.........................................................hoy no tengo una almena
.........................................................que no pueda decir que es mía.
.........................................................................(De un romance viejo.)
Ni una palabra 
brotará en mis labios 
que no sea 
verdad. 
Ni una sílaba, 
que no sea 
necesaria. 
Viví 
para ver 
el árbol 
de las palabras, di 
testimonio 
del hombre, hoja a hoja. 
Quemé las naves 
del viento. 
Destruí 
los sueños, planté 
palabras 
vivas. 
Ni una sola 
sometí: desenterré 
silencio, a pleno sol. 
Mis días 
están contados, 
uno, 
dos, 
cuatro 
libros borraron el olvido, 
y paro de contar. 
Oh campo, 
oh monte, oh río 
Darro: borradme 
vivo. 
Alzad, 
cimas azules de mi patria, 
la voz. 
Hoy no tengo una almena 
que pueda decir que es mía. 
Oh aire, 
oh mar perdidos. 
Romped 
contra mi verso, resonad 
libres.
Blas de Otero
(Pido la paz y la palabra, 1955)
 
 
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