jueves, 30 de junio de 2011

Alhambra


La sala del león en La Alhambra, Wilhelm Gail (1804-1890)

Grata la voz del agua
A quien abrumaron negras arenas,
Grato a la mano cóncava
El mármol circular de la columna,
Gratos los finos laberintos del agua 
Entre los limoneros,
Grata la música del zéjel,
Grato el amor y grata la plegaria
Dirigida a un Dios que está solo,
Grato el jazmín.

Vano el alfanje
Ante las largas lanzas de los muchos,
Vano ser el mejor.
Grato sentir o presentir, rey doliente,
Que tus dulzuras son adioses,
Que te será negada la llave,
Que la cruz del infiel borrará la luna,
Que la tarde que miras es la última.

Granada, 1976

Jorge Luis Borges
(Historia de la noche, 1977)

jueves, 23 de junio de 2011

Aniversari

Els llums s'han apagat, han tret el pastís,
aplaudien els pares, els tiets i els amics
tots alhora, agrupats en un únic crit,
"que demani un desig, que demani un desig".
I tu, nerviosa, com sempre que et toca ser
el centre d'atenció,
has fixat els ulls en un punt imprecís del menjador
un segon, dos segons, tres segons, quatre i cinc.
Els teus ulls cavalcaven buscant un desig,
les espelmes cremaven i alguns dels amics
t'enfocaven amb càmares de retratar,
una veu comentava "ai, que guapa està"
i jo, en el fons, m'acabava el culet de la copa decidit
a trobar un raconet adequat per fer-me petit, petit.
Del tamany d’una mosca, del tamany d’un mosquit.
Per un cop empetitit, sota els tamborets
i la taula allargada pels dos cavallets,
fer-me pas amb prudència per un entramat
de sabates d'hivern, de confeti aixafat,
i esprintar maleint la llargada dels meus nous passets
i amagar-me entre un tap de suro i la paret
just a temps que no em mengi el collons de gatet.
I escalar les cenefes del teu vestit
i falcar el peu esquerre en un descosit
i arribar-te a la espatlla i seure en un botó
i agafar un pelet d’aire i, amb un saltiró,
enganxar-te un cabell i impulsar-me
en un últim salt final
i accedir al teu desig travessant la paret del llagrimal.
Ara un peu! Ara un braç! Ara el tors! Ara el cap!

I ja dins del desig, veure si hi ha bon ambient,
repartir unes targetes, ser amable amb la gent
i amb maneres de jove discret i educat
presentar els meus respectes a la autoritat,
escoltar amb atenció batalletes curioses als més vells,
fer-me fotos gracioses amb altres il.lustres viatgers
i amb un home amb corbata que no sé qui és.
I en el núvol de somnis que tens a l'abast
i entre d’altres que, ho sento, però ja mai viuràs,
detectar un caminet que m'allunyi del grup
o una ombreta tranquil.la on, desapercebut,
estirar-me una estona i, per fi, relaxar-me celebrant
el plaer indescriptible que és estar amb tu, avui que et fas gran,
mentre a fora de l'ull les espelmes es van apagant.

Manel
(10 milles per veure una bona armadura, 2010)

Versión al castellano de Un poema cada día

Cumpleaños

Las luces se han apagado, han sacado la tarta,
aplaudían los padres, los tíos y los amigos
todos a la vez, agrupados en un único grito,
"que pida un deseo, que pida un deseo".
Y tú, nerviosa, como siempre que te toca ser
el centro de atención,
has fijado los ojos en un punto impreciso del comedor
un segundo, dos segundos, tres segundos, cuatro y cinco.
Tus ojos cabalgaban buscando un deseo,
las velas ardían y algunos de los amigos
te enfocaban con cámaras de retratar,
una voz comentaba "ay, qué guapa está"
y yo, al fondo, apuraba la copa decidido
a encontrar un rinconcito adecuado para hacerme pequeño, pequeño.
Del tamaño de una mosca, del tamaño de un mosquito.
Para una vez empequeñecido, bajo los taburetes
y la mesa alargada por los dos caballetes,
hacerme paso con prudencia por un entramado
de zapatos de invierno, de confeti aplastado,
y esprintar maldiciendo la longitud de mis nuevos pasitos
y esconderme entre un tapón de corcho y la pared
justo a tiempo de que no me coma el maldito gatito.
Y escalar las cenefas de tu vestido
y calzar el pie izquierdo en un descosido
y llegar a tu espalda y sentarme en un botón
y coger un pelín de aire y, con un saltito,
agarrarte un cabello e impulsarme
en un último salto final
y acceder a tu deseo atravesando la pared del lagrimal.
¡Ahora un pie! ¡Ahora un brazo! ¡Ahora el torso! ¡Ahora la cabeza!

Y ya dentro del deseo, ver si hay buen ambiente,
repartir unas tarjetas, ser amable con la gente
y con maneras de joven discreto y educado
presentar mis respetos a la autoridad,
escuchar con atención batallitas curiosas a los más viejos,
hacerme fotos graciosas con otros ilustres viajeros
y con un hombre con corbata que no sé quién es.
Y en la nube de sueños que tienes al alcance
y entre otros que, lo siento, pero ya nunca vivirás,
detectar un caminito que me aleje del grupo
o una sombrita tranquila donde, desapercibido,
tumbarme un rato y, por fin, relajarme celebrando
el placer indescriptible que es estar contigo, hoy que te haces mayor
mientras fuera del ojo las velas se van apagando.

(10 millas para ver una buena armadura, 2010) 

Os invitamos a disfrutar del delicioso vídeo realizado por Manel de esta preciosa canción, llena de poesía, imaginación y humor.

domingo, 19 de junio de 2011

La alondra de Verona

           Romeo y Julieta, Frank Dicksee (1853-1928)

..................................                   En el adiós de Romeo 
.....................................                  ..                  y Julieta

El ruiseñor, si quieres,
por las granadas;
si quieres, que la noche
no encuentre el alba.

¿Partir?... ¡Morir! ¡Tus labios:
sáciame, sombra!

(No canta el ruiseñor.
Canta la alondra).

Manuel Ortiz
(Juegos y Canciones, 2011)

jueves, 9 de junio de 2011

Fuga de muerte

Leche negra del alba la bebemos al atardecer
la bebemos al mediodía y a la mañana la bebemos de noche
bebemos y bebemos
cavamos una fosa en los aires allí no hay estrechez
En la casa vive un hombre que juega con las serpientes que escribe
que escribe al oscurecer a Alemania tu cabello de oro Margarete
lo escribe y sale a la puerta de casa y brillan las estrellas silba llamando a sus perros
silba y salen sus judíos manda cavar una fosa en la tierra
nos ordena tocad ahora música de baile.

Leche negra del alba te bebemos de noche
te bebemos de mañana y al mediodía te bebemos al atardecer
bebemos y bebemos
En la casa vive un hombre que juega con las serpientes que escribe
que escribe al oscurecer a Alemania tu cabello de oro Margarete
Tu cabello de ceniza Sulamita cavamos una fosa en los aires allí no hay estrechez.

Grita cavad más hondo en el reino de la tierra los unos y los otros cantad y tocad
echa mano al hierro en el cinto lo blande tiene ojos azules
hincad más hondo las palas los unos y los otros volved a tocar música de baile.

Leche negra del alba te bebemos de noche
te bebemos al mediodía y a la mañana te bebemos al atardecer
bebemos y bebemos
un hombre vive en la casa tu cabello de oro Margarete tu cabello de ceniza Sulamita él juega con serpientes

Grita tocad más dulcemente a la muerte la muerte es un amo de Alemania
grita tocad más sombríamente los violines luego subiréis como humo en el aire
luego tendréis una fosa en las nubes allí no hay estrechez.

Leche negra del alba te bebemos de noche
te bebemos al mediodía la muerte es un amo de Alemania
te bebemos al atardecer y a la mañana bebemos
y bebemos la muerte es un amo de Alemania su ojo es azul
te alcanza con bala de plomo te alcanza certero
un hombre vive en la casa tu cabello de oro Margarete
azuza sus perros contra nosotros nos regala una fosa en el aire
acosa con las serpientes y sueña la muerte es un amo de Alemania
tu cabello de oro Margarete
tu cabello de ceniza Sulamita.

Paul Celan
(Amapola y memoria, trad. Jesús Munárriz, Madrid, Hiperión, 1996).

[Paul Celan recurrió a la poesía para hacer sentir el horror del exterminio nazi. Estuvo sometido a trabajos forzados en un campo de concentración. Sus padres murieron en campos de exterminio. “Fuga de muerte” refleja cómo los judíos eran obligados a cavar fosas mientras los nazis se divertían. Celan se suicidó arrojándose al Sena en 1970, con 49 años de edad].

miércoles, 8 de junio de 2011

Sorpresa

Muerto se quedó en la calle
con un puñal en el pecho.
No lo conocía nadie.
¡Cómo temblaba el farol!
Madre.
¡Cómo temblaba el farolito
de la calle!
Era madrugada. Nadie
pudo asomarse a sus ojos
abiertos al duro aire.
Que muerto se quedó en la calle
que con un puñal en el pecho
y que no lo conocía nadie.

Federico García Lorca
(Poema del cante jondo, 1921)

viernes, 3 de junio de 2011

Vermeer

Archivo:Jan Vermeer van Delft 021.jpg
   La lechera, Johannes Vermeer (1632-1675)

Mientras esa mujer del Rijksmuseum
con esa calma y concentración pintadas
siga vertiendo día tras día
leche de la jarra al cuenco
no merecerá el Mundo
el fin del mundo.

Wislawa Szymborska
(Aquí, 2009)

[Traducción de Gerardo Beltrán y Abel A. Murcia Soriano]

miércoles, 1 de junio de 2011

En medio de la multitud

     En medio de la multitud le vi pasar, con sus ojos tan rubios como la cabellera. Marchaba abriendo el aire y los cuerpos; una mujer se arrodilló a su paso. Yo sentí cómo la sangre desertaba mis venas gota a gota.
     Vacío, anduve sin rumbo por la ciudad. Gentes extrañas pasaban a mi lado sin verme. Un cuerpo se derritió con leve susurro al tropezarme. Anduve más y más.
     No sentía mis pies. Quise cogerlos en mi mano, y no hallé mis manos; quise gritar, y no hallé mi voz. La niebla me envolvía.
     Me pesaba la vida como un remordimiento; quise arrojarla de mí. Mas era imposible, porque estaba muerto y andaba entre los muertos.

Luis Cernuda
(Los placeres prohibidos, 1931)
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