Retrato de una dama con unicornio, Rafael Sanzio (h. 1505)
Cual oro era el cabello ensortijado
y en mil varias lazadas dividido;
y cuanto en más figuras esparcido,
tanto de más centellas ilustrado;
tal, de lucientes hebras coronado,
Febo aparece en llamas encendido,
tal discurre en el cielo esclarecido
un ardiente cometa arrebatado.
Debajo el puro, propio y sutil velo,
amor, gracia y valor, y la belleza
templada en nieve y púrpura se vía.
Pensara que se abrió esta vez el cielo
y mostró su poder y su riqueza,
si no fuera la Luz del alma mía.
y en mil varias lazadas dividido;
y cuanto en más figuras esparcido,
tanto de más centellas ilustrado;
tal, de lucientes hebras coronado,
Febo aparece en llamas encendido,
tal discurre en el cielo esclarecido
un ardiente cometa arrebatado.
Debajo el puro, propio y sutil velo,
amor, gracia y valor, y la belleza
templada en nieve y púrpura se vía.
Pensara que se abrió esta vez el cielo
y mostró su poder y su riqueza,
si no fuera la Luz del alma mía.
Fernando de Herrera
(1534-1597)
Que grato leer hoy un nuevo poema
ResponderEliminarsi bien los poemas no me gustan
ResponderEliminarel tuyo es una maravillosa quimera