Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando.
Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata,
Estamos en el ciclo de los nervios,
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.
Por qué cantáis la rosa ¡oh, Poetas!
Hacedla florecer en el poema;
Solo para vosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.
El Poeta es un pequeño Dios.
Vicente Huidobro
(El espejo de agua, 1916)
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