sábado, 30 de noviembre de 2024

Ahora en punto

               Canal con barcaza en Spreewald, Walter Moras (1856-1925)

¡Qué día claro, qué aire limpio y cierto,
qué libertad efímera y gloriosa,
qué ganas de que pase cualquier cosa
que deje el corazón al descubierto,

qué salvaje placer de no estar muerto,
qué ansia de amar a tanta gente hermosa,
qué afán de hacer sonetos a una rosa,
qué extraña magia de soñar despierto,

qué deseo candente como brasa,
qué gozo de vagar sin rumbo a pie,
qué escasas intenciones de ir a casa,

qué empeño en olvidar lo que ya sé:
qué vida breve, qué temprano pasa,
qué frágil, qué fugaz, qué corta. ¿Y qué?

Álvaro Tato
(Año luz, 2021)

martes, 26 de noviembre de 2024

Canción de la enamorada

Camino del jardín, Annie L. Pressland (h. 1900-1910)

Amado: dame aromas
para aromar un sueño
que ya tengo un arrullo
de tórtola en el pecho
y un despertar de rosas
en los labios abiertos.
Amado: dame aromas
para aromar un sueño.

Luciérnagas y estrellas
para enjoyar mi pelo
que no puedo trenzarlo
y lo tengo deshecho
porque un temblor de almíbar
me recorre los dedos.
Dame joyas, amado,
para adornar mi pelo.

Y luego, por la tarde,
al volver del espliego
vendimiemos cerezas
en la paz de mi huerto
que caigan en mi falda
enredadas en besos.
¡Por la tarde, amor mío,
al volver del espliego!

Alfonsa De la Torre
(Plazuelas de las obediencias, 1969)

viernes, 22 de noviembre de 2024

Tarde

                         Prado, Anna Billing (1885)

Mejor que tú, pensamiento,
este olvido de enramada
donde todo vive en nada:
hoja al sol, pájaro al viento.
De azul de luz sin cimiento,
¡qué cúpula! Maravilla
de ingravidez amarilla.
Mejor, pensamiento, el río;
donde apenas moja el frío
de su límite la orilla.


Juan José Domenchina
(Margen, 1933)

lunes, 18 de noviembre de 2024

Cumplo dieciséis años

                             Mesa con faroles, Henri Le Sidaner (h. 1904-1920)

Cumplo dieciséis años con unas alpargatas de esparto y el
      sonido de las cosas escondidas
cumplo dieciséis años como quien apaga las tostadoras
      del paraíso cada mañana
como un nuevo padre que busca happy birthday en el
      traductor
las hogueras sobre mis sueños lejanos leen el horóscopo
      y dibujan caballos con su sangre
no pido grandes desfiles
cumplo dieciséis años pero tampoco es el Día Nacional
      del Guacamole
comeré cereales y tartas calientes y apio con crema de
      cacahuete
ataviado con chaleco de perejil y bajo el pestillo de las
      puertas siento a los pechos temblar
en montones de azúcar
cumplo dieciséis años y noto mi alma crujir como
      rodillas adolescentes
crezco y me veo tan dentro que los recolectores de
      azafrán repiten el pretérito imperfecto del verbo
      connaître
los poetas tienen una caja de lápices que abren cada
      atardecer mientras lloran en griego
bailo sobre una tierra y pronuncio lentamente mi nombre.

Mario G. Obrero
(Peachtree City, 2021)

jueves, 14 de noviembre de 2024

La isla

                          Sin título, Alfred Thompson Bricher (1879)

Deslizándome en el agua
hasta la Isla he venido.
He vagado entre sus brisas.
Y por su costa he corrido.

Del mar salí llena de algas,
con el bañador ceñido.
Y tras andar por la Isla,
bajo un árbol he dormido.

¡Qué soledad suntuosa!
¡Qué espléndida soledad!
¡Y qué fatigosa vida
la vida de la ciudad!

Concha Méndez
(Surtidor, 1928)

domingo, 10 de noviembre de 2024

Repenican ás campás

                               La fiesta de San Juan, Jules Breton (1875)

Repenican ás campás
estouran as bombas.
             ¡E festa
           na aldea!
As mozas engalanadas
cun fresco arrecendo
            as herbas.
              ¡E festa
            na aldea!
A ave nocturna cuns fins
lucrativos, aproveitando
o balbordo prendeulle
lume ó monte da aldea.
              ¡Silencio!

Luz Fandiño
(Escolma de poemas [1950-2010], 2011)

Traducción al castellano de Un poema cada día

Repican las campanas

Repican las campanas
estallan las bombas.
             ¡Es fiesta
           en la aldea!
Las mozas engalanadas
con un fresco aroma
            a hierbas.
El ave nocturna con fines
lucrativos, aprovechando
el alboroto prendió
fuego al monte de la aldea.
              ¡Silencio!

(Selección de poemas, [1950-2010], 2011)

miércoles, 6 de noviembre de 2024

En la tierra de nadie

                      Camino otoñal en Rissen, Arnold Lyongrün (1920)

En la tierra de nadie, sobre el polvo
que pisan los que van y los que vienen,
he plantado mi tienda sin amparo
y contemplo si van como si vuelven.

Unos dicen que soy de los que van,
aunque estoy descansando del camino.
Otros “saben” que vuelvo, aunque me calle;
y mi ruta más cierta yo no digo.

Intenté demostrar que a donde voy
es a mí, solo a mí, para tenerme.
Y sonríen al oír, porque ellos todos
son la gente que va, pero que vuelve.

Escuchadme una vez: ya no me importan
los caminos de aquí, que tanto valen.
Porque anduve una vez, ya me he parado
para ahincarme en la tierra que es de nadie.

Carmen Conde
(En la tierra de nadie, 1960)

sábado, 2 de noviembre de 2024

Y te quise traer un ciprés de Castilla

            Valle en la Sierra del Guadarrama, Carlos de Haes (h. 1870)

                                                                A J.J., que ahora contempla, sin 
                                                               dolor, ese paisaje que tanto amó

Y te quise traer un ciprés de Castilla
que hundiera sus raíces hasta tocar tus huesos:
Castilla que cantaste y amaste con locura
cuando faltó a tus pies su barbecho fecundo.

Raíces en lo hondo; copa esbelta en el cielo.
No ese ciprés de Silos que Gerardo cantara,
sino un ciprés aún tierno que creciese a tu vera
señalando al que pase la ruta que seguiste.

Así todos verían al levantar los ojos,
que ya no estás ahí donde tu nombre queda,
porque el ciprés, cual índice de verdor y esperanza,
guiaría su vista a tu verdad inmutable.

¡Qué guardia de cipreses en la tarde de oro!
Y me acordé de ti y de aquellos poemas;
y de los que, después, colmaste de ese Amor
que te acunó la muerte.
Yo te quise traer un ciprés de Castilla.
¿Para qué? me pregunto. ¡Si ya la tienes toda!

Ernestina de Champourcín
(Cartas cerradas, 1968)
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