A GREGORIO SILVESTRE
Si la harpa, si el órgano sabroso,
si el monocordio, si la dulce liraque en vuestras manos, gran Silvestre, admira
y suspende el ingenio más furioso;
si el dulce verso fácil y gracioso,
con que a los vientos refrenáis la ira,
algún consuelo, aunque liviano, inspira
a un seso apasionado y amoroso,
con que a los vientos refrenáis la ira,
algún consuelo, aunque liviano, inspira
a un seso apasionado y amoroso,
¡aquí, señor: que me ha rompido el pecho
con punta de oro de acerado dardo
la mano más gentil que el cielo ha hecho!
con punta de oro de acerado dardo
la mano más gentil que el cielo ha hecho!
¡Aquí; que huyo el bien y el mal aguardo;
espero el daño y temo mi provecho;
he frío en brasas y entre hielos ardo!
espero el daño y temo mi provecho;
he frío en brasas y entre hielos ardo!
Luis Barahona de Soto
(1548-1595)
Feliz San Valentín
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