jueves, 28 de enero de 2010

Ejercicio de estilo / II

Procuraré no emplear palabras redondas
verbigracia belleza libertad tu luz
Demasiado grandes / que esperen//
Más urgente se me hace decir
anoche conté con el cuerpo
los trecientos dedos
de tu mano
.

Carmen Camacho
(Alcaudete, Jaén, 1976)

miércoles, 27 de enero de 2010

El horimento bajo el firmazonte

                               …La farandolina en la lejantaña de la montanía
                                                     El horimento bajo el firmazonte…
.........................................................................Vicente HUIDOBRO
¡Democrad! ¡Libertacia! ¡Puebla el vivo!
¡No dictaremos más admitidores!
Pro lometemos, samas y deñores,
nuestro satierno va a gobisfacerles.

Firmaremos la gaz, no habrá más perra,
zaperán juntos el queón y el lordero,
y quieto promerer y lo promero,
vamos a felicirles muy hacerles.

(Y el horimento bajo el firmazonte,
o el firmazonte bajo el horimento
-ye ca no sé-, brillaba, grona y aro).

-Que se me raiga un cayo si les miento:
fumos soertes, y, mo lás pimportante,
¡blasamos hiempre claro!

Carmen Jodra
(Las moras agraces, 1999)

lunes, 25 de enero de 2010

Bolboreta non son

............................................A Mónica León Pichel

A roupa contra a pedra,
o xabón contra a roupa,
a chuvia contra o tellado do lavadoiro,
e no medio da chuvia miras as mans
abertas coma dúas ás arrugadas, moi limpas.
Pero ti non es unha bolboreta,
non se che vai coa auga a fariña das ás,
ti pódeste mollar.

Luz Pichel
(Casa Pechada, 2006)


Versión en castellano

La ropa contra la piedra,
el jabón contra la ropa,
la lluvia contra el tejado del lavadero,
y en medio de la lluvia miras las manos
abiertas como dos alas arrugadas, muy limpias.
Pero tú no eres una mariposa,
no se te va con el agua la harina de las alas,
tú te puedes mojar.

[Traducción propia]

viernes, 22 de enero de 2010

Sonatina

...La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.
...El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
...¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz,
o en el rey de las islas de las Rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
...¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
...Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte,
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
...¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real;
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.
...¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida.)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe,
(La princesa está pálida. La princesa está triste.)
más brillante que el alba, más hermoso que Abril!
...«Calla, calla, princesa —dice el hada madrina—;
en caballo, con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con un beso de amor».

Rubén Darío
(Prosas profanas, 1896)

jueves, 21 de enero de 2010

Poema LXX

Éstas son mis alegrías: las he contado, y creo que no falta ninguna. Llévalas todas a cantar en tus noches, o a perderse en tus mares, o a morir en tus labios.
Éstas son mis tristezas. Contarlas no he podido, pero sé que me siguen fielmente. Llévalas a todas a abonar tu tierra, a ser la levadura de tu pan, la leña de tu lumbre.
Ésta soy yo: fundida con mi sombra, entera y sin rezagos. Llévame a tu corazón, que peso poco y no tengo otra almohada ni otro sueño.

Dulce María Loynaz
(Poemas sin nombre, 1958)

miércoles, 20 de enero de 2010

Polos teus ollos quen pasóu, amiga

Polos teus ollos quen pasóu, amiga,
deixóu unha ollada de amore perdida.
Nos ollos teus.

Deixóu de amore perdida unha ollada
polos teus ollos quen pasóu, amada.
Nos ollos teus.

Cinza levás nos ollos, amiga,
daquela ollada de amore perdida.
Nos ollos teus.

Borrallo nos ollos levás, amada,
que non miraches a quen te ollaba.
Nos ollos teus.

Álvaro Cunqueiro
(Cantiga nova que se chama riveira, 1933)


Versión en castellano

Por tus ojos quien pasó, amiga,
dejó una mirada de amor perdida.
En tus ojos.

Dejó de amor perdida una mirada
por tus ojos quien pasó, amada.
En tus ojos.

Ceniza llevas en los ojos, amiga,
de aquella mirada de amor perdida.
En tus ojos.

Rescoldo en los ojos llevas, amada,
que no miraste a quien te miraba.
En tus ojos.

[Traducción propia]

sábado, 16 de enero de 2010

Los novios

Tendidos en la yerba
una muchacha y un muchacho.
Comen naranjas, cambian besos
como las olas cambian sus espumas.

Tendidos en la playa
una muchacha y un muchacho.
Comen limones, cambian besos
como las nubes cambian espumas.

Tendidos bajo tierra
una muchacha y un muchacho.
No dicen nada, no se besan,
cambian silencio por silencio.

Octavio Paz
(Libertad bajo palabra, 1935-1957)

viernes, 15 de enero de 2010

De profundis clamavi

J'implore ta pitié, Toi, l'unique que j'aime,
Du fond du gouffre obscur où mon coeur est tombé.
C'est un univers morne à l'horizon plombé,
Où nagent dans la nuit l'horreur et le blasphème;

Un soleil sans chaleur plane au-dessus six mois,
Et les six autres mois la nuit couvre la terre;
C'est un pays plus nu que la terre polaire;
–Ni bêtes, ni ruisseaux, ni verdure, ni bois!

Or il n'est pas d'horreur au monde qui surpasse
La froide cruauté de ce soleil de glace
Et cette immense nuit semblable au vieux Chaos;

Je jalouse le sort des plus vils animaux
Qui peuvent se plonger dans un sommeil stupide,
Tant l'écheveau du temps lentement se dévide!

Charles Baudelaire
(Les Fleurs du mal, 1857)


Versión en castellano de Un poema cada día

Te imploro piedad, a Ti, la única a quien amo,
Desde el abismo oscuro donde mi corazón ha caído.
Es un universo triste de horizonte plomizo,
Donde nadan en la noche el horror y la blasfemia;

Un sol gélido se eleva allí durante seis meses;
Y los otros seis meses la noche cubre la tierra;
Es una región más yerma que la tierra polar;
¡Ni bestias, ni arroyos, ni verdura, ni bosques!

Pues no hay horror en el mundo que supere
La fría crueldad de este sol de hielo
Y esta inmensa noche semejante al viejo Caos;

Envidio la suerte de los animales más viles
Que pueden sumirse en un sueño estúpido,
¡Tan lenta se devana la madeja del tiempo!

martes, 12 de enero de 2010

Por lo visto

Por lo visto es posible declararse hombre.
Por lo visto es posible decir no.
De una vez y en la calle, de una vez, por todos
y por todas las veces en que no pudimos.

Importa por lo visto el hecho de estar vivo.
Importa por lo visto que hasta la injusta fuerza
necesite, suponga nuestras vidas, esos actos mínimos
a diario cumplidos en la calle por todos.

Y será preciso no olvidar la lección:
saber, a cada instante, que en el gesto que hacemos
hay un arma escondida, saber que estamos vivos
aún. Y que la vida
todavía es posible, por lo visto.

Jaime Gil de Biedma
(Compañeros de viaje, 1959)

sábado, 9 de enero de 2010

Después de la noticia de su muerte

Aun más que en sus poemas, en las breves
cartas que me escribiera
se retrataba esa reserva suya
voluntariosa, y a la vez atenta.

Y gusté de algo raro en nuestro tiempo,
que es la virtud –clásicamente bella-
de soportar la injuria de los años
con dignidad y fuerza.

Tras sus últimos versos, en vida releídos,
para él, por nosotros, una vejez serena
imaginé de luminosos días
bajo un cielo de México, claro como el de Grecia.

El sueño que él soñó en su juventud
y mi sueño de hablarle, antes de que muriera,
viven vida inmortal en el espíritu
de esa palabra impresa.

Su poesía, con la edad haciéndose
más hermosa, más seca;
mi pena resumida en un título de libro:
Desolación de la Quimera.

Jaime Gil de Biedma
(Moralidades, 1966)

jueves, 7 de enero de 2010

Nevada nocturna

Horas dormidas en un mundo leve
De silencio, reposo, confianza.
Ningún rumor a revolver se atreve.
La matutina claridad avanza.
Sorpresa al despertar. Silencio: nieve.

Jorge Guillén
(Homenaje, 1967)
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