domingo, 28 de marzo de 2010

Tengo estos huesos hechos a las penas

Tengo estos huesos hechos a las penas
y a las cavilaciones estas sienes:
pena que vas, cavilación que vienes
como el mar de la playa a las arenas.

Como el mar de la playa a las arenas,
voy en este naufragio de vaivenes,
por una noche oscura de sartenes
redondas, pobres, tristes y morenas.

Nadie me salvará de este naufragio
si no es tu amor, la tabla que procuro,
si no es tu voz, el norte que pretendo.

Eludiendo por eso el mal presagio
de que ni en ti siquiera habré seguro,
voy entre pena y pena sonriendo.

Miguel Hernández
(El silbo vulnerado, 1934-1935)

jueves, 25 de marzo de 2010

Yo no comprendo nada

Yo no comprendo nada. No por eso
me rindo. Una cuestión
de técnica, sin más. No comprender
apenas nada brinda
nuevas y limpias posibilidades:
ir ofreciendo el desconocimiento, hacerle
entrega al mundo de este interrogante,
que sea finalmente de todos tanta duda,
tanta perplejidad.
No comprendo siquiera
por qué, pero es inútil
tratar de resistirse a ese sosiego
que provoca partir
el pan del estupor
y, al repartirlo,
propagarlo, darlo
a luz, iniciarlo,
no poseer la sola
incomprensión de todos,
y no comprender nada,
y celebrarlo.

Gonzalo Escarpa
(Fatiga de materiales, 2006)

martes, 23 de marzo de 2010

Mañana despeinamos los espejos

..Hoy tengo acordeones por peldaños.
Un mar de margaritas en mi alfombra.
.Hoy cambio mis derrotas por abrazos
......y juego con la nieve de tu boca.
..Hay silencios parecidos a tormentas.
...Botellas con mensaje en el desierto.
...Hay bosques bailando en tus ojeras,
......arco iris en el óleo de tu cuerpo.
...Hoy llueven serpentinas en tu pelo.
.Germino en el zaguán de tu sombrero.
Hoy barro el alquitrán de tus pulmones,
...me adhiero al paraíso de los sueños.
...Hay sirenas en el teatro de la calle.
..Madreselva en tu alma trasnochada.
..Hay anhelos con sabor a mandarina,
golondrinas anidando en tu almohada.
...Hoy cambio tu ausencia por el eco.
..La tristeza por el zumo de tus labios.
.Hoy sueño que soñé que ya no sueño,
que al despertar soñaba entre tus manos.
......Hay lágrimas azules en cuartillas.
......Tristeza en el rímel de un payaso.
......Hay pétalos guardando tu semilla,
....diapasones con el tiempo trastocado.
....Hoy tengo acordeones por peldaños.
......Mañana despeinamos los espejos.

Joaquín Lera
(La fragilidad de los espejos, 2009)

lunes, 22 de marzo de 2010

La cabeza

Se me ha ido la cabeza
No soy el primero ni el último a quien de repente se le va la cabeza
Un día te levantas y no hay nadie sobre los hombros

La mayoría se aburren y marchan sin despedirse
No vuelven a acordarse de sus antiguos dueños
Las que regresan lo hacen a menudo desengañadas
Miran para otro lado como si aquí no hubiese pasado nada

Las oficinas de objetos perdidos están repletas de cabezas como la mía
Las guardan un tiempo, luego no se sabe qué hacen con ellas

No las iban a dejar allí para siempre

Juan Carlos Mestre
(La casa roja, 2008)

domingo, 21 de marzo de 2010

Rima XI

....—Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soy el símbolo de la pasión,
de ansia de goces mi alma está llena.
¿A mí me buscas?
....—No es a ti, no.

....—Mi frente es pálida, mis trenzas de oro,
puedo brindarte dichas sin fin.
Yo de ternura guardo un tesoro.
¿A mí me llamas?
....—No: no es a ti.

....—Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
soy incorpórea, soy intangible:
no puedo amarte.
....—¡Oh, ven; ven tú!

Gustavo Adolfo Bécquer
(Rimas, 1871)

viernes, 19 de marzo de 2010

Canción última

Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.

Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa,
con su ruinosa cama.

Florecerán los besos
sobre las almohadas.

Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.

El odio se amortigua
detrás de la ventana.

Será la garra suave.

Dejadme la esperanza.

Miguel Hernández
(El hombre acecha, 1937-1938)

lunes, 15 de marzo de 2010

Llegó tan hondo el beso

Llegó tan hondo el beso
que traspasó y emocionó los muertos.

El beso trajo un brío
que arrebató la boca de los vivos.

El hondo beso grande
sintió breves los labios al ahondarse.

El beso aquel que quiso
cavar los muertos y sembrar los vivos.

Miguel Hernández
(Cancionero y romancero de ausencias, 1938-1941)

martes, 9 de marzo de 2010

Las causas

Los ponientes y las generaciones.
Los días y ninguno fue el primero.
La frescura del agua en la garganta
De Adán. El ordenado Paraíso.
El ojo descifrando la tiniebla.
El amor de los lobos en el alba.
La palabra. El hexámetro. El espejo.
La Torre de Babel y la soberbia.
La luna que miraban los caldeos.
Las arenas innúmeras del Ganges.
Chuang-Tzu y la mariposa que lo sueña.
Las manzanas de oro de las islas.
Los pasos del errante laberinto.
El infinito lienzo de Penélope.
El tiempo circular de los estoicos.
La moneda en la boca del que ha muerto.
El peso de la espada en la balanza.
Cada gota de agua en la clepsidra.
Las águilas, los fastos, las legiones.
César en la mañana de Farsalia.
La sombra de las cruces en la tierra.
El ajedrez y el álgebra del persa.
Los rastros de las largas migraciones.
La conquista de reinos por la espada.
La brújula incesante. El mar abierto.
El eco del reloj en la memoria.
El rey ajusticiado por el hacha.
El polvo incalculable que fue ejércitos.
La voz del ruiseñor en Dinamarca.
La escrupulosa línea del calígrafo.
El rostro del suicida en el espejo.
El naipe del tahúr. El oro ávido.
Las formas de la nube en el desierto.
Cada arabesco del calidoscopio.
Cada remordimiento y cada lágrima.
Se precisaron todas esas cosas
Para que nuestras manos se encontraran.

Jorge Luis Borges
(Historia de la noche, 1977)

sábado, 6 de marzo de 2010

Habitación para dos

Una última claridad antes que el sol decline.
Un cuerpo preciso para el final de mi mano,
bocas que ascienden la pendiente del labio
hasta arrancar de la vida sus flores tan serias
con un fulgor de huesos chocando.

Que nada exista más allá del húmedo relámpago
de un ser acariciado y su plegaria.
Enséñale a la muerte el salvaje canto
de un sexo hecho de ciencias inestables.

Que dancen los cuerpos con vocación de sombra,
con pánico y extraños, enjuagados, abatidos, germinando.
Que pronuncien tu nombre por pasillos de fiebre,
que en presagios de luz se transformen los brazos
hasta que el grito alcance horizontes y escalas,
cuellos, perfumes, escotes, caderas,
océanos percutiendo,
lucernas altas del fuego dando luz a dedos zahoríes,
al agua blanda del placer.

Volverán después los cuerpos a su espejo vacío.
Promesas incumplidas serán: ceniza saciada.
Cuerpos profanados en la vieja ceremonia,
........siempre extraños o distantes, fugitivos,
sin contornos,
vencidos en sudor, y despoblados.

Antonio Lucas
(Los mundos contrarios, 2009)

martes, 2 de marzo de 2010

Underwood girls

Quietas, dormidas están,
las treinta, redondas, blancas.
Entre todas
sostienen el mundo.
Míralas aquí en su sueño,
como nubes,
redondas, blancas y dentro
destinos de trueno y rayo,
destinos de lluvia lenta,
de nieve, de viento, signos.
Despiértalas,
con contactos saltarines
de dedos rápidos, leves,
como a músicas antiguas.
Ellas suenan otra música:
fantasías de metal
valses duros, al dictado.
Que se alcen desde siglos
todas iguales, distintas
como las olas del mar
y una gran alma secreta.
Que se crean que es la carta,
la fórmula como siempre.
Tú alócate
bien los dedos, y las
raptas y las lanzas,
a las treinta, eternas ninfas
contra el gran mundo vacío,
blanco a blanco.
Por fin a la hazaña pura,
sin palabras sin sentido,
ese, zeda, jota, i...

Pedro Salinas
(Fábula y signo, 1931)

lunes, 1 de marzo de 2010

Calle del arrabal

Se me quedó en lo hondo
una visión tan clara,
que tengo que entornar los ojos cuando
intento recordarla.

A un lado, hay un calvero de solares;
en frente, están las casas alineadas
porque esperan que de un momento a otro
la Primavera pasará.

..................................Las sábanas,
aún goteantes, penden
de todas las ventanas,
el viento juega con el sol en ellas
y ellas ríen del juego y de la gracia.

Y hay las niñas bonitas
que se peinan al aire libre.

..............................................Cantan
los chicos de una escuela la lección.
Las once dan.

.........................Por el arroyo pasa
un viejo cojitranco
que empuja su carrito de naranjas.

Dámaso Alonso
(Poemas puros. Poemillas de la ciudad, 1921)
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