sábado, 30 de mayo de 2020

Nunca es tarde para empezar de cero

                    Paisaje con río, Carl Frederik Aagaard (1872)

Nunca es tarde para empezar de cero,
para quemar los barcos,
para que alguien te diga:
–Yo solo puedo estar contigo o contra mí.

Nunca es tarde para cortar la cuerda,
para volver a echar las campanas al vuelo,
para beber de esa agua que no ibas a beber.

Nunca es tarde para romper con todo,
para dejar de ser un hombre que no pueda
permitirse un pasado.

Y además
es tan fácil:
llega María, acaba el invierno, sale el sol,
la nieve llora lágrimas de gigante vencido
y de pronto la puerta no es un error del muro
y la calma no es cal viva en el alma
y mis llaves no cierran y abren una prisión.

Es así, tan sencillo de explicar: –Ya no es tarde,
y si antes escribía para poder vivir,
ahora
          quiero vivir
                     para contarlo.

Benjamín Prado
(Ya no es tarde, 2014)

lunes, 18 de mayo de 2020

La mujer de Lot

                Ensoñación, Alphonse Osbert (1895)

Nadie nos ha aclarado todavía
si la mujer de Lot fue convertida
en estatua de sal como castigo
a la curiosidad irrefrenable
y a la desobediencia solamente,
o si se dio la vuelta porque en medio
de todo aquel incendio pavoroso
ardía el corazón que más amaba.


Amalia Bautista
(La mujer de Lot y otros poemas, 1995)

martes, 12 de mayo de 2020

Lucha de gigantes


                                Concierto A solas, de Antonio Vega, en Sol Música (2001)

Lucha de gigantes
convierte
el aire en gas natural.
Un duelo salvaje advierte
lo cerca que ando de entrar
en un mundo descomunal:
siento mi fragilidad.
Vaya pesadilla,
corriendo
con una bestia detrás.
Dime que es mentira todo,
un sueño tonto y no más.
Me da miedo la enormidad,
donde nadie oye mi voz.
Deja de engañar,
no quieras ocultar
que has pasado sin tropezar.
Monstruo de papel,
no sé contra quién voy,

¿o es que, acaso, hay alguien más aquí?
Creo en los fantasmas terribles
de algún extraño lugar
y en mis tonterías para
hacer tu risa estallar
en un mundo descomunal:
siento tu fragilidad.
Deja de engañar,
no quieras ocultar
que has pasado sin tropezar.
Monstruo de papel,
no sé contra quién voy
¿o es que, acaso, hay alguien más aquí?

Deja que pasemos sin miedo.

Antonio Vega
(El momento, 1986)
 
Un poema cada día quiere recordar a Antonio Vega, que nos dejó hace ya once años, con esta hermosa y poética canción. Pertenece al álbum El momento, de Nacha Pop, grupo del que formó parte hasta 1988.

sábado, 9 de mayo de 2020

Si recordaras, amor mío...

                       La ventana de los peces de colores, Childe Hassam (1916)

Si recordaras, amor mío, qué es lo que te aguarda tras las
seguras paredes de la espera.
Si recordaras cómo ¡y qué cruelmente! el deseo atendido
oculta su puñalada de decepción.
Si recordaras que, una vez que la pasión estalla, el secreto
deja de ser escudo y huida,
no me insistirías para que te mostrara, para que te ofreciera,
para que te otorgue.
Sino que te resignarías a sobrevivir dentro de mí en el dúctil
territorio de los sueños, donde todos los modos de ternura
que puedas inventar son permitidos, toda tempestad música
y ningún temor es irrevocable.
Si recordaras, Amor mío, qué es lo que te aguarda tras las
seguras paredes de mi corazón,
no me obligarías a levantarme en armas contra ti, a detenerte,
a desmentirte, a amordazarte, a traicionarte...
antes de que te me arrebaten, dulce silencio mío,
mi único tesoro, insensato e irreductible sentimiento.


Ana Rossetti
(Punto umbrío, 1995)
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...