Qué simple y frugal es la felicidad:
un vaso de vino,
una castaña asada,
un pequeño y miserable brasero,
el sonido del mar...
Lo único necesario para experimentar
la felicidad aquí y ahora
es poseer un corazón simple y frugal.
Nikos Kazantzakis
(Zorba el griego, 1946)