Besarse, mujer,
al sol, es besarnos
en toda la vida.
Ascienden los labios,
eléctricamente
vibrantes de rayos,
con todo el furor
de un sol entre cuatro.
Besarse a la luna,
mujer, es besarnos
en toda la muerte.
Descienden los labios,
con toda la luna
pidiendo su ocaso,
del labio de arriba,
del labio de abajo,
gastada y helada
y en cuatro pedazos.
Miguel Hernández
(Cancionero y romancero de ausencias, 1938-1941)
Aquí está el poema diario que utilizamos para ir fortaleciendo la inteligencia y la sensibilidad de nuestros alumnos. Si alguien encuentra un bálsamo o un revulsivo en esta diaria medicina, bienvenido sea.
viernes, 27 de noviembre de 2009
jueves, 26 de noviembre de 2009
En Ávila, mis ojos
En Ávila, mis ojos,
dentro en Ávila.
En Ávila del Río
mataron a mi amigo,
dentro en Ávila.
Anónimo
(SigloXV)
dentro en Ávila.
En Ávila del Río
mataron a mi amigo,
dentro en Ávila.
Anónimo
(SigloXV)
miércoles, 25 de noviembre de 2009
La vida es tan sencilla que se explica por sí misma
La vida es tan sencilla que se explica por sí misma,
se basta a sí misma.
¡Mira! Todo está hecho. Todo está ya dado.
Nos basta aceptar
o quizá —somos humanos— alabar
y cantar
a lo que nos maquina sin dejarse pensar.
Todo está aquí. ¿No lo ves?
No hay razón ni más allá.
¡Somos felices! Vivimos los instantes explosivos
de alegría o de dolor, de rabia o de amor,
y si no
es que estamos distraídos, aburridos.
No hay nada que esperar. No hay nada que temer.
También la muerte
llegará cuando nos sea fielmente necesaria
y la recibiremos con verdadera ansia.
Desde que nacimos
nos estamos preparando para que nos consuma.
Gabriel Celaya
(El mundo abierto, 1986)
se basta a sí misma.
¡Mira! Todo está hecho. Todo está ya dado.
Nos basta aceptar
o quizá —somos humanos— alabar
y cantar
a lo que nos maquina sin dejarse pensar.
Todo está aquí. ¿No lo ves?
No hay razón ni más allá.
¡Somos felices! Vivimos los instantes explosivos
de alegría o de dolor, de rabia o de amor,
y si no
es que estamos distraídos, aburridos.
No hay nada que esperar. No hay nada que temer.
También la muerte
llegará cuando nos sea fielmente necesaria
y la recibiremos con verdadera ansia.
Desde que nacimos
nos estamos preparando para que nos consuma.
Gabriel Celaya
(El mundo abierto, 1986)
martes, 24 de noviembre de 2009
Mi corza
..............................................En Ávila, mis ojos...
..................................................SIGLO XV
Mi corza, buen amigo,
mi corza blanca.
Los lobos la mataron
al pie del agua.
Los lobos, buen amigo,
que huyeron por el río.
Los lobos la mataron
dentro del agua.
Rafael Alberti
(Marinero en tierra, 1925)
..................................................SIGLO XV
Mi corza, buen amigo,
mi corza blanca.
Los lobos la mataron
al pie del agua.
Los lobos, buen amigo,
que huyeron por el río.
Los lobos la mataron
dentro del agua.
Rafael Alberti
(Marinero en tierra, 1925)
lunes, 23 de noviembre de 2009
¿Por qué me besó Perico?
¿Por qué me besó Perico,
por qué me besó el traidor?
Dijo que en Francia se usaba
y por eso me besaba,
y también porque sanaba
con el beso su dolor.
¿Por qué me besó Perico,
por qué me besó el traidor?
Anónimo
(Siglo XV)
por qué me besó el traidor?
Dijo que en Francia se usaba
y por eso me besaba,
y también porque sanaba
con el beso su dolor.
¿Por qué me besó Perico,
por qué me besó el traidor?
Anónimo
(Siglo XV)
jueves, 19 de noviembre de 2009
Serranilla IV
....Mozuela de Bores,
allá do La Lama,
púsome en amores.
....Cuidé que olvidado
amor me tenía,
como quien se había
gran tiempo dejado
de tales dolores
que más que la llama
queman, amadores.
....Mas vi a la hermosa
de buen continente,
la cara placiente,
fresca como rosa,
de tales colores
cual nunca vi dama,
ni a otra, señores.
....Por lo cual:«Señora»,
le dije, «en verdad
la vuestra beldad
saldrá desde ahora
de entre estos alcores,
pues merece fama
de grandes loores».
....Dijo:«Caballero,
tiraos afuera:
dejad la vaquera
pasar al otero;
que dos labradores
me piden de Frama,
entrambos pastores».
....«Señora, pastor
seré, si queréis:
mandarme podéis,
como a servidor;
mayores dulzores
será a mí la brama
que oír ruiseñores.»
....Así concluimos
el nuestro proceso,
sin hacer exceso,
y nos avinimos.
Y fueron las flores
de cabe Espinama
los encubridores.
Marqués de Santillana
(Serranillas, 1429-1440)
* Bores: lugar de la comarca de Liébana, en Santander.
...Do: donde...
...La Lama: lugar de la misma localidad.
...Frama: aldea de la comarca de Liébana.
...Brama: berrea de ciertos animales en época de celo.
...De cabe: junto a.
...Espinama: pueblo santanderino situado junto a Fuente Dé.
allá do La Lama,
púsome en amores.
....Cuidé que olvidado
amor me tenía,
como quien se había
gran tiempo dejado
de tales dolores
que más que la llama
queman, amadores.
....Mas vi a la hermosa
de buen continente,
la cara placiente,
fresca como rosa,
de tales colores
cual nunca vi dama,
ni a otra, señores.
....Por lo cual:«Señora»,
le dije, «en verdad
la vuestra beldad
saldrá desde ahora
de entre estos alcores,
pues merece fama
de grandes loores».
....Dijo:«Caballero,
tiraos afuera:
dejad la vaquera
pasar al otero;
que dos labradores
me piden de Frama,
entrambos pastores».
....«Señora, pastor
seré, si queréis:
mandarme podéis,
como a servidor;
mayores dulzores
será a mí la brama
que oír ruiseñores.»
....Así concluimos
el nuestro proceso,
sin hacer exceso,
y nos avinimos.
Y fueron las flores
de cabe Espinama
los encubridores.
Marqués de Santillana
(Serranillas, 1429-1440)
* Bores: lugar de la comarca de Liébana, en Santander.
...Do: donde...
...La Lama: lugar de la misma localidad.
...Frama: aldea de la comarca de Liébana.
...Brama: berrea de ciertos animales en época de celo.
...De cabe: junto a.
...Espinama: pueblo santanderino situado junto a Fuente Dé.
miércoles, 18 de noviembre de 2009
Romance de Lanzarote
Nunca fuera caballero
de damas tan bien servido
como fuera Lanzarote
cuando de Bretaña vino,
que dueñas cuidaban de él,
doncellas, de su rocino.
Esa dueña Quintañona,
ésa le escanciaba el vino.
La linda reina Ginebra
se lo acostaba consigo,
y estando al mejor sabor,
que sueño no había dormido,
la reina toda turbada
un pleito ha conmovido:
–Lanzarote, Lanzarote,
si antes hubieras venido
no hablara el orgulloso
las palabras que había dicho:
que a pesar de vos, señor,
se acostaría conmigo.
Ya se arma Lanzarote,
de gran pesar conmovido.
Despídese de su amiga,
pregunta por el camino.
Topó con el orgulloso
debajo de un verde pino;
combátense de las lanzas,
a las hachas han venido;
ya desmaya el orgulloso,
ya cae en tierra tendido;
cortárale la cabeza
sin hacer ningún partido.
Vuélvese para su amiga,
donde fue bien recibido.
Anónimo
(Siglo XV)
de damas tan bien servido
como fuera Lanzarote
cuando de Bretaña vino,
que dueñas cuidaban de él,
doncellas, de su rocino.
Esa dueña Quintañona,
ésa le escanciaba el vino.
La linda reina Ginebra
se lo acostaba consigo,
y estando al mejor sabor,
que sueño no había dormido,
la reina toda turbada
un pleito ha conmovido:
–Lanzarote, Lanzarote,
si antes hubieras venido
no hablara el orgulloso
las palabras que había dicho:
que a pesar de vos, señor,
se acostaría conmigo.
Ya se arma Lanzarote,
de gran pesar conmovido.
Despídese de su amiga,
pregunta por el camino.
Topó con el orgulloso
debajo de un verde pino;
combátense de las lanzas,
a las hachas han venido;
ya desmaya el orgulloso,
ya cae en tierra tendido;
cortárale la cabeza
sin hacer ningún partido.
Vuélvese para su amiga,
donde fue bien recibido.
Anónimo
(Siglo XV)
martes, 17 de noviembre de 2009
Pero a tu lado
He muerto y he resucitado,
con mis cenizas un árbol he plantado,
su fruto ha dado y desde hoy
algo ha empezado.
He roto todos mis poemas,
los de tristezas y de penas,
y lo he pensado
y hoy, sin dudarlo, vuelvo a tu lado.
Ayúdame y te habré ayudado,
que hoy he soñado en otra vida,
en otro mundo, pero a tu lado.
Ya no persigo sueños rotos,
los he cosido con el hilo de tus ojos
y te he cantado al son de acordes
aún no inventados.
Ayúdame y te habré ayudado,
que hoy he soñado en otra vida,
en otro mundo, pero a tu lado.
Pero a tu lado...
Enrique Urquijo
(1960-1999)
con mis cenizas un árbol he plantado,
su fruto ha dado y desde hoy
algo ha empezado.
He roto todos mis poemas,
los de tristezas y de penas,
y lo he pensado
y hoy, sin dudarlo, vuelvo a tu lado.
Ayúdame y te habré ayudado,
que hoy he soñado en otra vida,
en otro mundo, pero a tu lado.
Ya no persigo sueños rotos,
los he cosido con el hilo de tus ojos
y te he cantado al son de acordes
aún no inventados.
Ayúdame y te habré ayudado,
que hoy he soñado en otra vida,
en otro mundo, pero a tu lado.
Pero a tu lado...
Enrique Urquijo
(1960-1999)
sábado, 14 de noviembre de 2009
Ya cantan los gallos
Ya cantan los gallos,
amor mío, y vete:
cata que amanece.
Vete, alma mía,
más tarde no esperes,
no descubra el día
los nuestros placeres.
Cata que los gallos,
según me parece,
dicen que amanece.
Anónimo
(Siglo XV)
*Cata=mira.
amor mío, y vete:
cata que amanece.
Vete, alma mía,
más tarde no esperes,
no descubra el día
los nuestros placeres.
Cata que los gallos,
según me parece,
dicen que amanece.
Anónimo
(Siglo XV)
*Cata=mira.
jueves, 12 de noviembre de 2009
Romance del infante Arnaldos
¡Quién hubiera tal ventura
sobre las aguas del mar,
como hubo el infante Arnaldos
la mañana de San Juan!
Andando a buscar la caza
para su falcón cebar,
vio venir una galera
que a tierra quiere llegar;
las velas trae de seda,
la jarcia de oro torzal,
áncoras tiene de plata,
tablas de fino coral.
Marinero que la guía,
diciendo viene un cantar
que la mar ponía en calma,
los vientos hace amainar;
los peces que andan al hondo,
arriba los hace andar,
las aves que van volando,
al mástil vienen posar.
Allí habló el infante Arnaldos,
bien oiréis lo que dirá:
«Por tu vida, el marinero,
dígasme ora ese cantar.»
Respondióle el marinero,
tal respuesta le fue a dar:
«Yo no digo mi canción
sino a quien conmigo va.»
Anónimo
(Siglo XV)
sobre las aguas del mar,
como hubo el infante Arnaldos
la mañana de San Juan!
Andando a buscar la caza
para su falcón cebar,
vio venir una galera
que a tierra quiere llegar;
las velas trae de seda,
la jarcia de oro torzal,
áncoras tiene de plata,
tablas de fino coral.
Marinero que la guía,
diciendo viene un cantar
que la mar ponía en calma,
los vientos hace amainar;
los peces que andan al hondo,
arriba los hace andar,
las aves que van volando,
al mástil vienen posar.
Allí habló el infante Arnaldos,
bien oiréis lo que dirá:
«Por tu vida, el marinero,
dígasme ora ese cantar.»
Respondióle el marinero,
tal respuesta le fue a dar:
«Yo no digo mi canción
sino a quien conmigo va.»
Anónimo
(Siglo XV)
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Romance del prisionero
Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión,
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.
Anónimo
(Siglo XV)
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión,
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.
Anónimo
(Siglo XV)
lunes, 9 de noviembre de 2009
No me las enseñes más
No me las enseñes más,
que me matarás.
No me las enseñes más,
que me matarás.
Estábase la monja
en el monesterio,
sus teticas blancas
de so el velo negro.
No me las enseñes más,
que me matarás.
Anónimo
(Siglo XV)
*De so=debajo de.
Este villancico (cantar propio de villanos, es decir, lírica tradicional castellana) es cantado conjuntamente por el pastor y la serrana de la obra de Diego Sánchez de Badajoz Farsa del juego de cañas. En la obra se anuncia así:
"Aquí cantan el pastor y la serrana juntamente este villancico, bailando mano por mano". (Recopilación en metro, Sevilla, 1554).
que me matarás.
No me las enseñes más,
que me matarás.
Estábase la monja
en el monesterio,
sus teticas blancas
de so el velo negro.
No me las enseñes más,
que me matarás.
Anónimo
(Siglo XV)
*De so=debajo de.
Este villancico (cantar propio de villanos, es decir, lírica tradicional castellana) es cantado conjuntamente por el pastor y la serrana de la obra de Diego Sánchez de Badajoz Farsa del juego de cañas. En la obra se anuncia así:
"Aquí cantan el pastor y la serrana juntamente este villancico, bailando mano por mano". (Recopilación en metro, Sevilla, 1554).
viernes, 6 de noviembre de 2009
Botella al mar
................................................El mar un azar
............................................Vicente Huidobro
Pongo estos seis versos en mi botella al mar
con el secreto designio de que algún día
llegue a una playa casi desierta
y un niño la encuentre y la destape
y en lugar de versos extraiga piedritas
y socorros y alertas y caracoles.
Mario Benedetti
(Cotidianas, 1979)
............................................Vicente Huidobro
Pongo estos seis versos en mi botella al mar
con el secreto designio de que algún día
llegue a una playa casi desierta
y un niño la encuentre y la destape
y en lugar de versos extraiga piedritas
y socorros y alertas y caracoles.
Mario Benedetti
(Cotidianas, 1979)
miércoles, 4 de noviembre de 2009
En la fuente del rosel
....En la fuente del rosel
lavan la niña y el doncel.
....En la fuente de agua clara,
con sus manos lavan la cara
él a ella y ella a él:
lavan la niña y el doncel.
....En la fuente del rosel,
lavan la niña y el doncel.
Anónimo
(Siglo XV)
lavan la niña y el doncel.
....En la fuente de agua clara,
con sus manos lavan la cara
él a ella y ella a él:
lavan la niña y el doncel.
....En la fuente del rosel,
lavan la niña y el doncel.
Anónimo
(Siglo XV)
martes, 3 de noviembre de 2009
Sedia-m'eu na ermida de San Simion
Sedia-m'eu na ermida de San Simion,
e cercaron-mi as ondas, que grandes son.
...Eu atendend'o meu amigo!
...Eu atendend'o meu amigo!
Estando na ermida ant'o altar,
cercaron-mi as ondas grandes do mar.
...Eu atendend'o meu amigo!
...Eu atendend'o meu amigo!
E cercaron-mi as ondas, que grandes son;
non ei i barqueiro nen remador.
...Eu atendend'o meu amigo!
...Eu atendend'o meu amigo!
E cercaron-mi as ondas do alto mar;
non ei i barqueiro, nen sei remar.
...Eu atendend'o meu amigo!
...Eu atendend'o meu amigo!
Non ei i barqueiro nen remador:
morrerei, fremosa, no mar maior.
...Eu atendend'o meu amigo!
...Eu atendend'o meu amigo!
Non ei i barqueiro, nen sei remar:
morrerei, fremosa, no alto mar.
...Eu atendend'o meu amigo!
...Eu atendend'o meu amigo!
Meendinho
(Siglo XIII)
Versión en castellano de Un poema cada día
Estaba yo en la ermita de San Simón,
y cercáronme las olas, que grandes son.
....¡Esperando yo a mi amigo!
....¡Esperando yo a mi amigo!
Estando en la ermita ante el altar,
cercáronme las olas grandes del mar.
....¡Esperando yo a mi amigo!
....¡Esperando yo a mi amigo!
Y cercáronme las olas, que grandes son;
no tengo barquero ni remador.
....¡Esperando yo a mi amigo!
....¡Esperando yo a mi amigo!
Y cercáronme las olas del alto mar;
no tengo barquero, ni sé remar.
....¡Esperando yo a mi amigo!
....¡Esperando yo a mi amigo!
No tengo barquero ni remador:
moriré, hermosa, en el mar mayor.
....¡Esperando yo a mi amigo!
....¡Esperando yo a mi amigo!
No tengo barquero, ni sé remar:
moriré, hermosa, en el alto mar.
....¡Esperando yo a mi amigo!
....¡Esperando yo a mi amigo!
e cercaron-mi as ondas, que grandes son.
...Eu atendend'o meu amigo!
...Eu atendend'o meu amigo!
Estando na ermida ant'o altar,
cercaron-mi as ondas grandes do mar.
...Eu atendend'o meu amigo!
...Eu atendend'o meu amigo!
E cercaron-mi as ondas, que grandes son;
non ei i barqueiro nen remador.
...Eu atendend'o meu amigo!
...Eu atendend'o meu amigo!
E cercaron-mi as ondas do alto mar;
non ei i barqueiro, nen sei remar.
...Eu atendend'o meu amigo!
...Eu atendend'o meu amigo!
Non ei i barqueiro nen remador:
morrerei, fremosa, no mar maior.
...Eu atendend'o meu amigo!
...Eu atendend'o meu amigo!
Non ei i barqueiro, nen sei remar:
morrerei, fremosa, no alto mar.
...Eu atendend'o meu amigo!
...Eu atendend'o meu amigo!
Meendinho
(Siglo XIII)
Versión en castellano de Un poema cada día
Estaba yo en la ermita de San Simón,
y cercáronme las olas, que grandes son.
....¡Esperando yo a mi amigo!
....¡Esperando yo a mi amigo!
Estando en la ermita ante el altar,
cercáronme las olas grandes del mar.
....¡Esperando yo a mi amigo!
....¡Esperando yo a mi amigo!
Y cercáronme las olas, que grandes son;
no tengo barquero ni remador.
....¡Esperando yo a mi amigo!
....¡Esperando yo a mi amigo!
Y cercáronme las olas del alto mar;
no tengo barquero, ni sé remar.
....¡Esperando yo a mi amigo!
....¡Esperando yo a mi amigo!
No tengo barquero ni remador:
moriré, hermosa, en el mar mayor.
....¡Esperando yo a mi amigo!
....¡Esperando yo a mi amigo!
No tengo barquero, ni sé remar:
moriré, hermosa, en el alto mar.
....¡Esperando yo a mi amigo!
....¡Esperando yo a mi amigo!
lunes, 2 de noviembre de 2009
Chanson des pirates
Nous emmenions en esclavage
cent chrétiens, pêcheurs de corail;
nous recrutions pour le sérail
dans tous les moûtiers du rivage.
En mer, les hardis écumeurs!
Nous allions de Fez à Catane...
Dans la galère capitane
nous étions quatre-vingts rameurs.
On signale un couvent à terre.
Nous jetons l'ancre près du bord.
A nos yeux s'offre tout d'abord
une fille du monastère.
Près des flots, sourde à leurs rumeurs,
elle dormait sous un platane...
Dans la galère capitane
nous étions quatre-vingts rameurs.
-La belle fille, il faut vous taire,
il faut nous suivre. Il fait bon vent.
Ce n'est que changer de couvent,
le harem vaut le monastère.
Sa hautesse aime les primeurs,
nous vous ferons mahométane...
Dans la galère capitane
nous étions quatre-vingts rameurs.
Elle veut fuir vers sa chapelle.
-Osez-vous bien, fils de Satan?
-Nous osons, dit le capitan.
Elle pleure, supplie, appelle.
Malgré sa plainte et ses clameurs,
On l'emporta dans la tartane...
Dans la galère capitane
nous étions quatre-vingts rameurs.
Plus belle encore dans sa tristesse,
ses yeux étaient deux talismans,
elle valait mille tomans;
on la vendit à sa hautesse.
Elle eut beau dire : Je me meurs!
De nonne elle devint sultane...
Dans la galère capitane
nous étions quatre-vingts rameurs.
Victor Hugo
(Les Orientales, 1829)
Versión en castellano
Con cien cautivos llevamos
fletada nuestra galera,
que en una y otra ribera
para el harén reclutamos.
¡Al mar, al mar!, marineros;
en Fez entramos mañana.
Somos ochenta remeros
sobre nuestra capitana.
Junto a un convento botamos
al agua el ancla tenaz;
linda muchacha apresamos
dormida en traidora paz;
mil fantasmas hechiceros
soñaba a la mar cercana.
Somos ochenta remeros
sobre nuestra capitana.
-Forzoso es, niña, callar-.
Ea, ganemos el viento;
esto no es más que cambiar
por un harén un convento.
Os haremos mahometana
y el sultán ha de quereros.
Somos ochenta remeros
sobre nuestra capitana.
Huir desesperada quiso.
-¡Y osáis, hijos de Satán...!-
Lloró, suplicó. -Es preciso,
le contestó el capitán-.
Sus clamores lastimeros,
su resistencia fue vana.
Somos ochenta remeros
sobre nuestra capitana.
En su dolor, parecían
sus ojos un talismán,
mil cequíes bien valían;
la hemos vendido al sultán.
Lo debe a mis compañeros,
ayer monja y hoy sultana.
Somos ochenta remeros
sobre nuestra capitana.
[Traducción de José Zorrilla, 1838]
cent chrétiens, pêcheurs de corail;
nous recrutions pour le sérail
dans tous les moûtiers du rivage.
En mer, les hardis écumeurs!
Nous allions de Fez à Catane...
Dans la galère capitane
nous étions quatre-vingts rameurs.
On signale un couvent à terre.
Nous jetons l'ancre près du bord.
A nos yeux s'offre tout d'abord
une fille du monastère.
Près des flots, sourde à leurs rumeurs,
elle dormait sous un platane...
Dans la galère capitane
nous étions quatre-vingts rameurs.
-La belle fille, il faut vous taire,
il faut nous suivre. Il fait bon vent.
Ce n'est que changer de couvent,
le harem vaut le monastère.
Sa hautesse aime les primeurs,
nous vous ferons mahométane...
Dans la galère capitane
nous étions quatre-vingts rameurs.
Elle veut fuir vers sa chapelle.
-Osez-vous bien, fils de Satan?
-Nous osons, dit le capitan.
Elle pleure, supplie, appelle.
Malgré sa plainte et ses clameurs,
On l'emporta dans la tartane...
Dans la galère capitane
nous étions quatre-vingts rameurs.
Plus belle encore dans sa tristesse,
ses yeux étaient deux talismans,
elle valait mille tomans;
on la vendit à sa hautesse.
Elle eut beau dire : Je me meurs!
De nonne elle devint sultane...
Dans la galère capitane
nous étions quatre-vingts rameurs.
Victor Hugo
(Les Orientales, 1829)
Versión en castellano
Con cien cautivos llevamos
fletada nuestra galera,
que en una y otra ribera
para el harén reclutamos.
¡Al mar, al mar!, marineros;
en Fez entramos mañana.
Somos ochenta remeros
sobre nuestra capitana.
Junto a un convento botamos
al agua el ancla tenaz;
linda muchacha apresamos
dormida en traidora paz;
mil fantasmas hechiceros
soñaba a la mar cercana.
Somos ochenta remeros
sobre nuestra capitana.
-Forzoso es, niña, callar-.
Ea, ganemos el viento;
esto no es más que cambiar
por un harén un convento.
Os haremos mahometana
y el sultán ha de quereros.
Somos ochenta remeros
sobre nuestra capitana.
Huir desesperada quiso.
-¡Y osáis, hijos de Satán...!-
Lloró, suplicó. -Es preciso,
le contestó el capitán-.
Sus clamores lastimeros,
su resistencia fue vana.
Somos ochenta remeros
sobre nuestra capitana.
En su dolor, parecían
sus ojos un talismán,
mil cequíes bien valían;
la hemos vendido al sultán.
Lo debe a mis compañeros,
ayer monja y hoy sultana.
Somos ochenta remeros
sobre nuestra capitana.
[Traducción de José Zorrilla, 1838]
viernes, 30 de octubre de 2009
Verde verderol
....Verde verderol,
¡endulza la puesta del sol!
....Palacio de encanto,
el pinar tardío
arrulla con llanto
la huida del río.
Allí el nido umbrío
tiene el verderol.
....Verde verderol,
¡endulza la puesta del sol!
....La última brisa
es suspiradora;
el sol rojo irisa
al pino que llora.
¡Vaga y lenta hora
nuestra, verderol!
....Verde verderol
¡endulza la puesta del sol!
....Soledad y calma;
silencio y grandeza.
La choza del alma
se recoje y reza.
De pronto, ¡oh, belleza!,
canta el verderol.
....Verde verderol,
¡endulza la puesta del sol!
....Su canto enajena.
-¿Se ha parado el viento?-
El campo se llena
de su sentimiento.
Malva es el lamento,
verde el verderol.
....Verde verderol,
¡endulza la puesta del sol!
Juan Ramón Jiménez
(Baladas de primavera, 1907)
¡endulza la puesta del sol!
....Palacio de encanto,
el pinar tardío
arrulla con llanto
la huida del río.
Allí el nido umbrío
tiene el verderol.
....Verde verderol,
¡endulza la puesta del sol!
....La última brisa
es suspiradora;
el sol rojo irisa
al pino que llora.
¡Vaga y lenta hora
nuestra, verderol!
....Verde verderol
¡endulza la puesta del sol!
....Soledad y calma;
silencio y grandeza.
La choza del alma
se recoje y reza.
De pronto, ¡oh, belleza!,
canta el verderol.
....Verde verderol,
¡endulza la puesta del sol!
....Su canto enajena.
-¿Se ha parado el viento?-
El campo se llena
de su sentimiento.
Malva es el lamento,
verde el verderol.
....Verde verderol,
¡endulza la puesta del sol!
Juan Ramón Jiménez
(Baladas de primavera, 1907)
miércoles, 28 de octubre de 2009
Paisaje
......................................A Rita, Concha,
...............................Pepe y Carmencica
La tarde equivocada
se vistió de frío.
Detrás de los cristales,
turbios, todos los niños,
ven convertirse en pájaros
un árbol amarillo.
La tarde está tendida
a lo largo del río.
Y un rubor de manzana
tiembla en los tejadillos.
Federico García Lorca
(Canciones, 1921-1924)
...............................Pepe y Carmencica
La tarde equivocada
se vistió de frío.
Detrás de los cristales,
turbios, todos los niños,
ven convertirse en pájaros
un árbol amarillo.
La tarde está tendida
a lo largo del río.
Y un rubor de manzana
tiembla en los tejadillos.
Federico García Lorca
(Canciones, 1921-1924)
lunes, 26 de octubre de 2009
Escribí en el arenal
Escribí en el arenal
los tres nombres de la vida:
vida, muerte, amor.
Una ráfaga de mar,
tantas claras veces ida,
vino y los borró.
Miguel Hernández
(Cancionero y romancero de ausencias, 1938-1941)
los tres nombres de la vida:
vida, muerte, amor.
Una ráfaga de mar,
tantas claras veces ida,
vino y los borró.
Miguel Hernández
(Cancionero y romancero de ausencias, 1938-1941)
jueves, 22 de octubre de 2009
A Jarifa en una orgía
....Trae, Jarifa, trae tu mano,
ven y pósala en mi frente,
que en un mar de lava hirviente
mi cabeza siento arder.
Ven y junta con mis labios
esos labios que me irritan,
donde aún los besos palpitan
de tus amantes de ayer.
....¿Qué la virtud, la pureza?
¿Qué la verdad y el cariño?
Mentida ilusión de niño
que halagó mi juventud.
Dadme vino: en él se ahoguen
mis recuerdos; aturdida
sin sentir huya la vida;
paz me traiga el ataúd.
....El sudor mi rostro quema,
y en ardiente sangre rojos
brillan inciertos mis ojos,
se me salta el corazón.
Huye, mujer, te detesto,
siento tu mano en la mía,
y tu mano siento fría,
y tus besos hielo son.
....¡Siempre igual! Necias mujeres,
inventad otras caricias,
otro mundo de delicias,
o maldito sea el placer.
Vuestros besos son mentira,
mentira vuestra ternura,
es fealdad vuestra hermosura,
vuestro gozo es padecer.
....Yo quiero amor, quiero gloria,
quiero un deleite divino,
como en mi mente imagino,
como en el mundo no hay.
Y es la luz de aquel lucero
que engañó mi fantasía,
fuego fatuo, falso guía
que errante y ciego me tray.
....¿Por qué murió para el placer mi alma,
y vive aún para el dolor impío?
¿Por qué, si yazgo en indolente calma,
siento en lugar de paz, árido hastío?
....¿Por qué este inquieto abrasador deseo?
¿Por qué este sentimiento extraño y vago,
que yo mismo conozco un devaneo,
y busco aún su seductor halago?
....¿Por qué aún finge amores y placeres
que cierto estoy de que serán mentira?
¿Por qué en pos de fantásticas mujeres
necio tal vez mi corazón delira,
....si luego, en vez de prados y de flores,
halla desiertos áridos y abrojos,
y en sus sandios o lúbricos amores
fastidio sólo encontrará y enojos?
....Yo me arrojé, cual rápido cometa,
en alas de mi ardiente fantasía:
doquier mi arrebatada mente inquieta
dichas y triunfos encontrar creía.
....Yo me lancé con atrevido vuelo
fuera del mundo en la región etérea,
y hallé la duda, y el ardiente cielo
vi convertirse en ilusión aérea.
....Luego en la tierra la virtud, la gloria,
busqué con ansia y delirante amor,
y hediondo polvo y deleznable escoria
mi fatigado espíritu encontró.
....Mujeres vi de virginal limpieza
entre albas nubes de celeste lumbre;
yo las toqué, y en humo su pureza
trocarse vi, y en lodo y podredumbre.
....Y encontré mi ilusión desvanecida
y eterno e insaciable mi deseo;
palpé la realidad y odié la vida;
sólo en la paz de los sepulcros creo.
....Y busco aún y busco codicioso,
y aun deleites el alma finge y quiere:
pregunto y un acento pavoroso
"¡Ay!", me responde, "desespera y muere.
...."Muere, infeliz: la vida es un tormento,
un engaño el placer; no hay en la tierra
paz para ti, ni dicha, ni contento,
sino eterna ambición y eterna guerra.
...."Que así castiga Dios el alma osada
que aspira loca, en su delirio insano,
de la verdad para el mortal velada
a descubrir el insondable arcano."
....¡Oh!, cesa; no, yo no quiero
ver más, ni saber ya nada:
harta mi alma y postrada,
sólo anhela el descansar.
En mí muera el sentimiento,
pues ya murió mi ventura,
ni el placer ni la tristura
vuelvan mi pecho a turbar.
....Pasad, pasad en óptica ilusoria
y otras jóvenes almas engañad:
nacaradas imágenes de gloria,
coronas de oro y de laurel, pasad.
....Pasad, pasad, mujeres voluptuosas,
con danza y algazara en confusión;
pasad como visiones vaporosas
sin conmover ni herir mi corazón.
....Y aturdan mi revuelta fantasía
los brindis y el estruendo del festín,
y huya la noche y me sorprenda el día
en un letargo estúpido y sin fin.
....Ven, Jarifa; tú has sufrido
como yo; tú nunca lloras;
mas, ¡ay triste!, que no ignoras
cuán amarga es mi aflicción.
Una misma es nuestra pena,
en vano el llanto contienes...,
tú también, como yo, tienes
desgarrado el corazón.
José de Espronceda
(Poesías, 1840)
ven y pósala en mi frente,
que en un mar de lava hirviente
mi cabeza siento arder.
Ven y junta con mis labios
esos labios que me irritan,
donde aún los besos palpitan
de tus amantes de ayer.
....¿Qué la virtud, la pureza?
¿Qué la verdad y el cariño?
Mentida ilusión de niño
que halagó mi juventud.
Dadme vino: en él se ahoguen
mis recuerdos; aturdida
sin sentir huya la vida;
paz me traiga el ataúd.
....El sudor mi rostro quema,
y en ardiente sangre rojos
brillan inciertos mis ojos,
se me salta el corazón.
Huye, mujer, te detesto,
siento tu mano en la mía,
y tu mano siento fría,
y tus besos hielo son.
....¡Siempre igual! Necias mujeres,
inventad otras caricias,
otro mundo de delicias,
o maldito sea el placer.
Vuestros besos son mentira,
mentira vuestra ternura,
es fealdad vuestra hermosura,
vuestro gozo es padecer.
....Yo quiero amor, quiero gloria,
quiero un deleite divino,
como en mi mente imagino,
como en el mundo no hay.
Y es la luz de aquel lucero
que engañó mi fantasía,
fuego fatuo, falso guía
que errante y ciego me tray.
....¿Por qué murió para el placer mi alma,
y vive aún para el dolor impío?
¿Por qué, si yazgo en indolente calma,
siento en lugar de paz, árido hastío?
....¿Por qué este inquieto abrasador deseo?
¿Por qué este sentimiento extraño y vago,
que yo mismo conozco un devaneo,
y busco aún su seductor halago?
....¿Por qué aún finge amores y placeres
que cierto estoy de que serán mentira?
¿Por qué en pos de fantásticas mujeres
necio tal vez mi corazón delira,
....si luego, en vez de prados y de flores,
halla desiertos áridos y abrojos,
y en sus sandios o lúbricos amores
fastidio sólo encontrará y enojos?
....Yo me arrojé, cual rápido cometa,
en alas de mi ardiente fantasía:
doquier mi arrebatada mente inquieta
dichas y triunfos encontrar creía.
....Yo me lancé con atrevido vuelo
fuera del mundo en la región etérea,
y hallé la duda, y el ardiente cielo
vi convertirse en ilusión aérea.
....Luego en la tierra la virtud, la gloria,
busqué con ansia y delirante amor,
y hediondo polvo y deleznable escoria
mi fatigado espíritu encontró.
....Mujeres vi de virginal limpieza
entre albas nubes de celeste lumbre;
yo las toqué, y en humo su pureza
trocarse vi, y en lodo y podredumbre.
....Y encontré mi ilusión desvanecida
y eterno e insaciable mi deseo;
palpé la realidad y odié la vida;
sólo en la paz de los sepulcros creo.
....Y busco aún y busco codicioso,
y aun deleites el alma finge y quiere:
pregunto y un acento pavoroso
"¡Ay!", me responde, "desespera y muere.
...."Muere, infeliz: la vida es un tormento,
un engaño el placer; no hay en la tierra
paz para ti, ni dicha, ni contento,
sino eterna ambición y eterna guerra.
...."Que así castiga Dios el alma osada
que aspira loca, en su delirio insano,
de la verdad para el mortal velada
a descubrir el insondable arcano."
....¡Oh!, cesa; no, yo no quiero
ver más, ni saber ya nada:
harta mi alma y postrada,
sólo anhela el descansar.
En mí muera el sentimiento,
pues ya murió mi ventura,
ni el placer ni la tristura
vuelvan mi pecho a turbar.
....Pasad, pasad en óptica ilusoria
y otras jóvenes almas engañad:
nacaradas imágenes de gloria,
coronas de oro y de laurel, pasad.
....Pasad, pasad, mujeres voluptuosas,
con danza y algazara en confusión;
pasad como visiones vaporosas
sin conmover ni herir mi corazón.
....Y aturdan mi revuelta fantasía
los brindis y el estruendo del festín,
y huya la noche y me sorprenda el día
en un letargo estúpido y sin fin.
....Ven, Jarifa; tú has sufrido
como yo; tú nunca lloras;
mas, ¡ay triste!, que no ignoras
cuán amarga es mi aflicción.
Una misma es nuestra pena,
en vano el llanto contienes...,
tú también, como yo, tienes
desgarrado el corazón.
José de Espronceda
(Poesías, 1840)
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