Invierno 1882, Francesc Mariera (1882)
En invernales horas, mirad a Carolina.
Medio apelotonada, descansa en el sillón,
envuelta con su abrigo de marta cibelina
y no lejos del fuego que brilla en el salón.
El fino angora blanco, junto a ella se reclina,
rozando con su hocico la falda de Alençón,
no lejos de las jarras de porcelana china
que medio oculta un biombo de seda del Japón.
Con sus sutiles filtros la invade un dulce sueño;
entro, sin hacer ruido; dejo mi abrigo gris;
voy a besar su rostro, rosado y halagüeño
como una rosa roja que fuera flor de lis.
Abre los ojos, mírame con su mirar risueño,
y en tanto cae la nieve del cielo de París.
Rubén Darío
(Azul, 1888)
Aquí está el poema diario que utilizamos para ir fortaleciendo la inteligencia y la sensibilidad de nuestros alumnos. Si alguien encuentra un bálsamo o un revulsivo en esta diaria medicina, bienvenido sea.
martes, 29 de diciembre de 2009
miércoles, 23 de diciembre de 2009
Los fantasmas de Lisboa
Dónde estará el pasado que tuvimos
el pasado que tuve entre tus brazos
En la calle resuenan nuestros pasos
pero no estamos: nos desvanecimos
Dónde estarán los besos que nos dimos
la tristeza tan dulce de los fados
tus promesas tus llantos mis enfados
nuestros cuerpos que un día compartimos
Asustados los nuevos ocupantes
de nuestro cuarto en el hotel escuchan
la risa de personas que se duchan
Como los personajes de Pessoa
somos almas sin cuerpo: dos amantes
que penan en las noches de Lisboa.
Óscar Hahn
(Apariciones profanas, 2002)
el pasado que tuve entre tus brazos
En la calle resuenan nuestros pasos
pero no estamos: nos desvanecimos
Dónde estarán los besos que nos dimos
la tristeza tan dulce de los fados
tus promesas tus llantos mis enfados
nuestros cuerpos que un día compartimos
Asustados los nuevos ocupantes
de nuestro cuarto en el hotel escuchan
la risa de personas que se duchan
Como los personajes de Pessoa
somos almas sin cuerpo: dos amantes
que penan en las noches de Lisboa.
Óscar Hahn
(Apariciones profanas, 2002)
martes, 22 de diciembre de 2009
Cómo han de ser tus ojos
Mujer… no tendré un beso de niño para ti,
ni de viejo, ni de sátiro…
cuando vengas no besaré tus mejillas
ni tu frente, ni tus labios.
Pondré mi boca en los pliegues
recogidos de tus párpados
y beberé el agua clara
que suba a tus ojos claros.
Trae unos ojos azules, mujer,
trae unos ojos azules, de un azul tranquilo y claro
que tengo sed…
sed de peregrino cansado
de muchas jornadas duras
por caminos solitarios
y quiero
llevar mis labios
al agua clara y tranquila
de un remanso
que refleje
un cielo tranquilo y claro.
León Felipe
(Versos y oraciones de caminante, 1920-1930)
ni de viejo, ni de sátiro…
cuando vengas no besaré tus mejillas
ni tu frente, ni tus labios.
Pondré mi boca en los pliegues
recogidos de tus párpados
y beberé el agua clara
que suba a tus ojos claros.
Trae unos ojos azules, mujer,
trae unos ojos azules, de un azul tranquilo y claro
que tengo sed…
sed de peregrino cansado
de muchas jornadas duras
por caminos solitarios
y quiero
llevar mis labios
al agua clara y tranquila
de un remanso
que refleje
un cielo tranquilo y claro.
León Felipe
(Versos y oraciones de caminante, 1920-1930)
domingo, 20 de diciembre de 2009
Sol de invierno
....Es mediodía. Un parque.
Invierno. Blancas sendas;
simétricos montículos
y ramas esqueléticas.
....Bajo el invernadero,
naranjos en maceta,
y en su tonel, pintado
de verde, la palmera.
....Un viejecillo dice,
para su capa vieja:
"¡El sol, esta hermosura
de sol!..." Los niños juegan.
....El agua de la fuente
resbala, corre y sueña
lamiendo, casi muda,
la verdinosa piedra.
Antonio Machado
(Soledades, galerías y otros poemas, 1907)
Invierno. Blancas sendas;
simétricos montículos
y ramas esqueléticas.
....Bajo el invernadero,
naranjos en maceta,
y en su tonel, pintado
de verde, la palmera.
....Un viejecillo dice,
para su capa vieja:
"¡El sol, esta hermosura
de sol!..." Los niños juegan.
....El agua de la fuente
resbala, corre y sueña
lamiendo, casi muda,
la verdinosa piedra.
Antonio Machado
(Soledades, galerías y otros poemas, 1907)
viernes, 18 de diciembre de 2009
Estados de ánimo
. Valle de pastos, Robert Ducanson (1857)
A veces me siento
como un águila en el aire.
(de una canción de Pablo Milanés)
Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas
unas veces me siento
como un acantilado
y otras como un cielo
azul pero lejano
A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas
pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces
sereno en mi confianza
confiado en que una tarde
te acerques y te mires,
te mires al mirarme.
Mario Benedetti
(El amor, las mujeres y la vida, 1995)
lunes, 14 de diciembre de 2009
Alegría
Llegué por el dolor a la alegría.
Supe por el dolor que el alma existe.
Por el dolor, allá en mi reino triste,
un misterioso sol amanecía.
Era alegría la mañana fría
y el viento loco y cálido que embiste.
( Alma que verdes primaveras viste
maravillosamente se rompía. )
Así la siento más. Al cielo apunto
y me responde cuando le pregunto
con dolor tras dolor para mi herida.
Y mientras se ilumina mi cabeza
ruego por el que he sido en la tristeza
a las divinidades de la vida.
José Hierro
(Alegría, 1947)
Supe por el dolor que el alma existe.
Por el dolor, allá en mi reino triste,
un misterioso sol amanecía.
Era alegría la mañana fría
y el viento loco y cálido que embiste.
( Alma que verdes primaveras viste
maravillosamente se rompía. )
Así la siento más. Al cielo apunto
y me responde cuando le pregunto
con dolor tras dolor para mi herida.
Y mientras se ilumina mi cabeza
ruego por el que he sido en la tristeza
a las divinidades de la vida.
José Hierro
(Alegría, 1947)
domingo, 13 de diciembre de 2009
Saber sin estudiar
Admiróse un portugués
de ver que en su tierna infancia
todos los niños en Francia
supiesen hablar francés.
«Arte diabólica es»,
dijo, torciendo el mostacho,
«que para hablar en gabacho
un hidalgo en Portugal
llega a viejo, y lo habla mal;
y aquí lo parla un muchacho».
Nicolás Fernández de Moratín
(Siglo XVIII)
de ver que en su tierna infancia
todos los niños en Francia
supiesen hablar francés.
«Arte diabólica es»,
dijo, torciendo el mostacho,
«que para hablar en gabacho
un hidalgo en Portugal
llega a viejo, y lo habla mal;
y aquí lo parla un muchacho».
Nicolás Fernández de Moratín
(Siglo XVIII)
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Rima XVII
....Hoy la tierra y los cielos me sonríen,
hoy llega al fondo de mi alma el sol,
hoy la he visto..., la he visto y me ha mirado...
¡Hoy creo en Dios!
Gustavo Adolfo Bécquer
(Rimas, 1871)
hoy llega al fondo de mi alma el sol,
hoy la he visto..., la he visto y me ha mirado...
¡Hoy creo en Dios!
Gustavo Adolfo Bécquer
(Rimas, 1871)
jueves, 3 de diciembre de 2009
Estábame yo en mi estudio
Estábame yo en mi estudio
estudiando la lición,
y acordéme de mis amores:
no podía estudiar, non.
Anónimo
(Siglo XV)
* Lición: Lección.
estudiando la lición,
y acordéme de mis amores:
no podía estudiar, non.
Anónimo
(Siglo XV)
* Lición: Lección.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Murió al amanecer
Noche de cuatro lunas
y un solo árbol,
con una sola sombra
y un solo pájaro.
Busco en mi carne las
huellas de tus labios.
El manantial besa al viento
sin tocarlo.
Llevo el No que me diste,
en la palma de la mano,
como un limón de cera
casi blanco.
Noche de cuatro lunas
y un solo árbol,
En la punta de una aguja,
está mi amor ¡girando!
Federico García Lorca
(Canciones, 1921-1924)
y un solo árbol,
con una sola sombra
y un solo pájaro.
Busco en mi carne las
huellas de tus labios.
El manantial besa al viento
sin tocarlo.
Llevo el No que me diste,
en la palma de la mano,
como un limón de cera
casi blanco.
Noche de cuatro lunas
y un solo árbol,
En la punta de una aguja,
está mi amor ¡girando!
Federico García Lorca
(Canciones, 1921-1924)
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