viernes, 3 de abril de 2009

The Waste Land

I. The burial of the dead

APRIL is the cruellest month, breeding
Lilacs out of the dead land, mixing
Memory and desire, stirring
Dull roots with spring rain.
Winter kept us warm, covering
Earth in forgetful snow, feeding
A little life with dried tubers.
Summer surprised us, coming over the Starnbergersee
With a shower of rain; we stopped in the colonnade,
And went on in sunlight, into the Hofgarten,
And drank coffee, and talked for an hour.
Bin gar keine Russin, stamm' aus Litauen, echt deutsch.
And when we were children, staying at the archduke's,
My cousin's, he took me out on a sled,
And I was frightened. He said, Marie,
Marie, hold on tight. And down we went.
In the mountains, there you feel free.
I read, much of the night, and go south in the winter.

What are the roots that clutch, what branches grow
Out of this stony rubbish? Son of man,
You cannot say, or guess, for you know only
A heap of broken images, where the sun beats,
And the dead tree gives no shelter, the cricket no relief,
And the dry stone no sound of water. Only
There is shadow under this red rock,
(Come in under the shadow of this red rock),
And I will show you something different from either
Your shadow at morning striding behind you
Or your shadow at evening rising to meet you;
I will show you fear in a handful of dust.
Frisch weht der WindDer Heimat zu.Mein Irisch Kind,Wo weilest du?
'You gave me hyacinths first a year ago;
'They called me the hyacinth girl.'
—Yet when we came back, late, from the Hyacinth garden,
Your arms full, and your hair wet, I could not
Speak, and my eyes failed, I was neither
Living nor dead, and I knew nothing,
Looking into the heart of light, the silence.
Od' und leer das Meer.

Madame Sosostris, famous clairvoyante,
Had a bad cold, nevertheless
Is known to be the wisest woman in Europe,
With a wicked pack of cards. Here, said she,
Is your card, the drowned Phoenician Sailor,
(Those are pearls that were his eyes. Look!)
Here is Belladonna, the Lady of the Rocks,
The lady of situations.
Here is the man with three staves, and here the Wheel,
And here is the one-eyed merchant, and this card,
Which is blank, is something he carries on his back,
Which I am forbidden to see. I do not find
The Hanged Man. Fear death by water.
I see crowds of people, walking round in a ring.
Thank you. If you see dear Mrs. Equitone,
Tell her I bring the horoscope myself:
One must be so careful these days.

Unreal City,
Under the brown fog of a winter dawn,
A crowd flowed over London Bridge, so many,
I had not thought death had undone so many.
Sighs, short and infrequent, were exhaled,
And each man fixed his eyes before his feet.
Flowed up the hill and down King William Street,
To where Saint Mary Woolnoth kept the hours
With a dead sound on the final stroke of nine.
There I saw one I knew, and stopped him, crying 'Stetson!
'You who were with me in the ships at Mylae!
'That corpse you planted last year in your garden,
'Has it begun to sprout? Will it bloom this year?
'Or has the sudden frost disturbed its bed?
'Oh keep the Dog far hence, that's friend to men,
'Or with his nails he'll dig it up again!
'You! hypocrite lecteur!—mon semblable,—mon frère!'

T.S. Eliot
(The Waste Land, 1922)

Versión en castellano de Un poema cada día

I. El entierro de los muertos

Abril es el mes más cruel, engendrando
lilas de la tierra muerta, mezclando
memoria y deseo, removiendo
raíces adormecidas con lluvia de primavera.
El invierno nos mantuvo calientes, cubriendo
la tierra con nieve de olvido, alimentando
un poco de vida con tubérculos secos.
El verano nos sorprendió, pasando sobre el Starnbergersee
con un chaparrón; nos paramos en la galería de columnas
y seguimos a la luz del sol, hasta el Hofgarten.
Y bebimos café y hablamos durante una hora.
Bin gar keine Russin, stamm' aus Litauen, echt deutsch.
Y cuando éramos niños, estando donde el archiduque,
Mi primo, me sacó en un trineo
Y yo tenía miedo. Él dijo, Marie,
Marie, agárrate fuerte. Y hacia abajo fuimos.
En las montañas, ahí te sientes libre.
Yo leo gran parte de la noche y voy al sur en el invierno.

¿Cuáles son las raíces que agarran, qué ramas crecen
de este pedregal? Hijo de hombre,
no puedes decirlo ni adivinarlo , porque conoces sólo
un montón de imágenes rotas, donde golpea el sol,
y el árbol muerto no cobija, ni el grillo descansa,
ni la piedra seca da sonido de agua. Sólo
hay sombra bajo esta roca roja.
(Ven bajo la sombra de esta roca roja),
Y yo te mostraré algo diferente
de tu sombra por la mañana caminando detrás de ti
o tu sombra al atardecer alzándose para reunirse contigo;
Yo te mostraré el miedo en un puñado de polvo.
Frisch weht der Wind
Der Heimat zu.
Mein Irisch Kind,
Wo weilest du?

“Me diste jacintos hace un año por primera vez;
me llamaron la chica de los jacintos”.
—Cuando volvimos, tarde, del jardín de los jacintos,
Tus brazos llenos y tu pelo mojado, yo no podía
hablar y mis ojos fallaban, yo no estaba ni
vivo ni muerto y no sabía nada,
Mirando el corazón de la luz, el silencio.
Od' und leer das Meer.

Madame Sosostris, famosa clarividente,
tenía un terrible resfriado, sin embargo
es conocida por ser la mujer más sabia de Europa,
con una sórdida baraja de cartas. Aquí, dijo ella,
está tu carta, el Marinero fenicio ahogado;
(Esas son las perlas que fueron sus ojos. ¡Mira!).
Aquí está Belladona, la Dama de las Rocas,
la señora de las situaciones.
Aquí está el hombre de los tres bastos, y aquí la Rueda,
y aquí está el mercader tuerto, y esta carta,
que está vacía, es algo que lleva en su espalda,
que se me ha prohibido ver. No encuentro
al Hombre ahorcado. Tema la muerte por agua.
Veo multitudes de gente, caminando en círculo.
Gracias. Si ve a la querida señora Equitone,
dígale que le traigo el horóscopo yo misma:
hay que ser tan cuidadosa en estos días.

Ciudad irreal,
bajo la niebla parda de un amanecer de invierno,
un gentío fluye sobre el puente de Londres, tantos,
no había pensado que la muerte hubiera deshecho a tantos.
Suspiros cortos e infrecuentes exhalaban,
y cada hombre fijó su vista delante de sus pies.
Cuesta arriba, y luego King William Street abajo,
hacia donde Saint Mary Woolnoth dio las horas
con un repique muerto al final de nueve.
Allí vi a un conocido y lo paré, gritando “¡Stetson,
tú que estuviste conmigo en los barcos de Mylae!
Ese cadáver que plantaste el año pasado en tu jardín
¿ha empezado a brotar? ¿Florecerá este año?
¿O ha perturbado su lecho la escarcha repentina?
Oh, mantén al Perro lejos de aquí, es amigo de los hombres,
¡o con sus uñas lo desenterrará de nuevo!”
“¡Tú, hypocrite lecteur!—mon semblable,—mon frère!”

T.S. Eliot
(La tierra baldía, 1922)

3 comentarios:

  1. Debo confesar que me gusta menos la poesía que las prosas, pero leer este poema, después de provocarme una honda e inexplicable tristeza, me ha dejado una sensación agradable en el corazón.

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    Respuestas
    1. De hecho, el poema habla sobre el desastre que era Europa después de la primera guerra mundial.

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  2. extraño sentimiento invade mi cuerpo, las rodillas se me doblan y mi corazon palpita rapido,
    raro en mi que algo escrito provoque tal efecto
    desde hace un largo tiempo...

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