Éstas son mis alegrías: las he contado, y creo que no falta ninguna. Llévalas todas a cantar en tus noches, o a perderse en tus mares, o a morir en tus labios.
Éstas son mis tristezas. Contarlas no he podido, pero sé que me siguen fielmente. Llévalas a todas a abonar tu tierra, a ser la levadura de tu pan, la leña de tu lumbre.
Ésta soy yo: fundida con mi sombra, entera y sin rezagos. Llévame a tu corazón, que peso poco y no tengo otra almohada ni otro sueño.
Dulce María Loynaz
(Poemas sin nombre, 1958)
Éstas son mis tristezas. Contarlas no he podido, pero sé que me siguen fielmente. Llévalas a todas a abonar tu tierra, a ser la levadura de tu pan, la leña de tu lumbre.
Ésta soy yo: fundida con mi sombra, entera y sin rezagos. Llévame a tu corazón, que peso poco y no tengo otra almohada ni otro sueño.
Dulce María Loynaz
(Poemas sin nombre, 1958)
Me dejo sin palabras. Limpio, directo, hermoso.
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