Mujer joven al piano, François Gauzi (1904)
Esa música...
Insiste, hace daño
en el alma.
Viene tal vez de un tiempo
remoto, de una época imposible
perdida para siempre.
Sobrepasa los límites
de la música. Tiene materia,
aroma, es como polvo de algo
indefinible, de un recuerdo
que nunca se ha vivido,
de una vaga esperanza irrealizable.
Se llama simplemente:
canción.
Pero no es solo eso.
Es también la tristeza.
Ángel González
(Tratado de urbanismo, 1967)
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