Miniatura de Ricardo I en su lecho de muerte, Anónimo (siglo XIV) XXXIII Después de puesta la vida tantas veces por su ley al tablero; después de tan bien servida la corona de su rey verdadero; después de tanta hazaña a que no puede bastar cuenta cierta, en la su villa de Ocaña vino la Muerte a llamar a su puerta XXXIV diciendo: «Buen caballero, dejad el mundo engañoso y su halago; vuestro corazón de acero muestre su esfuerzo famoso en este trago. Y pues de vida y salud hicisteis tan poca cuenta por la fama, esfuércese la virtud por sufrir esta afrenta que os llama. XXXV No se os haga tan amarga la batalla temerosa que esperáis, pues otra vida más larga de fama tan glorïosa acá dejáis; aunque esta vida de honor tampoco no es eternal ni verdadera, mas, con todo, es muy mejor que la vida terrenal, perecedera. Jorge Manrique (1440-1479) |
Aquí está el poema diario que utilizamos para ir fortaleciendo la inteligencia y la sensibilidad de nuestros alumnos. Si alguien encuentra un bálsamo o un revulsivo en esta diaria medicina, bienvenido sea.
lunes, 16 de diciembre de 2024
Coplas por la muerte de su padre (fragmento)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario