miércoles, 28 de abril de 2010

El otoño de las rosas

Vives ya en la estación del tiempo rezagado:
lo has llamado el otoño de las rosas.
Aspíralas y enciéndete. Y escucha,
cuando el cielo se apague, el silencio del mundo.

Francisco Brines
(El otoño de las rosas, 1986)

viernes, 23 de abril de 2010

Voz del árbol

¿Qué me quiere tu mano?
¿Qué deseas de mí, dime, árbol mío?
...Te impulsaba la brisa: pero el gesto
era tuyo, era tuyo.

Como el niño, cuajado de ternura
que le brota en la entraña y que no sabe
expresar, lentamente, tristemente,
me pasaste la mano por el rostro,
me acarició tu rama.

¡Qué suavidad había
en el roce! ¡Cuán tersa
debe de ser tu voz! ¿Qué me preguntas?
Di, ¿qué me quieres, árbol, árbol, mío?

La terca piedra estéril,
concentrada en su luto
-frenética mudez o grito inmóvil-,
expresa duramente,
llega a decir su duelo
a fuerza de silencio atesorado.

El hombre
-oh agorero croar, oh aullido inútil-
es voz en viento: sólo voz en aire.
Nunca el viento y la mar oirán sus quejas.
Ay, nunca el cielo entenderá su grito;
nunca, nunca, los hombres.

Entre el hombre y la roca,
¡con qué melancolía
sabes comunicarme tu tristeza,
árbol, tú, triste y bueno, tú el más hondo,
el más oscuro de los seres! ¡ Torpe
condensación soturna
de tenebrosos jugos minerales,
materia en suave hervor lento, cerrada
en voluntad de ser, donde lo inerte
con ardua afinidad de fuerzas sube
a total frenesí! ¡Tú, genio, furia,
expresión de la tierra dolorida,
que te eriges, agudo, contra el cielo,
como un ay, como llama,
como un clamor! Al fin monstruo con brazos,
garras y cabellera:
¡oh suave, triste, dulce monstruo verde,
tan verdemente pensativo,
con hondura de tiempo,
con silencio de Dios!

No sé qué altas señales
lejanas, de un amor triste y difuso,
de un gran amor de nieblas y luceros,
traer querría tu ramita verde
que, con el viento, ahora
me está rozando el rostro.
Yo ignoro su mensaje
profundo. La he cogido, la he besado.
(Un largo beso.)
............................¡Mas no sé qué quieres
decirme!

Dámaso Alonso
(Hijos de la ira, 1944)

miércoles, 21 de abril de 2010

Por donde van las águilas

....Una luz vehemente y oscura, de tormenta,
flota sobre las cumbres del alto Guadarrama,
por donde van las águilas. La tarde baja, lenta,
por los senderos verdes, calientes de retama.

....Entre las piedras brilla la lumbre soñolienta
del sol oculto y frío. La luz, de rama en rama,
como el vuelo de un pájaro, tras la sombra se ahuyenta.
Bruscamente, el silencio crece como una llama.

....Tengo miedo. Levanto los ojos. Dios azota
mi corazón. El vaho de la nieve se enfría
lo mismo que un recuerdo. Sobre los montes flota

....la paz, y el alma sueña su propia lejanía.
Una luz vehemente desde mi sueño brota
hacia el amor. La tarde duerme a mis pies, sombría.

Leopoldo Panero
(Escrito a cada instante, 1949)

martes, 20 de abril de 2010

Hallazgo

Desnuda y adherida a tu desnudez.
Mis pechos como hielos recién cortados,
en el agua plana de tu pecho.
Mis hombros abiertos bajo tus hombros.
Y tú, flotante en mi desnudez.

Alzaré los brazos y sostendré tu aire.
Podrás desceñir mi sueño
porque el cielo descansará en mi frente.
Afluentes de tus ríos serán mis ríos.
Navegaremos juntos, tú serás mi vela,
y yo te llevaré por mares escondidos.

¡Qué suprema efusión de geografías!
Tus manos sobre mis manos.
Tus ojos, aves de mi árbol,
en la yerba de mi cabeza.

Carmen Conde
(Ansia de la gracia, 1945)

lunes, 19 de abril de 2010

La transfiguración

Siento tu cuerpo entero bajo el mío.
Tu carne
............... es
....................como un ascua,
fresca e imprescindible,
que está fluyendo hacia
mi cuerpo, por un puente
de miel lenta y silábica.
Hay un solo momento en que se junta
el cuerpo con el alma,
y se sienten recíprocos,
.........................................y viven
su trasfiguración,
..............................y se adelantan
el uno al otro en una misma entrega
desde su mismo origen deseada.
Siento tus labios en mis labios, siento
tu piel desnuda y ávida,
y siento,
...............¡al fin!
..........................esa frescura súbita
como una llamarada
de eternidad, en que la carne deja
de serlo y se desata,
se dispersa en el vuelo,
........................................y va cayendo
en la tierra sonámbula
de tu cuerpo que cede interminable
mente cediendo,
.............................hasta
que el vuelo acaba y ya la carne queda
quieta, milagreada,
y me devuelve el cuerpo,
............................................y todo ha sido
un pasmo, un rebrillar y luego nada.

Luis Rosales
(Rimas, 1951)

jueves, 15 de abril de 2010

Para mi corazón basta tu pecho

Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.

Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.

He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje.

Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma.

Pablo Neruda
(Veinte poemas de amor y una canción desesperada, 1924)

miércoles, 14 de abril de 2010

El niño yuntero

Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.

Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.

Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.

Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.

Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra,
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.

Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.

Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.

A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.

Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.

Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.

Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
resuelve mi alma de encina.

Le veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.

Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.

¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?

Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.

Miguel Hernández
(Viento del pueblo, 1937)

martes, 13 de abril de 2010

A orillas del East River

............................................II

Yo ya no lloro,
excepto por aquello que algún día
me hizo llorar:
los aviones que proclamaban
que todo había terminado;
la estación amarilla diluida en la noche
en la que coincidían, tan sólo unos instantes,
el tren que partía hacia el norte
y el que partía hacia el oeste
y jamás volverían a encontrarse;
y la voz de Juan Rulfo: «diles que no me maten»;
y la malagueña canaria;
y la niña mendiga de Lisboa
que me pidió un «besiño».

Yo ya no lloro.
Ni siquiera cuando recuerdo
lo que aún me queda por llorar.

José Hierro
(Cuadernos de Nueva York, 1998)

lunes, 12 de abril de 2010

En la inmensa mayoría

Podrá faltarme el aire,
el agua,
el pan,
sé que me faltarán.

El aire, que no es de nadie.
El agua, que es del sediento.
El pan... Sé que me faltarán.

La fe, jamás.

Cuanto menos aire, más.
Cuanto más sediento, más.

Ni más ni menos. Más.

Blas de Otero
(Pido la paz y la palabra, 1955)

viernes, 9 de abril de 2010

Quien me habita

................................................"Car Je est un autre".
..............................................................RIMBAUD


¡Qué extraño es verme aquí sentado,
y cerrar los ojos, y abrirlos, y mirar,
y oír como una lejana catarata que la vida se derrumba,
y cerrar los ojos, y abrirlos, y mirar!

¡Qué extraño es verme aquí sentado!
¡Qué extraño verme como una planta que respira,
y sentir en el pecho un pájaro encerrado,
y un denso empuje que se abre paso difícilmente por mis venas!

¡Qué extraño es verme aquí sentado,
y agarrarme una mano con la otra,
y tocarme, y sonreír, y decir en voz alta
mi propio nombre tan falto de sentido!

¡Oh, qué extraño, qué horriblemente extraño!
La sorpresa hace mudo mi espanto.
Hay un desconocido que me habita
y habla como si no fuera yo mismo.

Gabriel Celaya
(La soledad cerrada, 1947)

martes, 6 de abril de 2010

La acacia cautiva

Cercada por ladrillos y cemento,
por asfalto, carteles y oficinas,
entre discos de luz, entre bocinas
una acacia cautiva busca un viento.

Busca un campo tranquilo, el soñoliento
río sonoro que en sus aguas finas
lleva luces que fluyen diamantinas
en sosegado y suave movimiento.

Busca el salto del pez, el raudo brillo
de su escama fugaz y repentina,
con rápida sorpresa de cuchillo.

Busca la presurosa golondrina,
no la brutal tristeza del ladrillo
que finge roja sangre en cada esquina.

Rafael Morales
(Canción sobre el asfalto, 1954)

lunes, 5 de abril de 2010

Primavera amarilla

....Abril venía, lleno
todo de flores amarillas:
amarillo el arroyo,
amarillo el vallado, la colina,
el cementerio de los niños,
el huerto aquel donde el amor vivía.
....El sol unjía de amarillo el mundo,
con sus luces caídas;
¡ay, por los lirios áureos,
el agua de oro, tibia;
las amarillas mariposas
sobre las rosas amarillas!
....Guirnaldas amarillas escalaban
los árboles; el día
era una gracia perfumada de oro,
en un dorado despertar de vida.
Entre los huesos de los muertos
abría Dios sus manos amarillas.

Juan Ramón Jiménez
(Poemas májicos y dolientes, 1909)

domingo, 28 de marzo de 2010

Tengo estos huesos hechos a las penas

Tengo estos huesos hechos a las penas
y a las cavilaciones estas sienes:
pena que vas, cavilación que vienes
como el mar de la playa a las arenas.

Como el mar de la playa a las arenas,
voy en este naufragio de vaivenes,
por una noche oscura de sartenes
redondas, pobres, tristes y morenas.

Nadie me salvará de este naufragio
si no es tu amor, la tabla que procuro,
si no es tu voz, el norte que pretendo.

Eludiendo por eso el mal presagio
de que ni en ti siquiera habré seguro,
voy entre pena y pena sonriendo.

Miguel Hernández
(El silbo vulnerado, 1934-1935)

jueves, 25 de marzo de 2010

Yo no comprendo nada

Yo no comprendo nada. No por eso
me rindo. Una cuestión
de técnica, sin más. No comprender
apenas nada brinda
nuevas y limpias posibilidades:
ir ofreciendo el desconocimiento, hacerle
entrega al mundo de este interrogante,
que sea finalmente de todos tanta duda,
tanta perplejidad.
No comprendo siquiera
por qué, pero es inútil
tratar de resistirse a ese sosiego
que provoca partir
el pan del estupor
y, al repartirlo,
propagarlo, darlo
a luz, iniciarlo,
no poseer la sola
incomprensión de todos,
y no comprender nada,
y celebrarlo.

Gonzalo Escarpa
(Fatiga de materiales, 2006)

martes, 23 de marzo de 2010

Mañana despeinamos los espejos

..Hoy tengo acordeones por peldaños.
Un mar de margaritas en mi alfombra.
.Hoy cambio mis derrotas por abrazos
......y juego con la nieve de tu boca.
..Hay silencios parecidos a tormentas.
...Botellas con mensaje en el desierto.
...Hay bosques bailando en tus ojeras,
......arco iris en el óleo de tu cuerpo.
...Hoy llueven serpentinas en tu pelo.
.Germino en el zaguán de tu sombrero.
Hoy barro el alquitrán de tus pulmones,
...me adhiero al paraíso de los sueños.
...Hay sirenas en el teatro de la calle.
..Madreselva en tu alma trasnochada.
..Hay anhelos con sabor a mandarina,
golondrinas anidando en tu almohada.
...Hoy cambio tu ausencia por el eco.
..La tristeza por el zumo de tus labios.
.Hoy sueño que soñé que ya no sueño,
que al despertar soñaba entre tus manos.
......Hay lágrimas azules en cuartillas.
......Tristeza en el rímel de un payaso.
......Hay pétalos guardando tu semilla,
....diapasones con el tiempo trastocado.
....Hoy tengo acordeones por peldaños.
......Mañana despeinamos los espejos.

Joaquín Lera
(La fragilidad de los espejos, 2009)

lunes, 22 de marzo de 2010

La cabeza

Se me ha ido la cabeza
No soy el primero ni el último a quien de repente se le va la cabeza
Un día te levantas y no hay nadie sobre los hombros

La mayoría se aburren y marchan sin despedirse
No vuelven a acordarse de sus antiguos dueños
Las que regresan lo hacen a menudo desengañadas
Miran para otro lado como si aquí no hubiese pasado nada

Las oficinas de objetos perdidos están repletas de cabezas como la mía
Las guardan un tiempo, luego no se sabe qué hacen con ellas

No las iban a dejar allí para siempre

Juan Carlos Mestre
(La casa roja, 2008)

domingo, 21 de marzo de 2010

Rima XI

....—Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soy el símbolo de la pasión,
de ansia de goces mi alma está llena.
¿A mí me buscas?
....—No es a ti, no.

....—Mi frente es pálida, mis trenzas de oro,
puedo brindarte dichas sin fin.
Yo de ternura guardo un tesoro.
¿A mí me llamas?
....—No: no es a ti.

....—Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
soy incorpórea, soy intangible:
no puedo amarte.
....—¡Oh, ven; ven tú!

Gustavo Adolfo Bécquer
(Rimas, 1871)

viernes, 19 de marzo de 2010

Canción última

Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.

Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa,
con su ruinosa cama.

Florecerán los besos
sobre las almohadas.

Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.

El odio se amortigua
detrás de la ventana.

Será la garra suave.

Dejadme la esperanza.

Miguel Hernández
(El hombre acecha, 1937-1938)

lunes, 15 de marzo de 2010

Llegó tan hondo el beso

Llegó tan hondo el beso
que traspasó y emocionó los muertos.

El beso trajo un brío
que arrebató la boca de los vivos.

El hondo beso grande
sintió breves los labios al ahondarse.

El beso aquel que quiso
cavar los muertos y sembrar los vivos.

Miguel Hernández
(Cancionero y romancero de ausencias, 1938-1941)

martes, 9 de marzo de 2010

Las causas

Los ponientes y las generaciones.
Los días y ninguno fue el primero.
La frescura del agua en la garganta
De Adán. El ordenado Paraíso.
El ojo descifrando la tiniebla.
El amor de los lobos en el alba.
La palabra. El hexámetro. El espejo.
La Torre de Babel y la soberbia.
La luna que miraban los caldeos.
Las arenas innúmeras del Ganges.
Chuang-Tzu y la mariposa que lo sueña.
Las manzanas de oro de las islas.
Los pasos del errante laberinto.
El infinito lienzo de Penélope.
El tiempo circular de los estoicos.
La moneda en la boca del que ha muerto.
El peso de la espada en la balanza.
Cada gota de agua en la clepsidra.
Las águilas, los fastos, las legiones.
César en la mañana de Farsalia.
La sombra de las cruces en la tierra.
El ajedrez y el álgebra del persa.
Los rastros de las largas migraciones.
La conquista de reinos por la espada.
La brújula incesante. El mar abierto.
El eco del reloj en la memoria.
El rey ajusticiado por el hacha.
El polvo incalculable que fue ejércitos.
La voz del ruiseñor en Dinamarca.
La escrupulosa línea del calígrafo.
El rostro del suicida en el espejo.
El naipe del tahúr. El oro ávido.
Las formas de la nube en el desierto.
Cada arabesco del calidoscopio.
Cada remordimiento y cada lágrima.
Se precisaron todas esas cosas
Para que nuestras manos se encontraran.

Jorge Luis Borges
(Historia de la noche, 1977)

sábado, 6 de marzo de 2010

Habitación para dos

Una última claridad antes que el sol decline.
Un cuerpo preciso para el final de mi mano,
bocas que ascienden la pendiente del labio
hasta arrancar de la vida sus flores tan serias
con un fulgor de huesos chocando.

Que nada exista más allá del húmedo relámpago
de un ser acariciado y su plegaria.
Enséñale a la muerte el salvaje canto
de un sexo hecho de ciencias inestables.

Que dancen los cuerpos con vocación de sombra,
con pánico y extraños, enjuagados, abatidos, germinando.
Que pronuncien tu nombre por pasillos de fiebre,
que en presagios de luz se transformen los brazos
hasta que el grito alcance horizontes y escalas,
cuellos, perfumes, escotes, caderas,
océanos percutiendo,
lucernas altas del fuego dando luz a dedos zahoríes,
al agua blanda del placer.

Volverán después los cuerpos a su espejo vacío.
Promesas incumplidas serán: ceniza saciada.
Cuerpos profanados en la vieja ceremonia,
........siempre extraños o distantes, fugitivos,
sin contornos,
vencidos en sudor, y despoblados.

Antonio Lucas
(Los mundos contrarios, 2009)

martes, 2 de marzo de 2010

Underwood girls

Quietas, dormidas están,
las treinta, redondas, blancas.
Entre todas
sostienen el mundo.
Míralas aquí en su sueño,
como nubes,
redondas, blancas y dentro
destinos de trueno y rayo,
destinos de lluvia lenta,
de nieve, de viento, signos.
Despiértalas,
con contactos saltarines
de dedos rápidos, leves,
como a músicas antiguas.
Ellas suenan otra música:
fantasías de metal
valses duros, al dictado.
Que se alcen desde siglos
todas iguales, distintas
como las olas del mar
y una gran alma secreta.
Que se crean que es la carta,
la fórmula como siempre.
Tú alócate
bien los dedos, y las
raptas y las lanzas,
a las treinta, eternas ninfas
contra el gran mundo vacío,
blanco a blanco.
Por fin a la hazaña pura,
sin palabras sin sentido,
ese, zeda, jota, i...

Pedro Salinas
(Fábula y signo, 1931)

lunes, 1 de marzo de 2010

Calle del arrabal

Se me quedó en lo hondo
una visión tan clara,
que tengo que entornar los ojos cuando
intento recordarla.

A un lado, hay un calvero de solares;
en frente, están las casas alineadas
porque esperan que de un momento a otro
la Primavera pasará.

..................................Las sábanas,
aún goteantes, penden
de todas las ventanas,
el viento juega con el sol en ellas
y ellas ríen del juego y de la gracia.

Y hay las niñas bonitas
que se peinan al aire libre.

..............................................Cantan
los chicos de una escuela la lección.
Las once dan.

.........................Por el arroyo pasa
un viejo cojitranco
que empuja su carrito de naranjas.

Dámaso Alonso
(Poemas puros. Poemillas de la ciudad, 1921)

viernes, 26 de febrero de 2010

Como leve sonido

Como leve sonido:
Hoja que roza un vidrio,
Agua que acaricia unas guijas,
Lluvia que besa una frente juvenil;

Como rápida caricia:
Pie desnudo sobre el camino,
Dedos que ensayan el primer amor,
Sábanas tibias sobre el cuerpo solitario;

Como fugaz deseo:
Seda brillante en la luz,
Esbelto adolescente entrevisto,
Lágrimas por ser más que un hombre;

Como esta vida que no es mía
Y sin embargo es la mía,
Como este afán sin nombre
Que no me pertenece y sin embargo soy yo;

Como todo aquello que de cerca o de lejos
Me roza, me besa, me hiere,
Tu presencia está conmigo fuera y dentro,
Es mi vida misma y no es mi vida,
Así como una hoja y otra hoja
Son la apariencia del viento que las lleva.

Luis Cernuda
(Los placeres prohibidos, 1931)

jueves, 25 de febrero de 2010

Los besos

No te olvides, temprana, de los besos un día.
De los besos alados que a tu boca llegaron.
Un instante pusieron su plumaje encendido
sobre el puro dibujo que se rinde entreabierto.

Te rozaron los dientes. Tú sentiste su bulto.
En tu boca latiendo su celeste plumaje.
Ah, redondo tu labio palpitaba de dicha.
¿Quien no besa esos pájaros cuando llegan, escapan?

Entreabierta tu boca vi tus dientes blanquísimos.
Ah, los picos delgados entre labios se hunden.
Ah, picaron celestes, mientras dulce sentiste
que tu cuerpo ligero, muy ligero, se erguía.

¡Cuán graciosa, cuán fina, cuán esbelta reinabas!
Luz o pájaros llegan, besos puros, plumajes.
Y oscurecen tu rostro con sus alas calientes,
que te rozan, revuelan, mientras ciega tú brillas.

No lo olvides. Felices, mira, van, ahora escapan.
Mira: vuelan, ascienden, el azul los adopta.
Suben altos, dorados. Van calientes, ardiendo.
Gimen, cantan, esplenden. En el cielo deliran.

Vicente Aleixandre
(Sombra del paraíso, 1944)

martes, 23 de febrero de 2010

Desnudo

Blancos, rosas. Azules casi en veta,
.....Retraídos, mentales.
Puntos de luz latente dan señales
.....De una sombra secreta.

Pero el color, infiel a la penumbra,
.....Se consolida en masa.
Yacente en el verano de la casa,
.....Una forma se alumbra.

Claridad aguzada entre perfiles,
.....De tan puros tranquilos,
Que cortan y aniquilan con sus filos
.....Las confusiones viles.

Desnuda está la carne. Su evidencia
.....Se resuelve en reposo.
Monotonía justa, prodigioso
.....Colmo de la presencia.

Plenitud inmediata, sin ambiente,
.....Del cuerpo femenino.
Ningún primor: ni voz ni flor. ¿Destino?
.....¡Oh absoluto Presente!

Jorge Guillén
(Cántico, 1928)

lunes, 22 de febrero de 2010

Lo que dejé por ti

..................................Ah! cchi nun vede sta parte de monno
..................................Nun za nnemmanco pe cche ccosa è nnato.

..................................................................................G.G. Belli

Dejé por ti mis bosques, mi perdida
arboleda, mis perros desvelados,
mis capitales años desterrados
hasta casi el invierno de la vida.

Dejé un temblor, dejé una sacudida,
un resplandor de fuegos no apagados,
dejé mi sombra en los desesperados
ojos sangrantes de la despedida.

Dejé palomas tristes junto a un río,
caballos sobre el sol de las arenas,
dejé de oler la mar, dejé de verte.

Dejé por ti todo lo que era mío.
Dame tú, Roma, a cambio de mis penas,
tanto como dejé para tenerte.

Rafael Alberti
(Roma, peligro para caminantes, 1968)

viernes, 19 de febrero de 2010

Nocturno

.......................................................A Manuel Machado

Están todas

También las que se encienden en las noches de moda

Nace del cielo tanto humo
que ha oxidado mis ojos

Son sensibles al tacto las estrellas
No sé escribir a máquina sin ellas

Ellas lo saben todo
Graduar el mar febril
y refrescar mi sangre con su nieve infantil

La noche ha abierto el piano
y yo las digo adiós con la mano

Gerardo Diego
(Manual de espumas, 1922)

jueves, 18 de febrero de 2010

Perdóname por ir así buscándote

Perdóname por ir así buscándote
tan torpemente, dentro
de ti.
Perdóname el dolor, alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.
Ése que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.
Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él
subida sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan sólo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti misma.

Y que a mi amor entonces, le conteste
la nueva criatura que tú eras.

Pedro Salinas
(La voz a ti debida, 1933)

miércoles, 17 de febrero de 2010

Romance de la luna, luna

..............................................A Conchita García Lorca
La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.

El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.

Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.

¡Cómo canta la zumaya,
ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.

Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.

Federico García Lorca
(Romancero gitano, 1928)

martes, 16 de febrero de 2010

Poema LXIX

Porque me amas más por mi arcilla que por mi flor; porque más pronto hallo tu brazo cuando desfallezco que cuando me levanto; porque sigues mis ojos a donde nadie se atrevió a seguirlos y regresas con ellos amansados, a salvo de alimañas y pedriscos, eres para siempre el pastor de mis ojos, la lumbre de mi casa, el soplo vivo de mi arcilla.

Dulce María Loynaz
(Poemas sin nombre, 1953)

lunes, 15 de febrero de 2010

Dejad las hebras de oro ensortijado

Dejad las hebras de oro ensortijado
que el ánima me tienen enlazada,
y volved a la nieve no pisada
lo blanco de esas rosas matizado.

Dejad las perlas y el coral preciado
de que esa boca está tan adornada;
y al cielo, de quien sois tan envidiada,
volved los soles que le habéis robado.

La gracia y discreción que muestra ha sido
del gran saber del celestial maestro
volvédselo a la angélica natura;

y todo aquesto así restituido,
veréis que lo que os queda es propio vuestro:
ser áspera, cruel, ingrata y dura.

Francisco de Terrazas
(h. 1525-1580)

viernes, 12 de febrero de 2010

Soneto XXVII

...Amor, amor, un hábito vestí
el cual de vuestro paño fue cortado;
al vestir ancho fue, mas apretado
y estrecho cuando estuvo sobre mí.

...Después acá de lo que consentí,
tal arrepentimiento me ha tomado
que pruebo alguna vez, de congojado,
a romper esto en que yo me metí;

...mas ¿quién podrá de este hábito librarse,
teniendo tan contraria su natura
que con él ha venido a conformarse?

...Si alguna parte queda, por ventura,
de mi razón, por mí no osa mostrarse,
que en tal contradicción no está segura.

Garcilaso de la Vega
(h.1501-1536)

jueves, 11 de febrero de 2010

Vino, primero pura

...Vino, primero pura,
vestida de inocencia;
y la amé como un niño.
...Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes;
y la fui odiando, sin saberlo.
...Llegó a ser una reina,
fastuosa de tesoros...
¡Qué iracundia de hiel y sin sentido!
......Mas se fue desnudando.
Y yo le sonreía.
...Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.
...Y se quitó la túnica,
y apareció desnuda toda...
¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre!

Juan Ramón Jiménez
(Eternidades, 1918)

miércoles, 10 de febrero de 2010

Llama de amor viva

...¡Oh llama de amor viva,
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!,
pues ya no eres esquiva,
acaba ya, si quieres;
¡rompe la tela de este dulce encuentro!
...¡Oh cauterio süave!,
¡oh regalada llaga!,
¡oh mano blanda!, ¡oh toque delicado,
que a vida eterna sabe
y toda deuda paga!,
matando, muerte en vida la has trocado.
...¡Oh lámpara de fuego,
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido,
que estaba oscuro y ciego,
con extraños primores
calor y luz dan junto a su Querido!
...¡Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno,
donde secretamente solo moras!,
y en tu aspirar sabroso,
de bien y gloria lleno,
¡cuán delicadamente me enamoras!

San Juan de la Cruz
(1542-1591)

martes, 9 de febrero de 2010

Vida retirada

...¡Qué descansada vida
la del que huye el mundanal ruïdo,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!
...Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio moro, en jaspes sustentado.
...No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.
...¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado;
si, en busca deste viento,
ando desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?
...¡Oh monte, oh fuente, oh río!
¡Oh secreto seguro, deleitoso!
Roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.
...Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la sangre ensalza o el dinero.
...Despiértenme las aves
con su cantar sabroso no aprendido;
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio está atenido.
...Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.
...Del monte en la ladera,
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza el fruto cierto.
...Y como codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.
...Y luego, sosegada,
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada
de verdura vistiendo
y con diversas flores va esparciendo.
...El aire el huerto orea
y ofrece mil olores al sentido;
los árboles menea
con un manso ruïdo
que del oro y del cetro pone olvido.
...Ténganse su tesoro
los que de un falso leño se confían;
no es mío ver el lloro
de los que desconfían
cuando el cierzo y el ábrego porfían.
...La combatida antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se torna, al cielo suena
confusa vocería,
y la mar enriquecen a porfía.
...A mí una pobrecilla
mesa de amable paz bien abastada
me basta, y la vajilla,
de fino oro labrada
sea de quien la mar no teme airada.
...Y mientras miserable-
mente se están los otros abrazando
con sed insacïable
del peligroso mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.
...A la sombra tendido,
de hiedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente meneado.

Fray Luis de León
(1527-1591)

lunes, 8 de febrero de 2010

Cántico espiritual (Fragmentos)

LA ESPOSA. ......Mi Amado, las montañas,
.......................los valles solitarios nemorosos,
.......................las ínsulas extrañas,
.......................los ríos sonorosos,
.......................el silbo de los aires amorosos,
..........................la noche sosegada
.......................en par de los levantes de la aurora,
.......................la música callada,
.......................la soledad sonora,
.......................la cena que recrea y enamora.
.............................................................................[...]
..........................En la interior bodega
.......................de mi Amado bebí, y cuando salía
.......................por toda aquesta vega,
.......................ya cosa no sabía;
.......................y el ganado perdí que antes seguía.
..........................Allí me dio su pecho,
.......................allí me enseñó ciencia muy sabrosa;
.......................y yo le di de hecho
.......................a mí, sin dejar cosa;
.......................allí le prometí de ser su esposa.

...................San Juan de la Cruz
...................(1542-1591)

viernes, 5 de febrero de 2010

Cuál es la causa, mi Damón, que estando

«¿Cuál es la causa, mi Damón, que estando
en la lucha de amor juntos trabados
con lenguas, brazos, pies y encadenados
cual vid que entre el jazmín se va enredando

y que el vital aliento ambos tomando
en nuestros labios, de chupar cansados,
en medio a tanto bien somos forzados
llorar y suspirar de cuando en cuando?»

«Amor, mi Filis bella, que allá dentro
nuestras almas juntó, quiere en su fragua
los cuerpos ajuntar también tan fuerte

que no pudiendo, como esponja el agua,
pasar del alma al dulce amado centro,
llora el velo mortal su avara suerte».

Francisco de Aldana
(1537-1578)

jueves, 4 de febrero de 2010

Soneto XIII

...A Dafne ya los brazos le crecían
y en luengos ramos vueltos se mostraban;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos que el oro escurecían;

...de áspera corteza se cubrían
los tiernos miembros que aun bullendo estaban;
los blancos pies en tierra se hincaban
y en torcidas raíces se volvían.

...Aquel que fue la causa de tal daño,
a fuerza de llorar, crecer hacía
este árbol, que con lágrimas regaba.

...¡Oh miserable estado, oh mal tamaño,
que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón por que lloraba!

Garcilaso de la Vega
(h. 1501-1536)

miércoles, 3 de febrero de 2010

De sus hermosos ojos, dulcemente

...De sus hermosos ojos, dulcemente,
un tierno llanto Filis despedía
que, por el rostro amado, parecía
claro y precioso aljófar transparente;

...en brazos de Damón, con baja frente,
triste, rendida, muerta, helada y fría,
estas palabras breves le decía,
creciendo a su llorar nueva corriente:

...«¡Oh pecho duro, oh alma dura y llena
de mil durezas!, ¿dónde vas huyendo?,
¿dó vas con ala tan ligera y presta?»

...Y él, soltando de llanto amarga vena,
de ella las dulces lágrimas bebiendo,
besola, y solo un ¡ay! fue su respuesta.

Francisco de Aldana
(1537-1578)

martes, 2 de febrero de 2010

Ay basas de marfil, vivo edificio

...¡Ay basas de marfil, vivo edificio
obrado del artífice del cielo;
columnas de alabastro, que en el suelo
nos dais del bien supremo claro indicio!

...¡Hermosos capiteles y artificio
del arco que aun de mí me pone celo!
¡Altar donde el tirano dios mozuelo
hiciera de sí mismo sacrificio!

...¡Ay puerta de la gloria de Cupido,
y guarda de la flor más estimada
de cuantas en el mundo son ni han sido!,

...sepamos hasta cuándo estáis cerrada
y el cristalino cielo es defendido
a quien jamás gustó fruta vedada.

Francisco de Terrazas
(h. 1525-1580)

lunes, 1 de febrero de 2010

Soneto XXIII

...En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad serena;

...y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:

...coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.

...Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.

Garcilaso de la Vega
(h. 1501-1536)

jueves, 28 de enero de 2010

Ejercicio de estilo / II

Procuraré no emplear palabras redondas
verbigracia belleza libertad tu luz
Demasiado grandes / que esperen//
Más urgente se me hace decir
anoche conté con el cuerpo
los trecientos dedos
de tu mano
.

Carmen Camacho
(Alcaudete, Jaén, 1976)

miércoles, 27 de enero de 2010

El horimento bajo el firmazonte

                               …La farandolina en la lejantaña de la montanía
                                                     El horimento bajo el firmazonte…
.........................................................................Vicente HUIDOBRO
¡Democrad! ¡Libertacia! ¡Puebla el vivo!
¡No dictaremos más admitidores!
Pro lometemos, samas y deñores,
nuestro satierno va a gobisfacerles.

Firmaremos la gaz, no habrá más perra,
zaperán juntos el queón y el lordero,
y quieto promerer y lo promero,
vamos a felicirles muy hacerles.

(Y el horimento bajo el firmazonte,
o el firmazonte bajo el horimento
-ye ca no sé-, brillaba, grona y aro).

-Que se me raiga un cayo si les miento:
fumos soertes, y, mo lás pimportante,
¡blasamos hiempre claro!

Carmen Jodra
(Las moras agraces, 1999)

lunes, 25 de enero de 2010

Bolboreta non son

............................................A Mónica León Pichel

A roupa contra a pedra,
o xabón contra a roupa,
a chuvia contra o tellado do lavadoiro,
e no medio da chuvia miras as mans
abertas coma dúas ás arrugadas, moi limpas.
Pero ti non es unha bolboreta,
non se che vai coa auga a fariña das ás,
ti pódeste mollar.

Luz Pichel
(Casa Pechada, 2006)


Versión en castellano

La ropa contra la piedra,
el jabón contra la ropa,
la lluvia contra el tejado del lavadero,
y en medio de la lluvia miras las manos
abiertas como dos alas arrugadas, muy limpias.
Pero tú no eres una mariposa,
no se te va con el agua la harina de las alas,
tú te puedes mojar.

[Traducción propia]

viernes, 22 de enero de 2010

Sonatina

...La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.
...El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
...¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz,
o en el rey de las islas de las Rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
...¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
...Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte,
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
...¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real;
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.
...¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida.)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe,
(La princesa está pálida. La princesa está triste.)
más brillante que el alba, más hermoso que Abril!
...«Calla, calla, princesa —dice el hada madrina—;
en caballo, con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con un beso de amor».

Rubén Darío
(Prosas profanas, 1896)

jueves, 21 de enero de 2010

Poema LXX

Éstas son mis alegrías: las he contado, y creo que no falta ninguna. Llévalas todas a cantar en tus noches, o a perderse en tus mares, o a morir en tus labios.
Éstas son mis tristezas. Contarlas no he podido, pero sé que me siguen fielmente. Llévalas a todas a abonar tu tierra, a ser la levadura de tu pan, la leña de tu lumbre.
Ésta soy yo: fundida con mi sombra, entera y sin rezagos. Llévame a tu corazón, que peso poco y no tengo otra almohada ni otro sueño.

Dulce María Loynaz
(Poemas sin nombre, 1958)

miércoles, 20 de enero de 2010

Polos teus ollos quen pasóu, amiga

Polos teus ollos quen pasóu, amiga,
deixóu unha ollada de amore perdida.
Nos ollos teus.

Deixóu de amore perdida unha ollada
polos teus ollos quen pasóu, amada.
Nos ollos teus.

Cinza levás nos ollos, amiga,
daquela ollada de amore perdida.
Nos ollos teus.

Borrallo nos ollos levás, amada,
que non miraches a quen te ollaba.
Nos ollos teus.

Álvaro Cunqueiro
(Cantiga nova que se chama riveira, 1933)


Versión en castellano

Por tus ojos quien pasó, amiga,
dejó una mirada de amor perdida.
En tus ojos.

Dejó de amor perdida una mirada
por tus ojos quien pasó, amada.
En tus ojos.

Ceniza llevas en los ojos, amiga,
de aquella mirada de amor perdida.
En tus ojos.

Rescoldo en los ojos llevas, amada,
que no miraste a quien te miraba.
En tus ojos.

[Traducción propia]

sábado, 16 de enero de 2010

Los novios

Tendidos en la yerba
una muchacha y un muchacho.
Comen naranjas, cambian besos
como las olas cambian sus espumas.

Tendidos en la playa
una muchacha y un muchacho.
Comen limones, cambian besos
como las nubes cambian espumas.

Tendidos bajo tierra
una muchacha y un muchacho.
No dicen nada, no se besan,
cambian silencio por silencio.

Octavio Paz
(Libertad bajo palabra, 1935-1957)

viernes, 15 de enero de 2010

De profundis clamavi

J'implore ta pitié, Toi, l'unique que j'aime,
Du fond du gouffre obscur où mon coeur est tombé.
C'est un univers morne à l'horizon plombé,
Où nagent dans la nuit l'horreur et le blasphème;

Un soleil sans chaleur plane au-dessus six mois,
Et les six autres mois la nuit couvre la terre;
C'est un pays plus nu que la terre polaire;
–Ni bêtes, ni ruisseaux, ni verdure, ni bois!

Or il n'est pas d'horreur au monde qui surpasse
La froide cruauté de ce soleil de glace
Et cette immense nuit semblable au vieux Chaos;

Je jalouse le sort des plus vils animaux
Qui peuvent se plonger dans un sommeil stupide,
Tant l'écheveau du temps lentement se dévide!

Charles Baudelaire
(Les Fleurs du mal, 1857)


Versión en castellano de Un poema cada día

Te imploro piedad, a Ti, la única a quien amo,
Desde el abismo oscuro donde mi corazón ha caído.
Es un universo triste de horizonte plomizo,
Donde nadan en la noche el horror y la blasfemia;

Un sol gélido se eleva allí durante seis meses;
Y los otros seis meses la noche cubre la tierra;
Es una región más yerma que la tierra polar;
¡Ni bestias, ni arroyos, ni verdura, ni bosques!

Pues no hay horror en el mundo que supere
La fría crueldad de este sol de hielo
Y esta inmensa noche semejante al viejo Caos;

Envidio la suerte de los animales más viles
Que pueden sumirse en un sueño estúpido,
¡Tan lenta se devana la madeja del tiempo!

martes, 12 de enero de 2010

Por lo visto

Por lo visto es posible declararse hombre.
Por lo visto es posible decir no.
De una vez y en la calle, de una vez, por todos
y por todas las veces en que no pudimos.

Importa por lo visto el hecho de estar vivo.
Importa por lo visto que hasta la injusta fuerza
necesite, suponga nuestras vidas, esos actos mínimos
a diario cumplidos en la calle por todos.

Y será preciso no olvidar la lección:
saber, a cada instante, que en el gesto que hacemos
hay un arma escondida, saber que estamos vivos
aún. Y que la vida
todavía es posible, por lo visto.

Jaime Gil de Biedma
(Compañeros de viaje, 1959)

sábado, 9 de enero de 2010

Después de la noticia de su muerte

Aun más que en sus poemas, en las breves
cartas que me escribiera
se retrataba esa reserva suya
voluntariosa, y a la vez atenta.

Y gusté de algo raro en nuestro tiempo,
que es la virtud –clásicamente bella-
de soportar la injuria de los años
con dignidad y fuerza.

Tras sus últimos versos, en vida releídos,
para él, por nosotros, una vejez serena
imaginé de luminosos días
bajo un cielo de México, claro como el de Grecia.

El sueño que él soñó en su juventud
y mi sueño de hablarle, antes de que muriera,
viven vida inmortal en el espíritu
de esa palabra impresa.

Su poesía, con la edad haciéndose
más hermosa, más seca;
mi pena resumida en un título de libro:
Desolación de la Quimera.

Jaime Gil de Biedma
(Moralidades, 1966)

jueves, 7 de enero de 2010

Nevada nocturna

Horas dormidas en un mundo leve
De silencio, reposo, confianza.
Ningún rumor a revolver se atreve.
La matutina claridad avanza.
Sorpresa al despertar. Silencio: nieve.

Jorge Guillén
(Homenaje, 1967)

martes, 29 de diciembre de 2009

De invierno

                   Invierno 1882, Francesc Mariera (1882)

    En invernales horas, mirad a Carolina.
Medio apelotonada, descansa en el sillón,
envuelta con su abrigo de marta cibelina
y no lejos del fuego que brilla en el salón.

    El fino angora blanco, junto a ella se reclina,
rozando con su hocico la falda de Alençón,
no lejos de las jarras de porcelana china
que medio oculta un biombo de seda del Japón.

    Con sus sutiles filtros la invade un dulce sueño;
entro, sin hacer ruido; dejo mi abrigo gris;
voy a besar su rostro, rosado y halagüeño

    como una rosa roja que fuera flor de lis.
Abre los ojos, mírame con su mirar risueño,
y en tanto cae la nieve del cielo de París.

Rubén Darío
(Azul, 1888)

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Los fantasmas de Lisboa

Dónde estará el pasado que tuvimos
el pasado que tuve entre tus brazos
En la calle resuenan nuestros pasos
pero no estamos: nos desvanecimos

Dónde estarán los besos que nos dimos
la tristeza tan dulce de los fados
tus promesas tus llantos mis enfados
nuestros cuerpos que un día compartimos

Asustados los nuevos ocupantes
de nuestro cuarto en el hotel escuchan
la risa de personas que se duchan

Como los personajes de Pessoa
somos almas sin cuerpo: dos amantes
que penan en las noches de Lisboa.

Óscar Hahn
(Apariciones profanas, 2002)

martes, 22 de diciembre de 2009

Cómo han de ser tus ojos

Mujer… no tendré un beso de niño para ti,
ni de viejo, ni de sátiro…
cuando vengas no besaré tus mejillas
ni tu frente, ni tus labios.
Pondré mi boca en los pliegues
recogidos de tus párpados
y beberé el agua clara
que suba a tus ojos claros.
Trae unos ojos azules, mujer,
trae unos ojos azules, de un azul tranquilo y claro
que tengo sed…
sed de peregrino cansado
de muchas jornadas duras
por caminos solitarios
y quiero
llevar mis labios
al agua clara y tranquila
de un remanso
que refleje
un cielo tranquilo y claro.

León Felipe
(Versos y oraciones de caminante, 1920-1930)

domingo, 20 de diciembre de 2009

Sol de invierno

....Es mediodía. Un parque.
Invierno. Blancas sendas;
simétricos montículos
y ramas esqueléticas.
....Bajo el invernadero,
naranjos en maceta,
y en su tonel, pintado
de verde, la palmera.
....Un viejecillo dice,
para su capa vieja:
"¡El sol, esta hermosura
de sol!..." Los niños juegan.
....El agua de la fuente
resbala, corre y sueña
lamiendo, casi muda,
la verdinosa piedra.


Antonio Machado
(Soledades, galerías y otros poemas, 1907)

viernes, 18 de diciembre de 2009

Estados de ánimo


.               
Valle de pastos, Robert Ducanson (1857)
                                                                                         A veces me siento
                                                                                               como un águila en el aire.
                                                                                               (de una canción de Pablo Milanés) 
Unas veces me siento 
como pobre colina 
y otras como montaña 
de cumbres repetidas 

unas veces me siento 
como un acantilado 
y otras como un cielo 
azul pero lejano

A veces uno es 
manantial entre rocas 
y otras veces un árbol 
con las últimas hojas

pero hoy me siento apenas 
como laguna insomne 
con un embarcadero 
ya sin embarcaciones 

 una laguna verde 
inmóvil y paciente 
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces
 
sereno en mi confianza 
confiado en que una tarde 
te acerques y te mires, 
te mires al mirarme. 

Mario Benedetti 
(El amor, las mujeres y la vida, 1995)

lunes, 14 de diciembre de 2009

Alegría

Llegué por el dolor a la alegría.
Supe por el dolor que el alma existe.
Por el dolor, allá en mi reino triste,
un misterioso sol amanecía.

Era alegría la mañana fría
y el viento loco y cálido que embiste.
( Alma que verdes primaveras viste
maravillosamente se rompía. )

Así la siento más. Al cielo apunto
y me responde cuando le pregunto
con dolor tras dolor para mi herida.

Y mientras se ilumina mi cabeza
ruego por el que he sido en la tristeza
a las divinidades de la vida.

José Hierro
(Alegría, 1947)

domingo, 13 de diciembre de 2009

Saber sin estudiar

Admiróse un portugués
de ver que en su tierna infancia
todos los niños en Francia
supiesen hablar francés.
«Arte diabólica es»,
dijo, torciendo el mostacho,
«que para hablar en gabacho
un hidalgo en Portugal
llega a viejo, y lo habla mal;
y aquí lo parla un muchacho».

Nicolás Fernández de Moratín
(Siglo XVIII)

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Rima XVII

....Hoy la tierra y los cielos me sonríen,
hoy llega al fondo de mi alma el sol,
hoy la he visto..., la he visto y me ha mirado...
¡Hoy creo en Dios!

Gustavo Adolfo Bécquer
(Rimas, 1871)

jueves, 3 de diciembre de 2009

Estábame yo en mi estudio

Estábame yo en mi estudio
estudiando la lición,
y acordéme de mis amores:
no podía estudiar, non.

Anónimo
(Siglo XV)


* Lición: Lección.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Murió al amanecer

Noche de cuatro lunas
y un solo árbol,
con una sola sombra
y un solo pájaro.

Busco en mi carne las
huellas de tus labios.
El manantial besa al viento
sin tocarlo.

Llevo el No que me diste,
en la palma de la mano,
como un limón de cera
casi blanco.

Noche de cuatro lunas
y un solo árbol,
En la punta de una aguja,
está mi amor ¡girando!

Federico García Lorca
(Canciones, 1921-1924)

viernes, 27 de noviembre de 2009

Besarse, mujer

Besarse, mujer,
al sol, es besarnos
en toda la vida.
Ascienden los labios,
eléctricamente
vibrantes de rayos,
con todo el furor
de un sol entre cuatro.
Besarse a la luna,
mujer, es besarnos
en toda la muerte.
Descienden los labios,
con toda la luna
pidiendo su ocaso,
del labio de arriba,
del labio de abajo,
gastada y helada
y en cuatro pedazos.

Miguel Hernández
(Cancionero y romancero de ausencias, 1938-1941)

jueves, 26 de noviembre de 2009

En Ávila, mis ojos

En Ávila, mis ojos,
dentro en Ávila.

En Ávila del Río
mataron a mi amigo,
dentro en Ávila.

Anónimo
(SigloXV)

miércoles, 25 de noviembre de 2009

La vida es tan sencilla que se explica por sí misma

La vida es tan sencilla que se explica por sí misma,
se basta a sí misma.
¡Mira! Todo está hecho. Todo está ya dado.
Nos basta aceptar
o quizá —somos humanos— alabar
y cantar
a lo que nos maquina sin dejarse pensar.
Todo está aquí. ¿No lo ves?
No hay razón ni más allá.
¡Somos felices! Vivimos los instantes explosivos
de alegría o de dolor, de rabia o de amor,
y si no
es que estamos distraídos, aburridos.
No hay nada que esperar. No hay nada que temer.
También la muerte
llegará cuando nos sea fielmente necesaria
y la recibiremos con verdadera ansia.
Desde que nacimos
nos estamos preparando para que nos consuma.

Gabriel Celaya
(El mundo abierto, 1986)

martes, 24 de noviembre de 2009

Mi corza

..............................................En Ávila, mis ojos...
..................................................SIGLO XV

Mi corza, buen amigo,
mi corza blanca.

Los lobos la mataron
al pie del agua.

Los lobos, buen amigo,
que huyeron por el río.

Los lobos la mataron
dentro del agua.

Rafael Alberti
(Marinero en tierra, 1925)

lunes, 23 de noviembre de 2009

¿Por qué me besó Perico?

¿Por qué me besó Perico,
por qué me besó el traidor?

Dijo que en Francia se usaba
y por eso me besaba,
y también porque sanaba
con el beso su dolor.

¿Por qué me besó Perico,
por qué me besó el traidor?

Anónimo
(Siglo XV)

jueves, 19 de noviembre de 2009

Serranilla IV

....Mozuela de Bores,
allá do La Lama,
púsome en amores.
....Cuidé que olvidado
amor me tenía,
como quien se había
gran tiempo dejado
de tales dolores
que más que la llama
queman, amadores.
....Mas vi a la hermosa
de buen continente,
la cara placiente,
fresca como rosa,
de tales colores
cual nunca vi dama,
ni a otra, señores.
....Por lo cual:«Señora»,
le dije, «en verdad
la vuestra beldad
saldrá desde ahora
de entre estos alcores,
pues merece fama
de grandes loores».
....Dijo:«Caballero,
tiraos afuera:
dejad la vaquera
pasar al otero;
que dos labradores
me piden de Frama,
entrambos pastores».
....«Señora, pastor
seré, si queréis:
mandarme podéis,
como a servidor;
mayores dulzores
será a mí la brama
que oír ruiseñores.»
....Así concluimos
el nuestro proceso,
sin hacer exceso,
y nos avinimos.
Y fueron las flores
de cabe Espinama
los encubridores.

Marqués de Santillana
(Serranillas, 1429-1440)


* Bores: lugar de la comarca de Liébana, en Santander.
...Do: donde...
...La Lama: lugar de la misma localidad.
...Frama: aldea de la comarca de Liébana.
...Brama: berrea de ciertos animales en época de celo.
...De cabe: junto a.
...Espinama: pueblo santanderino situado junto a Fuente Dé.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Romance de Lanzarote

Nunca fuera caballero
de damas tan bien servido
como fuera Lanzarote
cuando de Bretaña vino,
que dueñas cuidaban de él,
doncellas, de su rocino.
Esa dueña Quintañona,
ésa le escanciaba el vino.
La linda reina Ginebra
se lo acostaba consigo,
y estando al mejor sabor,
que sueño no había dormido,
la reina toda turbada
un pleito ha conmovido:
Lanzarote, Lanzarote,
si antes hubieras venido
no hablara el orgulloso
las palabras que había dicho:
que a pesar de vos, señor,
se acostaría conmigo.
Ya se arma Lanzarote,
de gran pesar conmovido.
Despídese de su amiga,
pregunta por el camino.
Topó con el orgulloso
debajo de un verde pino;
combátense de las lanzas,
a las hachas han venido;
ya desmaya el orgulloso,
ya cae en tierra tendido;
cortárale la cabeza
sin hacer ningún partido.
Vuélvese para su amiga,
donde fue bien recibido.

Anónimo
(Siglo XV)

martes, 17 de noviembre de 2009

Pero a tu lado

He muerto y he resucitado,
con mis cenizas un árbol he plantado,
su fruto ha dado y desde hoy
algo ha empezado.

He roto todos mis poemas,
los de tristezas y de penas,
y lo he pensado
y hoy, sin dudarlo, vuelvo a tu lado.

Ayúdame y te habré ayudado,
que hoy he soñado en otra vida,
en otro mundo, pero a tu lado.

Ya no persigo sueños rotos,
los he cosido con el hilo de tus ojos
y te he cantado al son de acordes
aún no inventados.

Ayúdame y te habré ayudado,
que hoy he soñado en otra vida,
en otro mundo, pero a tu lado.
Pero a tu lado...

Enrique Urquijo
(1960-1999)

sábado, 14 de noviembre de 2009

Ya cantan los gallos

Ya cantan los gallos,
amor mío, y vete:
cata que amanece.

Vete, alma mía,
más tarde no esperes,
no descubra el día
los nuestros placeres.

Cata que los gallos,
según me parece,
dicen que amanece.

Anónimo
(Siglo XV)


*Cata=mira.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Romance del infante Arnaldos

¡Quién hubiera tal ventura
sobre las aguas del mar,
como hubo el infante Arnaldos
la mañana de San Juan!
Andando a buscar la caza
para su falcón cebar,
vio venir una galera
que a tierra quiere llegar;
las velas trae de seda,
la jarcia de oro torzal,
áncoras tiene de plata,
tablas de fino coral.
Marinero que la guía,
diciendo viene un cantar
que la mar ponía en calma,
los vientos hace amainar;
los peces que andan al hondo,
arriba los hace andar,
las aves que van volando,
al mástil vienen posar.
Allí habló el infante Arnaldos,
bien oiréis lo que dirá:
«Por tu vida, el marinero,
dígasme ora ese cantar.»
Respondióle el marinero,
tal respuesta le fue a dar:
«Yo no digo mi canción
sino a quien conmigo va.»

Anónimo
(Siglo XV)

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Romance del prisionero

Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión,
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.

Anónimo
(Siglo XV)

lunes, 9 de noviembre de 2009

No me las enseñes más

No me las enseñes más,
que me matarás.
No me las enseñes más,
que me matarás.

Estábase la monja
en el monesterio,
sus teticas blancas
de so el velo negro.
No me las enseñes más,
que me matarás.

Anónimo
(Siglo XV)


*De so=debajo de.

Este villancico (cantar propio de villanos, es decir, lírica tradicional castellana) es cantado conjuntamente por el pastor y la serrana de la obra de Diego Sánchez de Badajoz Farsa del juego de cañas. En la obra se anuncia así:

"Aquí cantan el pastor y la serrana juntamente este villancico, bailando mano por mano". (Recopilación en metro, Sevilla, 1554).

viernes, 6 de noviembre de 2009

Botella al mar

................................................El mar un azar
............................................Vicente Huidobro

Pongo estos seis versos en mi botella al mar
con el secreto designio de que algún día
llegue a una playa casi desierta
y un niño la encuentre y la destape
y en lugar de versos extraiga piedritas
y socorros y alertas y caracoles.

Mario Benedetti
(Cotidianas, 1979)

miércoles, 4 de noviembre de 2009

En la fuente del rosel

....En la fuente del rosel
lavan la niña y el doncel.

....En la fuente de agua clara,
con sus manos lavan la cara
él a ella y ella a él:
lavan la niña y el doncel.

....En la fuente del rosel,
lavan la niña y el doncel.

Anónimo
(Siglo XV)

martes, 3 de noviembre de 2009

Sedia-m'eu na ermida de San Simion

Sedia-m'eu na ermida de San Simion,
e cercaron-mi as ondas, que grandes son.
...Eu atendend'o meu amigo!
...Eu atendend'o meu amigo!
Estando na ermida ant'o altar,
cercaron-mi as ondas grandes do mar.
...Eu atendend'o meu amigo!
...Eu atendend'o meu amigo!
E cercaron-mi as ondas, que grandes son;
non ei i barqueiro nen remador.
...Eu atendend'o meu amigo!
...Eu atendend'o meu amigo!
E cercaron-mi as ondas do alto mar;
non ei i barqueiro, nen sei remar.
...Eu atendend'o meu amigo!

...Eu atendend'o meu amigo!
Non ei i barqueiro nen remador:
morrerei, fremosa, no mar maior.
...Eu atendend'o meu amigo!
...Eu atendend'o meu amigo!
Non ei i barqueiro, nen sei remar:
morrerei, fremosa, no alto mar.
...Eu atendend'o meu amigo!
...Eu atendend'o meu amigo!

Meendinho
(Siglo XIII)


Versión en castellano de Un poema cada día

Estaba yo en la ermita de San Simón,
y cercáronme las olas, que grandes son.
....¡Esperando yo a mi amigo!
....¡Esperando yo a mi amigo!
Estando en la ermita ante el altar,
cercáronme las olas grandes del mar.
....¡Esperando yo a mi amigo!
....¡Esperando yo a mi amigo!

Y cercáronme las olas, que grandes son;
no tengo barquero ni remador.
....¡Esperando yo a mi amigo!
....¡Esperando yo a mi amigo!
Y cercáronme las olas del alto mar;
no tengo barquero, ni sé remar.
....¡Esperando yo a mi amigo!
....¡Esperando yo a mi amigo
!

No tengo barquero ni remador:
moriré, hermosa, en el mar mayor.
....¡Esperando yo a mi amigo!
....¡Esperando yo a mi amigo!

No tengo barquero, ni sé remar:
moriré, hermosa, en el alto mar.
....¡Esperando yo a mi amigo!
....¡Esperando yo a mi amigo!

lunes, 2 de noviembre de 2009

Chanson des pirates

Nous emmenions en esclavage
cent chrétiens, pêcheurs de corail;
nous recrutions pour le sérail
dans tous les moûtiers du rivage.
En mer, les hardis écumeurs!
Nous allions de Fez à Catane...
Dans la galère capitane
nous étions quatre-vingts rameurs.

On signale un couvent à terre.
Nous jetons l'ancre près du bord.
A nos yeux s'offre tout d'abord
une fille du monastère.
Près des flots, sourde à leurs rumeurs,
elle dormait sous un platane...
Dans la galère capitane
nous étions quatre-vingts rameurs.

-La belle fille, il faut vous taire,
il faut nous suivre. Il fait bon vent.
Ce n'est que changer de couvent,
le harem vaut le monastère.
Sa hautesse aime les primeurs,
nous vous ferons mahométane...
Dans la galère capitane
nous étions quatre-vingts rameurs.

Elle veut fuir vers sa chapelle.
-Osez-vous bien, fils de Satan?
-Nous osons, dit le capitan.
Elle pleure, supplie, appelle.
Malgré sa plainte et ses clameurs,
On l'emporta dans la tartane...
Dans la galère capitane
nous étions quatre-vingts rameurs.

Plus belle encore dans sa tristesse,
ses yeux étaient deux talismans,
elle valait mille tomans;
on la vendit à sa hautesse.
Elle eut beau dire : Je me meurs!
De nonne elle devint sultane...
Dans la galère capitane
nous étions quatre-vingts rameurs.

Victor Hugo
(Les Orientales, 1829)


Versión en castellano

Con cien cautivos llevamos
fletada nuestra galera,
que en una y otra ribera
para el harén reclutamos.
¡Al mar, al mar!, marineros;
en Fez entramos mañana.
Somos ochenta remeros
sobre nuestra capitana.

Junto a un convento botamos
al agua el ancla tenaz;
linda muchacha apresamos
dormida en traidora paz;
mil fantasmas hechiceros
soñaba a la mar cercana.
Somos ochenta remeros
sobre nuestra capitana.

-Forzoso es, niña, callar-.
Ea, ganemos el viento;
esto no es más que cambiar
por un harén un convento.
Os haremos mahometana
y el sultán ha de quereros.
Somos ochenta remeros
sobre nuestra capitana.

Huir desesperada quiso.
-¡Y osáis, hijos de Satán...!-
Lloró, suplicó. -Es preciso,
le contestó el capitán-.
Sus clamores lastimeros,
su resistencia fue vana.
Somos ochenta remeros
sobre nuestra capitana.

En su dolor, parecían
sus ojos un talismán,
mil cequíes bien valían;
la hemos vendido al sultán.
Lo debe a mis compañeros,
ayer monja y hoy sultana.
Somos ochenta remeros
sobre nuestra capitana.

[Traducción de José Zorrilla, 1838]

viernes, 30 de octubre de 2009

Verde verderol

....Verde verderol,
¡endulza la puesta del sol!
....Palacio de encanto,
el pinar tardío
arrulla con llanto
la huida del río.
Allí el nido umbrío
tiene el verderol.
....Verde verderol,
¡endulza la puesta del sol!
....La última brisa
es suspiradora;
el sol rojo irisa
al pino que llora.
¡Vaga y lenta hora
nuestra, verderol!
....Verde verderol
¡endulza la puesta del sol!
....Soledad y calma;
silencio y grandeza.
La choza del alma
se recoje y reza.
De pronto, ¡oh, belleza!,
canta el verderol.
....Verde verderol,
¡endulza la puesta del sol!
....Su canto enajena.
-¿Se ha parado el viento?-
El campo se llena
de su sentimiento.
Malva es el lamento,
verde el verderol.
....Verde verderol,
¡endulza la puesta del sol!

Juan Ramón Jiménez
(Baladas de primavera, 1907)

miércoles, 28 de octubre de 2009

Paisaje

......................................A Rita, Concha,
...............................Pepe y Carmencica


La tarde equivocada
se vistió de frío.

Detrás de los cristales,
turbios, todos los niños,
ven convertirse en pájaros
un árbol amarillo.

La tarde está tendida
a lo largo del río.
Y un rubor de manzana
tiembla en los tejadillos.

Federico García Lorca
(Canciones, 1921-1924)

lunes, 26 de octubre de 2009

Escribí en el arenal

Escribí en el arenal
los tres nombres de la vida:
vida, muerte, amor.

Una ráfaga de mar,
tantas claras veces ida,
vino y los borró.

Miguel Hernández
(Cancionero y romancero de ausencias, 1938-1941)

jueves, 22 de octubre de 2009

A Jarifa en una orgía

....Trae, Jarifa, trae tu mano,
ven y pósala en mi frente,
que en un mar de lava hirviente
mi cabeza siento arder.
Ven y junta con mis labios
esos labios que me irritan,
donde aún los besos palpitan
de tus amantes de ayer.
....¿Qué la virtud, la pureza?
¿Qué la verdad y el cariño?
Mentida ilusión de niño
que halagó mi juventud.
Dadme vino: en él se ahoguen
mis recuerdos; aturdida
sin sentir huya la vida;
paz me traiga el ataúd.
....El sudor mi rostro quema,
y en ardiente sangre rojos
brillan inciertos mis ojos,
se me salta el corazón.
Huye, mujer, te detesto,
siento tu mano en la mía,
y tu mano siento fría,
y tus besos hielo son.
....¡Siempre igual! Necias mujeres,
inventad otras caricias,
otro mundo de delicias,
o maldito sea el placer.
Vuestros besos son mentira,
mentira vuestra ternura,
es fealdad vuestra hermosura,
vuestro gozo es padecer.
....Yo quiero amor, quiero gloria,
quiero un deleite divino,
como en mi mente imagino,
como en el mundo no hay.
Y es la luz de aquel lucero
que engañó mi fantasía,
fuego fatuo, falso guía
que errante y ciego me tray.

....¿Por qué murió para el placer mi alma,
y vive aún para el dolor impío?
¿Por qué, si yazgo en indolente calma,
siento en lugar de paz, árido hastío?
....¿Por qué este inquieto abrasador deseo?
¿Por qué este sentimiento extraño y vago,
que yo mismo conozco un devaneo,
y busco aún su seductor halago?
....¿Por qué aún finge amores y placeres
que cierto estoy de que serán mentira?
¿Por qué en pos de fantásticas mujeres
necio tal vez mi corazón delira,
....si luego, en vez de prados y de flores,
halla desiertos áridos y abrojos,
y en sus sandios o lúbricos amores
fastidio sólo encontrará y enojos?
....Yo me arrojé, cual rápido cometa,
en alas de mi ardiente fantasía:
doquier mi arrebatada mente inquieta
dichas y triunfos encontrar creía.
....Yo me lancé con atrevido vuelo
fuera del mundo en la región etérea,
y hallé la duda, y el ardiente cielo
vi convertirse en ilusión aérea.
....Luego en la tierra la virtud, la gloria,
busqué con ansia y delirante amor,
y hediondo polvo y deleznable escoria
mi fatigado espíritu encontró.
....Mujeres vi de virginal limpieza
entre albas nubes de celeste lumbre;
yo las toqué, y en humo su pureza
trocarse vi, y en lodo y podredumbre.
....Y encontré mi ilusión desvanecida
y eterno e insaciable mi deseo;
palpé la realidad y odié la vida;
sólo en la paz de los sepulcros creo.
....Y busco aún y busco codicioso,
y aun deleites el alma finge y quiere:
pregunto y un acento pavoroso
"¡Ay!", me responde, "desespera y muere.
...."Muere, infeliz: la vida es un tormento,
un engaño el placer; no hay en la tierra
paz para ti, ni dicha, ni contento,
sino eterna ambición y eterna guerra.
...."Que así castiga Dios el alma osada
que aspira loca, en su delirio insano,
de la verdad para el mortal velada
a descubrir el insondable arcano."

....¡Oh!, cesa; no, yo no quiero
ver más, ni saber ya nada:
harta mi alma y postrada,
sólo anhela el descansar.
En mí muera el sentimiento,
pues ya murió mi ventura,
ni el placer ni la tristura
vuelvan mi pecho a turbar.

....Pasad, pasad en óptica ilusoria
y otras jóvenes almas engañad:
nacaradas imágenes de gloria,
coronas de oro y de laurel, pasad.
....Pasad, pasad, mujeres voluptuosas,
con danza y algazara en confusión;
pasad como visiones vaporosas
sin conmover ni herir mi corazón.
....Y aturdan mi revuelta fantasía
los brindis y el estruendo del festín,
y huya la noche y me sorprenda el día
en un letargo estúpido y sin fin.

....Ven, Jarifa; tú has sufrido
como yo; tú nunca lloras;
mas, ¡ay triste!, que no ignoras
cuán amarga es mi aflicción.
Una misma es nuestra pena,
en vano el llanto contienes...,
tú también, como yo, tienes
desgarrado el corazón.

José de Espronceda
(Poesías, 1840)

martes, 20 de octubre de 2009

Hijo mío

...............................................................Para Juan Luis

Desde mi vieja orilla, desde la fe que siento,
hacia la luz primera que toma el alma pura,
voy contigo, hijo mío, por el camino lento
de este amor que me crece como mansa locura.

Voy contigo, hijo mío, frenesí soñoliento
de mi carne, palabra de mi callada hondura,
música que alguien pulsa no sé dónde, en el viento,
no sé dónde, hijo mío, desde mi orilla oscura.

Voy, me llevas, se torna crédula mi mirada,
me empujas levemente (ya casi siento el frío);
me invitas a la sombra que se hunde en mi pisada,

me arrastras de la mano... Y en tu ignorancia fío,
y a tu amor me abandono sin que me quede nada,
terriblemente solo, no sé dónde, hijo mío.

Leopoldo Panero
(Escrito a cada instante, 1949)

lunes, 19 de octubre de 2009

Canción de invierno

Cantan, cantan.
¿Dónde cantan los pájaros que cantan?
Ha llovido. Aún las ramas
están sin hojas nuevas. Cantan. Cantan
los pájaros. ¿En dónde cantan
los pájaros que cantan?
No tengo pájaros en jaulas.
No hay niños que los vendan. Cantan.
El valle está muy lejos. Nada...
Yo no sé dónde cantan
los pájaros -cantan, cantan-,
los pájaros que cantan.

Juan Ramón Jiménez
(Melancolía, 1912)

viernes, 16 de octubre de 2009

Caballero de otoño

Viene, se sienta entre nosotros,
y nadie sabe quién será,
ni por qué cuando dice nubes
nos llenamos de eternidad.

Nos habla con palabras graves
y se desprenden al hablar
de su cabeza secas hojas
que en el viento vienen y van.

Jugamos con su barba fría.
Nos deja frutos. Torna a andar
con pasos lentos y seguros
como si no tuviera edad.

Él se despide. ¡Adiós! Nosotros
sentimos ganas de llorar.

José Hierro
(Tierra sin nosotros, 1947)

miércoles, 14 de octubre de 2009

Orillas del Sar

.............................VII

....Ya que de la esperanza, para la vida mía,
triste y descolorido ha llegado el ocaso,
a mi morada oscura, desmantelada y fría,
............tornemos paso a paso,
porque con su alegría no aumente mi amargura
............la blanca luz del día.

....Contenta el negro nido busca el ave agorera;
bien reposa la fiera en el antro escondido,
en su sepulcro el muerto, el triste en el olvido
............y mi alma en su desierto.

Rosalía de Castro
(En las orillas del Sar, 1884)

martes, 13 de octubre de 2009

Castilla

El ciego sol se estrella
en las duras aristas de las armas,
llaga de luz los petos y espaldares
y flamea en las puntas de las lanzas.

El ciego sol, la sed y la fatiga...
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos
—polvo, sudor y hierro— el Cid cabalga.

Cerrado está el mesón a piedra y lodo.
Nadie responde... Al pomo de la espada
y al cuento de las picas el postigo
va a ceder. ¡Quema el sol, el aire abrasa!

A los terribles golpes,
de eco ronco, una voz pura, de plata
y de cristal, responde... Hay una niña
muy débil y muy blanca
en el umbral. Es toda
ojos azules; y en los ojos, lágrimas.
Oro pálido nimba
su carita curiosa y asustada.

«Buen Cid, pasad. El Rey nos dará muerte,
arruinará la casa
y sembrará de sal el pobre campo
que mi padre trabaja...
Idos. El Cielo os colme de venturas...
En nuestro mal, ioh Cid!, no ganáis nada».

Calla la niña y llora sin gemido...
Un sollozo infantil cruza la escuadra
de feroces guerreros,
y una voz inflexible grita: «¡En marcha!»

El ciego sol, la sed y la fatiga...
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos
—polvo, sudor y hierro—, el Cid cabalga.

Manuel Machado
(Alma, 1902)

lunes, 12 de octubre de 2009

Rima XXIV

Dos rojas lenguas de fuego
que, a un mismo tronco enlazadas
se aproximan, y al besarse
forman una sola llama.

Dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca,
y en el espacio se encuentran
y armonïosas se abrazan.

Dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa,
y que al romper se coronan
con un penacho de plata.

Dos jirones de vapor
que del lago se levantan,
y al juntarse allá en el cielo
forman una nube blanca.

Dos ideas que al par brotan,
dos besos que a un tiempo estallan,
dos ecos que se confunden,
eso son nuestras dos almas.

Gustavo Adolfo Bécquer
(Rimas, 1871)

domingo, 11 de octubre de 2009

Málibu

Málibu,
Olas con lluvia.
Aire de música.

Málibu,
Agua cautiva.
Gruta marina.

Málibu,
Nombre de hada.
Fuerza encantada.

Málibu,
Viento que ulula.
Bosque de brujas.

Málibu,
Una palabra,
Y en ella, magia.

Luis Cernuda
(Desolación de la quimera, 1962)

miércoles, 7 de octubre de 2009

Rima XXX

Asomaba a sus ojos una lágrima,
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.

Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: "¿Por qué callé aquel día?"
Y ella dirá: "¿Por qué no lloré yo?"

Gustavo Adolfo Bécquer
(Rimas, 1871)

martes, 6 de octubre de 2009

Al alba venid, buen amigo

Al alba venid, buen amigo,
al alba venid.

Amigo, el que yo más quería,
venid al alba del día.

Amigo, el que yo más amaba,
venid a la luz del alba.

Venid a la luz del día,
non traigáis compañía.

Venid a la luz del alba,
non traigáis gran compaña.

Anónimo
(Siglo XV)

lunes, 5 de octubre de 2009

Ondas do mar de Vigo

Ondas do mar de Vigo,
se vistes meu amigo?
E ai Deus, se verrá cedo!

Ondas do mar levado,
se vistes meu amado?
E ai Deus, se verrá cedo!

Se vistes meu amigo,
o por que eu sospiro?
E ai Deus, se verrá cedo!

Se vistes meu amado,
por que ei gran coidado?
E ai Deus, se verrá cedo!

Martín Codax
(Siglos XIII-XIV)


Versión en castellano de Un poema cada día

Olas del mar de Vigo,
¿habéis visto a mi amigo?
¡Ay Dios, que venga pronto!

Olas del mar alzado,
¿habéis visto a mi amado?
¡Ay Dios, que venga pronto!

¿Habéis visto a mi amigo,
aquel por quien yo suspiro?
¡Ay Dios, que venga pronto!

¿Habéis visto a mi amado,
por quien tengo gran cuidado?
¡Ay Dios, que venga pronto!

domingo, 4 de octubre de 2009

Muy graciosa es la doncella

Muy graciosa es la doncella,
¡cómo es bella y hermosa!

Digas tú, el marinero
que en las naves vivías,
si la nave o la vela o la estrella
es tan bella.

Digas tú, el caballero
que las armas vestías,
si el caballo o las armas o la guerra
es tan bella.

Digas tú, el pastorcico
que el ganadico guardas,
si el ganado o los valles o la sierra
es tan bella.

Gil Vicente
(1465- h. 1536)

lunes, 28 de septiembre de 2009

Si ves un monte de espumas

Si ves un monte de espumas,
es mi verso lo que ves:
mi verso es un monte, y es
un abanico de plumas.

Mi verso es como un puñal
que por el puño echa flor:
mi verso es un surtidor
que da un agua de coral.

Mi verso es de un verde claro
y de un carmín encendido:
mi verso es un ciervo herido
que busca en el monte amparo.

Mi verso al valiente agrada:
mi verso, breve y sincero,
es del vigor del acero
con que se funde la espada.

José Martí
(Versos sencillos, 1891)

jueves, 24 de septiembre de 2009

Madrigal a cibdá de Santiago

Chove en Santiago
meu doce amor.
Camelia branca do ar
brila entebrecida ô sol.

Chove en Santiago
na noite escura.
Herbas de prata e de sono
cobren a valeira lúa.

Olla a choiva pol-a rúa,
laio de pedra e cristal.
Olla no vento esvaído
soma e cinza do teu mar.

Soma e cinza do teu mar
Santiago, lonxe do sol.
Agoa da mañán anterga
trema no meu corazón.

Federico García Lorca
(Seis poemas galegos, 1935)


Versión en castellano

Llueve en Santiago
mi dulce amor.
Camelia blanca del aire
brilla entristecida al sol.

Llueve en Santiago
en la noche oscura.
Hierbas de plata y de sueño
están cubriendo la luna.

Mira en la calle la lluvia,
lamento de piedra y cristal.
Mira en el viento desvaído
sombra y ceniza de tu mar.

Sombra y ceniza de tu mar,
Santiago, lejos del sol.
Agua de mañana antigua
tiembla en mi corazón.

(Traducción propia)

domingo, 20 de septiembre de 2009

Me he quedado sin pulso y sin aliento

Me he quedado sin pulso y sin aliento
separado de ti. Cuando respiro,
el aire se me vuelve en un suspiro
y en polvo el corazón, de desaliento.

No es que sienta tu ausencia el sentimiento.
Es que la siente el cuerpo. No te miro.
No te puedo tocar por más que estiro
los brazos como un ciego contra el viento.

Todo estaba detrás de tu figura.
Ausente tú, detrás todo de nada,
borroso yermo en el que desespero.

Ya no tiene paisaje mi amargura.
Prendida de tu ausencia mi mirada,
contra todo me doy, ciego me hiero.

Ángel González
(Áspero mundo, 1956)
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