El beso, Vsevolod Maximovich (1913)
¡Beso que ha mordido mi carne y mi boca
Con su mordedura que hasta el alma toca!
¡Beso que me sorbe lentamente vida
Como una incurable y ardorosa herida!
¡Fuego que me quema sin mostrar la llama
Y que a todas horas por más fuego clama!
¿Fue una boca bruja o un labio hechizado
El que con su beso mi alma ha llagado?
¿Fue en sueño o vigilia que hasta mí llegó
El que entre sus labios mi alma estrujó?
Calzaré sandalias de bronce e iré
A donde esté el mago que cura me dé.
¡Secadme esta llaga, vendadme esta herida
Que por ella en fuga se me va la vida!
Juana de Ibarbourou
(Las lenguas de diamante, 1919)
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