Retrato de Juan Ramón Jiménez, Joaquín Sorolla (1903)
Bajo mi sol, mi mañana ¡qué alegre mi viña fresca,
con mi río amoratado entre mi marisma y Huelva!
A la sombra de mis pinos, por mi honda carretera,
mi jente se entra despacio, aquí y allá, por mis tierras.
Y en mi colina dorada de mi sol, mi primavera,
entre mi humo, Moguer, mi Moguer blanco despierta.
Pero tengo un tú sin mí, una sílaba desierta
como mis cuatro horizontes: mar, colina, pino, sierra.
Juan Ramón Jiménez
(Arias tristes, 1903)
No es de los mejores poemas de JRJ, pero de alguna manera está presente su magia.
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