Elegantes mujeres árabes en una terraza al atardecer, Rudolph Ernst (1854-1932)
¡Mamma, ayy habibi!
Suaal-chumella shaqrellah,
el collo albo,
e boquella hamrellah.
Anónimo
(Siglo XI)
Versión al castellano de Un poema cada día
¡Madre, ay qué amigo!
Su guedejuela, rubia,
el cuello, blanco,
y su boquita, coloradita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario