nacían los indios.
Llegábamos a la puna
con danzas, con himnos.
Silbaban quenas, ardían
dos mil fuegos vivos.
Cantaban Coyas de oro
y Amautas benditos.
Bajaste ciego de soles,
volando dormido,
para hallar viudos los aires
de llama y de indio.
Y donde eran maizales
ver subir el trigo
y en lugar de las vicuñas
topar los novillos.
¡Regresa a tu Pachacamac,
En Vano Venido,
Indio loco, Indio que nace,
pájaro perdido!
Gabriela Mistral
(Ternura,1924)
Que buen poema
ResponderEliminar