sábado, 25 de junio de 2022

Jazz-band

      Cartel de la película Aleluya, Al Hirschfeld (1929)

Ritmo cortado.
Luces vibrantes.
Campanas histéricas.
Astros fulminantes.

Erotismos.
Licores rebosantes.
Juegos de niños.
Acordes delirantes.

Jazz-band. Rascacielos.
Diáfanos cristales.
Exóticos murmullos.
Quejido de metales.

Concha Méndez
(Inquietudes, 1926)

sábado, 18 de junio de 2022

Corot

                          El camino verde, Camille Corot (1796-1875)

    Tú, alma evaporada, 
tú, dulce luz de sol desvanecida,
álamo de cintura más delgada
que la paleta que en tu mano anida.
    Hojas a tu pincel en cada aurora
le nacen. Brisas juegan
con tus verdes cabellos florecidos.
Tu pincel a la hora
en que los sonrosados de la tarde navegan
se te duerme de pájaros dormidos.
    Espejo desvelado
de aguas que cantan quietamente quedas,
déjame que me sueñe ensimismado
por tus estremecidas y húmedas alamedas.
    Por ti las ninfas últimas, los trajes
desceñidos, bailando, a los pastores
en guirnaldas se ofrecen.
Por ti mueren los viejos músicos paisajes
y con nuevos colores
por ti más modulados amanecen.
    Pintor de la sonrisa feliz y del aliento
desfallecido de los humos vagos,
silfo del bosque morador del viento,
hilo azul de la virgen de los lagos:
viera yo por los ojos tranquilos de tus puentes
el fluir encantado de la vida,
viera desde tus montes y valles transparentes
mi arboleda perdida.
    Dame tu gracia, tu infantil dulzura,
el amor que no tiene el tiempo en que he nacido,
dame la más humilde rama de tu pintura, 
y no me des la pena de tu olvido.

Rafael Alberti
(A la pintura. Poema del color y la línea, 1945-1948)

domingo, 12 de junio de 2022

Primavera vieja

       Jardines del Alcázar de Sevilla, Manuel García y Rodríguez (1921)

Ahora, al poniente morado de la tarde,
En flor ya los magnolios mojados de rocío,
Pasar aquellas calles, mientras crece
La luna por el aire, será soñar despierto.

El cielo con su queja harán más vasto
Bandos de golondrinas; el agua en una fuente
Librará puramente la honda voz de la tierra;
Luego el cielo y la tierra quedarán silenciosos.

En el rincón de algún compás, a solas
Con la frente en la mano, un fantasma
Que vuelve, llorarías pensando
Cuán bella fue la vida y cuán inútil.

Luis Cernuda
(Como quien espera el alba, 1947)

martes, 7 de junio de 2022

Nuestra heredad

        Luis de Góngora y Argote, Diego Velázquez (h.1622)

    Juan de la Cruz prurito de Dios siente,
furia estética a Góngora agiganta,
Lope chorrea vida y vida canta:
tres frenesís de nuestra sangre ardiente.

    Quevedo prensa pensamiento hirviente;
Calderón en sistema lo atiranta;
León, herido, al cielo se levanta;
Juan Ruiz, ¡qué cráter de hombredad bullente!

    Teresa es pueblo, y habla como un oro;
Garcilaso un fluir, melancolía;
Cervantes, toda la Naturaleza.

    Hermanos en mi lengua, qué tesoro
nuestra heredad –oh, amor; oh poesía–,
esta lengua que hablamos –oh belleza–.

Dámaso Alonso
(Tres sonetos sobre la lengua castellana, 1958)
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