lunes, 29 de junio de 2015

A quién me quejaré del cruel engaño

              Ariadna abandonada por Teseo, Angelica Kauffmann (1774)

     "¿A quién me quejaré del cruel engaño,
árboles mudos, en mi triste duelo?
¡Sordo mar, tierra extraña, nuevo cielo,
fingido amor, costoso desengaño!


     Huye el pérfido autor de tanto daño
y quedo sola en peregrino suelo,
do no espero a mis lágrimas consuelo,
que no permite alivio mal tamaño.


     Dioses, si entre vosotros hizo alguno
de un desamor ingrato amarga prueba,
vengadme, os ruego, del traidor Teseo."


     Tal se quejaba Ariadna en importuno
lamento al cielo, y entretanto lleva
el mar su llanto, el viento su deseo.


Juan de Arguijo
(1567-1623)

lunes, 22 de junio de 2015

A la noche

               La Torre de Gálata a la luz de la luna, Ivan Aivazovsky (1845)

     Noche, fabricadora de embelecos,
loca, imaginativa, quimerista,
que muestras al que en ti su bien conquista
los montes llanos y los mares secos;
 

     habitadora de cerebros huecos,
mecánica, filósofa, alquimista,
encubridora vil, lince sin vista,
espantadiza de tus mismos ecos:
 

     la sombra, el miedo, el mal se te atribuya,
solícita, poeta, enferma, fría,
manos del bravo y pies del fugitivo.
 

     Que vele o duerma, media vida es tuya:
si velo, te lo pago con el día,
y si duermo, no siento lo que vivo.


Lope de Vega
(1562-1635)

domingo, 14 de junio de 2015

¡Ay, Floralba! Soñé que te... ¿Direlo?

 Psyque sorprende a Cupido durmiendo, Louis Jean François Lagrenée (1769)

     ¡Ay, Floralba ! Soñé que te... ¿Direlo ?
Sí, pues que sueño fue: que te gozaba.
¿Y quién, sino un amante que soñaba,
juntara tanto infierno a tanto cielo ?

     Mis llamas con tu nieve y con tu yelo,
cual suele opuestas flechas de su aljaba,
mezclaba Amor, y honesto las mezclaba,
como mi adoración en su desvelo.

     Y dije: "Quiera Amor, quiera mi suerte,
que nunca duerma yo, si estoy despierto,
y que si duermo, que jamás despierte".

     Mas desperté del dulce desconcierto;
y vi que estuve vivo con la muerte,
y vi que con la vida estaba muerto.


Francisco de Quevedo
(1580-1645)

lunes, 8 de junio de 2015

Ándeme yo caliente

                 Bodegón con fruta, nueces y queso, Floris van Dyck (1613)

Ándeme yo caliente
y ríase la gente
.
 

Traten otros del gobierno
del mundo y sus monarquías,
mientras gobiernan mis días
mantequillas y pan tierno,
y las mañanas de invierno
naranjada y aguardiente,
y ríase la gente.

Coma en dorada vajilla
el príncipe mil cuidados,
como píldoras dorados;
que yo en mi pobre mesilla
quiero más una morcilla
que en el asador reviente,
y ríase la gente.

Cuando cubra las montañas
de blanca nieve el enero,
tenga yo lleno el brasero
de bellotas y castañas
y quien las dulces patrañas
del Rey que rabió me cuente,
y ríase la gente.

Busque muy en hora buena
el mercader nuevos soles;
yo conchas y caracoles
entre la menuda arena,
escuchando a Filomena
sobre el chopo de la fuente,
y ríase la gente.

Pase a media noche el mar,
y arda en amorosa llama
Leandro por ver a su dama;
que yo más quiero pasar
del golfo de mi lagar
la blanca o roja corriente,
y ríase la gente.

Pues Amor es tan cruel
que de Píramo y su amada
hace tálamo una espada
do se junten ella y él,
sea mi Tisbe un pastel
y la espada sea mi diente,
y ríase la gente.


Luis de Góngora
(1561-1627)

sábado, 6 de junio de 2015

Cuando Preciosa el panderete toca

Muchacha gitana con una pandereta, William-Adolphe Bouguereau (1825-1905)

Cuando Preciosa el panderete toca
y hiere el dulce son los aires vanos,
perlas son que derrama con las manos;
flores son que despide de la boca.

Suspensa el alma, y la cordura loca,
queda a los dulces actos sobrehumanos,
que, de limpios, de honestos y de sanos,
su fama al cielo levantado toca.

Colgadas del menor de sus cabellos
mil almas lleva, y a sus plantas tiene
amor rendidas una y otra flecha.

Ciega y alumbra con sus soles bellos,
su imperio amor por ellas le mantiene,
y aún más grandezas de su ser sospecha.


Miguel de Cervantes
(La gitanilla, 1613)
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