La luna que nace o la luna que muere.
Mucho tiempo, toda mi vida, esperé verte surgir entre las nieblas monótonas.
Luz inextinguible, prodigio rubio como la llama;
Ahora que te he visto sufro, porque igual que aquellos
No has sido para mí menos brillante,
Menos efímero o menos inaccesible que el sol y la luna alternados.
Luz inextinguible, prodigio rubio como la llama;
Ahora que te he visto sufro, porque igual que aquellos
No has sido para mí menos brillante,
Menos efímero o menos inaccesible que el sol y la luna alternados.
Mas yo sé lo que digo si a ellos te comparo,
Porque aun siendo brillante, efímero, inaccesible,
Tu recuerdo, como el de ambos astros,
Basta para iluminar, tú ausente, toda esta niebla que me envuelve.
Porque aun siendo brillante, efímero, inaccesible,
Tu recuerdo, como el de ambos astros,
Basta para iluminar, tú ausente, toda esta niebla que me envuelve.
Luis Cernuda
(Los placeres prohibidos, 1931)
Tu recuerdo basta para iluminar...
ResponderEliminarExcelente
ResponderEliminarMaravilloso
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