuevas
camina vacilando,
como un hombre a quien llevan.
El viento del suburbio
se le enreda en las piernas.

La calle como entonces.
Como entonces ajena.
Y el aire oscurecido
la noche que se acerca.
Cuando dobla la esquina
y aprieta el paso, sueña
que el tiempo no ha cambiado,
jugando a que regresa.

Luego pasa de largo,
y piensa: fue una época.

Jaime Gil de Biedma
(Poemas póstumos, 1968)

martes, 21 de septiembre de 2010

Poema (Amarillea todo)

Y en las hermosas luces
del otoño
oigo tu voz de nuevo,
compañera,
agrietando los riscos
y los valles
para seguir andando
hacia delante
con la esperanza tenue
de las lluvias.

Amarillea todo,
hasta ese cobrizo azul que nos cobija
cuando octubre
y noviembre
se desgranan despacio por la tierra.

Amarillea todo,
hasta esos pájaros que huyen
de las primeras voces
de la niebla.

Amarillea todo,
hasta ese buen cansancio
que el camino produce
en la vereda.

Y a orillas de las huertas
como mensajes póstumos del hombre
se alzan piras de humo
y de silencio.

Sobre la tarde quieta,
con los cierzos parados
al oeste,
sube desde la tierra
un vaho tranquilo
que lo emborrona todo.

Y es precisamente
en esos días
cuando más te enternezco,
tierra mía,
tierra de mil colores
a la que un día
dejaré que me abraces
y me duermas
sobre tu seno hondo
bajo el otoño dulce
que te anida.


José Antonio Labordeta (1935-2010)
(Las cuatro estaciones, 1981)

lunes, 20 de septiembre de 2010

Tribulatorio (F)

Cuando vuelvas
cuando cansado te sientes al borde del camino
y contemples el mar
como una luz vencida
y el otoño te traiga
el amargo sabor de los días agrestes
RECUERDA,
como si nada fuese a suceder,
tus infinitos pasos
huellas sobre las yerbas de otros días.

Luego crece
crece hasta sucumbir como un gigante
como una hormiga inútil.
Tú y yo
y el celeste paisaje de las noches
habremos sido viento
palabras apresadas
miedo vencido
inútil NADA.

José Antonio Labordeta (1935- 2010)
(Tribulatorio, 1973)

martes, 14 de septiembre de 2010

Bright Star

Bright Star! would I were steadfast as thou art—
Not in lone splendour hung aloft the night,
And watching, with eternal lids apart,
Like nature’s patient sleepless Eremite,

The moving waters at their priestlike task
Of pure ablution round earth’s human shores,
Or gazing on the new soft fallen mask
Of snow upon the mountains and the moors—

No—yet still steadfast, still unchangeable,
Pillow’d upon my fair love’s ripening breast,
To feel for ever its soft fall and swell,

Awake for ever in a sweet unrest,
Still, still to hear her tender-taken breath,
And so live ever—or else swoon to death.


John Keats
(1795-1821)


Este soneto (que da título a la hermosa película de 2009 de Jane Campion sobre Keats) ha sido considerado durante mucho tiempo su último poema. Fue compuesto en su viaje a Italia en busca de la salud que no pudo recobrar. Keats lo escribió en un ejemplar de The Poetical Works of William Shakespeare de su amigo Joseph Severn.

En esta magnífica web (nacida de la pasión personal de Marilee) puede leerse el manuscrito original de Keats.


Versión en castellano de Un poema cada día

BRILLANTE ESTRELLA

Brillante Estrella, fuera yo inalterable como vos
—no en solitario esplendor colgada en lo alto de la noche,
y mirando, con eternos párpados abiertos,
como el insomne Ermitaño paciente en la naturaleza,

las agitadas aguas en su tarea sacerdotal
de pura ablución sobre las humanas costas de la tierra,
o contemplando las nuevas máscaras suavemente caídas
de nieve sobre las montañas y los páramos—.

No. Pero aún inalterable, aún inmutable,
acurrucado sobre el pecho maduro de mi bello amor,
para sentir por siempre su suave henchir y caer,

despierto para siempre en una dulce inquietud,
en silencio, en silencio para oír su tierno inspirar,
y así vivir siempre —o si no, desvanecerme hacia la muerte.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Antes de amarte, amor, nada era mío

Antes de amarte, amor, nada era mío:
vacilé por las calles y las cosas:
nada contaba ni tenía nombre:
el mundo era del aire que esperaba.

Yo conocí salones cenicientos,
túneles habitados por la luna,
hangares crueles que se despedían,
preguntas que insistían en la arena.

Todo estaba vacío, muerto y mudo,
caído, abandonado y decaído,
todo era inalienablemente ajeno,

todo era de los otros y de nadie,
hasta que tu belleza y tu pobreza
llenaron el otoño de regalos.

Pablo Neruda
(Cien sonetos de amor, 1959)

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Domingo astromántico

Y ya lo sé, otra vez ha sucedido,
volaron los manteles y el domingo se hizo especial.

Flotaba en azoteas todo mi deseo,
solecito bueno y tus faldas al viento,
nada más.

Aeroplanos que saludo moviendo un espejo,
la ropa y tu pelo se movían al mismo compás,
nada más.

Te deslizas como si fueras de viento
y al contacto con mis dedos te desvanecieras.

Si tu magia ya no me hace efecto,
¿cómo voy a continuar?
Si me sueltas entre tanto viento,
¿cómo voy a continuar?,
¿cómo voy a continuar?

Recuerdo que sopló la luna y era en pleno día
y entre aquellas nubes vislumbraste la estrella polar,
y algo más.

Madelmans haciendo slalom por tu cuello,
aire que se lleva tus misterios, hacia el Sur se van.

Y sé que a veces piensas que estoy algo ido,
pero nunca pierdo una sola oportunidad de admirar cómo...

Te deslizas como si fueras de viento
y al contacto con mis dedos te desvanecieras.

Si tu magia ya no me hace efecto,
¿cómo voy a continuar?
Si me sueltas entre tanto viento,
¿cómo voy a continuar?,
¿cómo voy a continuar?

Santi Balmes (Love of Lesbian)
(Maniobras de escapismo, 2005)

A la altura de los mejores poemas de la época, os invitamos a disfrutar de esta canción de Love of Lesbian. Este es el videoclip oficial de la versión original.


En esta otra versión, con el acompañamiento de la espectacular voz de Zahara.

lunes, 6 de septiembre de 2010

La estación de la lluvia

Aún no he encontrado mejor estación
......para escribirte
que la estación de la lluvia.
Será porque entre una gota y otra gota
te penetro con mis manos
y dibujo húmedo tu cuerpo con mis versos...
y entonces tú eres la lluvia,
y yo, el cielo prolongado…

Antonio José Mialdea
(Manual de lluvia, 2007)

martes, 31 de agosto de 2010

La primera vegada

Ens vam trobar a la Plaça Catalunya,
davant de la filera de rellotges
que marcaven l'horari de les ciutats del món.
Ja no he parat de riure o de plorar per tu.
La lluna sempre ha estat als vidres freds
de les finestres de la nostra vida
com un d'aquells rellotges, que ara marquen
el passat i el demà del nostre amor.
En alguna ciutat del pensament
jo t'estaré estimant
quan marqui la teva hora solitària
l'esfera de la lluna sobre el mar.


La primera vez

La cita fue en la plaza Cataluña,
delante de la hilera de relojes
que marcaban la hora en las ciudades del mundo.
Ya no he dejado nunca de reír o de llorar por ti.
La luna ha estado siempre en las ventanas
de nuestra vida, en sus cristales fríos
como un reloj de aquellos, que ahora marcan
el ayer y el mañana en nuestro amor.
En alguna ciudad del pensamiento
te estaré amando
cuando marque tu hora solitaria
la esfera de la luna sobre el mar.

Joan Margarit
(Casa de Misericòrdia, 2007)

[Traducción al castellano del propio autor]

viernes, 13 de agosto de 2010

Me tiraste un limón, y tan amargo

Me tiraste un limón, y tan amargo,
con una mano cálida y tan pura,
que no menoscabó su arquitectura
y probé su amargura, sin embargo.

Con el golpe amarillo, de un letargo
pasó a una desvelada calentura
mi sangre, que sintió la mordedura
de una punta de seno duro y largo.

Pero al mirarte y verte la sonrisa
que te produjo el limonado hecho,
a mi torpe malicia tan ajena,

se me durmió la sangre en la camisa,
y se volvió el poroso y áureo pecho
una picuda y deslumbrante pena.

Miguel Hernández
(El silbo vulnerado, 1934-1935)

lunes, 2 de agosto de 2010

Carpe diem

Cuando el amor se termina no queda nadie que traiga flores los
..........sábados
Las botellas de Lambrusco dejan de hacer ¡plop!
Las deliciosas películas de arte y ensayo se vuelven aburridas
Nadie te regala calcetines por Pascua, nadie te pone el termómetro
Cuando un amor se termina dan las diez un cuarto de hora antes
Las estrellas comienzan a acumular un retraso considerable
Las gatas dejan plantado al párroco en los tejados
Las luces indirectas enfocan directamente los portarretratos
Cambias los muebles de sitio, ordenas la biblioteca
Aparece la lupa, encuentras los comprobantes de la tintorería
Las cajeras del supermercado te empiezan a sonreír de otra manera
Los cuervos marinos se vuelven palomas mensajeras
Se acabó el azúcar, echas mano del edulcorante
Te paran todos los taxis, vas derecho al motel de las metáforas
Tocan el timbre, el cartero te deja un certificado para la vecina
Llaman por teléfono, otra vez la noche se ha equivocado de número.

Juan Carlos Mestre
(La casa roja, 2008)

jueves, 29 de julio de 2010

Vers la tristesa

Un bosc entre la boira
és com sentir els records.
Sorgeixen i s'esborren
com el camí que hi entra,
mullat de terra roja.
Vaig buscant els ocells,
que amb la boira no canten.
Tot és quiet: ja sóc
al fons de la tristesa.

Hi ha algú que en algun lloc
llegeix aquest poema.
Jo també estic llegint-te
a través dels meus versos,
que els teus ulls van seguint.
Dels pocs llocs on trobar-nos
un d'ells és la tristesa.

Joan Margarit
(Misteriosament feliç, 2008)


Versión en castellano de Un poema cada día

Hacia la tristeza

Un bosque entre la niebla
es como sentir los recuerdos.
Surgen y se borran
como el camino que allí entra,
mojado de tierra roja.
Vas buscando los pájaros,
que con la niebla no cantan.
Todo está quieto: ya estoy
en el fondo de la tristeza.

Hay alguien que en algún lugar
lee este poema.
Yo también estoy leyéndote
a través de mis versos,
que tus ojos van siguiendo.
De los pocos lugares donde encontrarnos
uno de ellos es la tristeza.

jueves, 24 de junio de 2010

Oda a la luz encantada

La luz bajo los árboles,
la luz del alto cielo.
La luz
verde
enramada
que fulgura
en la hoja
y cae como fresca
arena blanca.

Una cigarra eleva
su son de aserradero
sobre la transparencia.

Es una copa llena
de agua
el mundo.

Pablo Neruda
(Tercer libro de las odas,1955-1957)

lunes, 21 de junio de 2010

Adolescente

¿Yo, adolescente?
Si de repente, aquí, ahora, se plantara ante mí,
¿tendría que saludarla como a una persona próxima,
a pesar de que es para mí extraña y lejana?

¿Soltar una lágrima, besarla en la frente
por el mero hecho
de que tenemos la misma fecha de nacimiento?

Hay tantas diferencias entre nosotras
que probablemente sólo los huesos son los mismos,
la bóveda del cráneo, las cuencas de los ojos.

Porque ya sus ojos son como un poco más grandes,
sus pestañas más largas, su estatura mayor
y todo el cuerpo recubierto de una piel
ceñida y tersa, sin defectos.

Nos unen, es cierto, familiares y conocidos
pero casi todos están vivos en su mundo,
y en el mío prácticamente nadie
de ese círculo común.

Somos tan diferentes,
pensamos y decimos cosas tan distintas.
Ella sabe poco,
pero con una obstinación digna de mejores causas.
Yo sé mucho más,
pero, a cambio, sin ninguna seguridad.

Me muestra unos poemas
escritos con una letra cuidada, clara,
que no tengo ya desde hace tiempo.

Leo y leo esos poemas.
A lo mejor este de aquí,
si lo acortáramos,
y lo corrigiéramos en un par de lugares.
El resto no augura nada bueno.

La conversación no fluye.
En su pobre reloj
el tiempo es barato e impreciso.
En el mío mucho más caro y exacto.

Al despedirnos nada, una especie de sonrisa
y ninguna emoción.

Sólo cuando desaparece
y olvida con las prisas la bufanda.

Una bufanda de pura lana virgen,
a rayas de colores,
hecha a ganchillo
por nuestra madre para ella.

Todavía la conservo.

Wislawa Szymborska
(Aquí, 2009)

[Traducción de Gerardo Beltrán y Abel A. Murcia Soriano]

martes, 15 de junio de 2010

Como agua sobre una piedra

a quien retorna en busca de su antiguo buscar
la noche se le cierra como agua sobre una piedra
como aire sobre un pájaro
como se cierran dos cuerpos al amarse

Alejandra Pizarnik
(Extracción de la piedra de locura, 1968)

lunes, 14 de junio de 2010

Rompecabezas

No doy a nadie el derecho.
Adoro un trozo de trapo.
Traslado tumbas de lugar.

Traslado tumbas de lugar.
No doy a nadie el derecho.
Yo soy un tipo ridículo
A los rayos del sol,
Azote de las fuentes de soda
Yo me muero de rabia.

Yo no tengo remedio,
Mis propios pelos me acusan
En un altar de ocasión
Las máquinas no perdonan.

Me río detrás de una silla,
mi cara se llena de moscas.

Yo soy quien se expresa mal
Expresa en vistas de qué.

Yo tartamudeo,
Con el pie toco una especie de feto.

¿Para qué son estos estómagos?
¿Quién hizo esta mezcolanza?

Lo mejor es hacer el indio.
Yo digo una cosa por otra.

Nicanor Parra
(Poemas y antipoemas, 1954)

viernes, 11 de junio de 2010

Las cosas

El bastón, las monedas, el llavero,
La dócil cerradura, las tardías
Notas que no leerán los pocos días
Que me quedan, los naipes y el tablero,
Un libro y en sus páginas la ajada
Violeta, monumento de una tarde
Sin duda inolvidable y ya olvidada,
El rojo espejo occidental en que arde
Una ilusoria aurora. ¡Cuántas cosas,
Limas, umbrales, atlas, copas, clavos,
Nos sirven como tácitos esclavos,
Ciegas y extrañamente sigilosas!
Durarán más allá de nuestro olvido;
No sabrán nunca que nos hemos ido.

Jorge Luis Borges
(Elogio de la sombra, 1969)

jueves, 10 de junio de 2010

Tergiversaciones

Porque me ven la barba y el pelo y la alta pipa
dicen que soy poeta..., cuando no porque iluso
suelo rimar -en verso de contorno difuso-
mi viaje byroniano por las vegas del Zipa...,

tal un ventripotente agrómena de jipa
a quien por un capricho de su caletre obtuso
se le antoja fingirse paraísos... al uso
de alucinado Pöe que el alcohol destripa!,

de Baudelaire diabólico, de angelical Verlaine,
de Arthur Rimbaud malévolo, de sensorial Rubén,
y en fin... hasta del Padre Víctor Hugo omniforme...!

¡Y tanta tierra inútil por escasez de músculos!
¡tanta industria novísima! ¡tanto almacén enorme!
Pero es tan bello ver fugarse los crepúsculos...

León de Greiff
(Tergiversaciones, 1925)

martes, 8 de junio de 2010

¡Todo era amor... amor!

...¡Todo era amor... amor! No había nada más que amor. En todas partes se encontraba amor. No se podía hablar más que de amor.

...Amor pasado por agua, a la vainilla, amor al portador, amor a plazos. Amor analizable, analizado. Amor ultramarino. Amor ecuestre.

...Amor de cartón piedra, amor con leche... lleno de prevenciones, de preventivos; lleno de cortocircuitos, de cortapisas.

...Amor con una gran M, con una M mayúscula, chorreando de merengue, cubierto de flores blancas...

...Amor espermatozoico, esperantista. Amor desinfectado, amor untuoso...

...Amor con sus accesorios, con sus repuestos; con sus faltas de puntualidad, de ortografía; con sus interrupciones cardíacas y telefónicas.

...Amor que incendia el corazón de los orangutanes, de los bomberos. Amor que exalta el canto de las ranas bajo las ramas, que arranca los botones de los botines, que se alimenta de encelo y de ensalada.

...Amor impostergable y amor impuesto. Amor incandescente y amor incauto. Amor indeformable. Amor desnudo. Amor-amor que es simplemente amor. Amor y amor... ¡y nada más que amor!

Oliverio Girondo
(Espantapájaros, 1932)

lunes, 7 de junio de 2010

Este piano viaja para adentro

Este piano viaja para adentro,
viaja a saltos alegres.
Luego medita en ferrado reposo,
clavado con diez horizontes.

Adelanta. Arrástrase bajo túneles,
más allá, bajo túneles de dolor,
bajo vértebras que fugan naturalmente.

Otras veces van sus trompas,
lentas ansias amarillas de vivir,
van de eclipse,
y se espulgan pesadillas insectiles,
ya muertas para el trueno, heraldo de los génesis.

Piano oscuro ¿a quién atisbas
con tu sordera que me oye,
con tu madurez que me asorda?

Oh pulso misterioso.

César Vallejo
(Trilce, 1922)

viernes, 4 de junio de 2010

Escrito con tinta verde

La tinta verde crea jardines, selvas, prados,
follajes donde cantan las letras,
palabras que son árboles,
frases que son verdes constelaciones.

Deja que mis palabras desciendan y te cubran
como una lluvia de hojas a un campo de nieve,
como la yedra a la estatua,
como la tinta a esta página.

Brazos, cintura, cuello, senos,
la frente pura como el mar,
la nuca de bosque en otoño,
los dientes que muerden una brizna de yerba.

Tu cuerpo se constela de signos verdes
como el cuerpo del árbol de renuevos.
No te importe tanta pequeña cicatriz luminosa:
mira al cielo y su verde tatuaje de estrellas.

Octavio Paz
(Libertad bajo palabra, 1935-1957)

miércoles, 2 de junio de 2010

Considerando en frío, imparcialmente

Considerando en frío, imparcialmente,
que el hombre es triste, tose y, sin embargo,
se complace en su pecho colorado;
que lo único que hace es componerse
de días;
que es lóbrego mamífero y se peina...

Considerando
que el hombre procede suavemente del trabajo
y repercute jefe, suena subordinado;
que el diagrama del tiempo
es constante diorama en sus medallas
y, a medio abrir, sus ojos estudiaron,
desde lejanos tiempos,
su fórmula famélica de masa...

Comprendiendo sin esfuerzo
que el hombre se queda, a veces, pensando,
como queriendo llorar,
y, sujeto a tenderse como objeto,
se hace buen carpintero, suda, mata
y luego canta, almuerza, se abotona...

Considerando también
que el hombre es en verdad un animal
y, no obstante, al voltear, me da con su tristeza en la cabeza...

Examinando, en fin,
sus encontradas piezas, su retrete,
su desesperación, al terminar su día atroz, borrándolo...

Comprendiendo
que él sabe que le quiero,
que le odio con afecto y me es, en suma, indiferente...

Considerando sus documentos generales
y mirando con lentes aquel certificado
que prueba que nació muy pequeñito...

le hago una seña,
viene,
y le doy un abrazo, emocionado.
¡Qué más da! Emocionado... Emocionado...

César Vallejo
(Poemas humanos, 1939)

martes, 1 de junio de 2010

Poema LX

De las veinticuatro horas del día, siempre te dejo una para que puedas irte, si lo quieres.
Si me das veintitrés horas de cada día tuyo, bien puedes conservar una sola para pensar en ella, si están las otras veintitrés bien empleadas.
Ésa es la hora tuya, y de tal modo la respeto, que casi me privo de respirar, a fin de que ni mi aliento te turbe o te desvíe.
Es la hora en que yo me borro a mí misma, en que yo me sujeto el corazón y me vuelvo de espaldas a tu tiempo, de cara a la pared, para esperar, trémula, ansiosa, esa hora que dura todo un siglo...
Cuando ella pasa vuelvo a abrir los ojos, y, viéndote a mi lado todavía, te saludo entonces sin gestos, sin palabras, como un nuevo milagro, para mí sola florecido.
Es un milagro que se hace todos los días sin gastarse, sin que la angustia deje de ser angustia, ni la alegría deje de ser maravillosa, pura, estrenada alegría.

Dulce María Loynaz
(Poemas sin nombre, 1953)

lunes, 31 de mayo de 2010

Quien te dice que ausencia causa olvido

Quien te dice que ausencia causa olvido
mal supo amar, porque si amar supiera,
¿qué, la ausencia?: la muerte nunca hubiera
las mientes de su amor adormecido.

¿Podrá olvidar su llaga un corzo herido
del acertado hierro, cuando quiera
huir medroso, con veloz carrera,
las manos que la flecha han despedido?

Herida es el amor tan penetrante
que llega al alma; y tuya fue la flecha
de quien la mía dichosa fue herida.

No temas, pues, en verme así distante,
que la herida, Amarili, una vez hecha,
siempre, siempre y doquiera, será herida.


Francisco de Medrano
(1570-1607)

viernes, 28 de mayo de 2010

A Roma sepultada en sus ruinas

...Buscas en Roma a Roma, ¡oh, peregrino!,
y en Roma misma a Roma no la hallas;
cadáver son las que ostentó murallas,
y tumba de sí propio el Aventino.

...Yace donde reinaba el Palatino;
y limadas del tiempo, las medallas
más se muestran destrozo a las batallas
de las edades que blasón latino.

...Sólo el Tibre quedó, cuya corriente,
si ciudad la regó, ya, sepultura,
la llora con funesto son doliente.

...¡Oh, Roma!, en tu grandeza, en tu hermosura,
huyó lo que era firme, y solamente
lo fugitivo permanece y dura.

Francisco de Quevedo
(1580-1645)

jueves, 27 de mayo de 2010

¡Con qué ligeros pasos vas corriendo!

...¡Con qué ligeros pasos vas corriendo!
¡Oh, cómo te me ausentas, tiempo vano!
¡Ay de mi bien, y de mi ser tirano,
cómo tu altivo brazo voy siguiendo!

...Detenerte pensé, pasaste huyendo;
seguite, y ausentástete liviano;
gastete a ti en buscarte, ¡oh inhumano!:
mientras más te busqué, te fui perdiendo.

...Ya conozco tu furia; ya, humillado,
de tu guadaña pueblo los despojos;
¡oh amargo desengaño no admitido!

...Ciego viví, y al fin, desengañado,
hecho Argos de mi mal, con tristes ojos
huir te veo, y véote perdido.

Luis Carrillo y Sotomayor
(h. 1585-1610)

miércoles, 26 de mayo de 2010

Érase un hombre a una nariz pegado

...Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una alquitara medio viva,
érase un peje espada mal barbado;

...era un reloj de sol mal encarado,
érase un elefante boca arriba,
érase una nariz sayón y escriba,
un Ovidio Nasón mal narigado.

...Érase el espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era;

...érase un naricísimo infinito,
frisón archinariz, caratulera,
sabañón garrafal, morado y frito.

Francisco de Quevedo
(1580-1645)

lunes, 24 de mayo de 2010

Amarrado al duro banco

...Amarrado al duro banco
de una galera turquesca,
ambas manos en el remo
y ambos ojos en la tierra,
un forzado de Dragut
en la playa de Marbella
se quejaba al ronco son
del remo y de la cadena:
«¡Oh sagrado mar de España,
famosa playa serena,
teatro donde se han hecho
cien mil navales tragedias!,
pues eres tú el mismo mar
que con tus crecientes besas
las murallas de mi patria,
coronadas y soberbias,
tráeme nuevas de mi esposa,
y dime si han sido ciertas
las lágrimas y suspiros
que me dice por sus letras;
porque si es verdad que llora
mi cautiverio en tu arena,
bien puedes al mar del Sur
vencer en lucientes perlas.
Dame ya, sagrado mar,
a mis demandas respuesta,
que bien puedes, si es verdad
que las aguas tienen lengua,
pero, pues no me respondes,
sin duda alguna que es muerta,
aunque no lo debe ser,
pues que vivo yo en su ausencia.
¡Pues he vivido diez años
sin libertad y sin ella
siempre al remo condenado,
a nadie matarán penas!»
En esto se descubrieron
de la Religión seis velas,
y el cómitre mandó usar
al forzado de su fuerza.

Luis de Góngora
(1561-1627)
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