Lágrima viva de la fresca aurora,
a quien la mustia flor la vida debe,
y el prado ansioso entre el follaje embebe;
gota que el sol con sus reflejos dora;
que en la tez de las flores seductora
mecida por el céfiro más leve,
mezclas de grana tu color de nieve
y de nieve su grana encantadora:
ven a mezclarte con mi triste lloro,
y a consumirte en mi mejilla ardiente;
que acaso correrán más dulcemente
las lágrimas amargas que devoro...
Mas ¡qué fuera una gota de rocío
perdida entre el raudal del llanto mío...!
Carolina Coronado
(Poesías, 1852)
Es muy lindo
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