Melocotoneros en flor, Vincent van Gogh (1889)
He soñado con mis ancestros y su olor a patatas robadas
los he visto varear olivos con la cara llena de espinas
he visto a mis ancestros bailar sobre una montaña de ajos
al abuelo y su traje marrón
a la abuela encendiendo seis velas en el altar de la caldera
hablo del que juega a vestir las cerillas mojadas con barro
de los que cuentan chistes con la ventana cerrada
he visto a mi madre
una niña con sus primeros pantalones vaqueros mirando
al mar
he visto la ropa en los tendederos de Venecia y a los
poetas en Nueva York cuidar una tórtola y su
dulcimer hecho con nieve pisada
me he visto mirando al nuevo mundo con las memorias
de Mayakovski bajo el jersey
me he visto mecerme lento en los sueños de una
chimenea
los barcos el té y los poemas de Emily Dickinson
escondidos en la sombra de una ballena
he visto a mis hijos cantar ebrios en los confesionarios
el frío como un erizo envuelto en serrín
en alguna colcha yace un pájaro azul
algún sueño sin calcetines que va comiendo rajas de
sandía
los estudiantes de español me recitan al unísono
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Camino por los pasillos de un mundo que huele a gofre
y a gasolina.
Mario Obrero
(Peachtree City, 2021)
Con este poemario, Mario Obrero ha ganado el XXXIII Premio Loewe a la Creación Joven. Ha sido editado recientemente por la editorial Visor.
Felicitaciones al autor
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