El alma de la rosa, John William Waterhouse (1908)
Si nosotros viviéramos
lo que la rosa, con su intensidad,
el profundo perfume de los cuerpos
sería mucho más.
¡Ay, breve vida intensa
de un día de rosales secular,
pasaste por la casa
igual, igual, igual
que un meteoro herido, perfumado
de hermosura y verdad!
La huella que has dejado es un abismo
con ruinas de rosal
donde un perfume que no cesa hace
que vayan nuestros cuerpos más allá.
Miguel Hernández
(Cancionero y romancero de ausencias, 1938-1941)
Me ha llamado la atención
ResponderEliminar